En los últimos 12 años, atravesaron la inhóspita y peligrosa selva de Darién, entre Colombia y Panamá, 188 mil 873 migrantes, según estadísticas del Servicio Nacional de Migración.
Solo el mes pasado cruzaron la zona 25 mil 273 personas con rumbo a Estados Unidos y Canadá. De momento, en los albergues de Darién hay 909 caminantes, de los cuales el 50% se encuentra en la comunidad de Bajo Chiquito, en la comarca Emberá.
Walkiria Chandler, diputada suplente y miembro de la Comisión de la Mujer, la Niñez, la Juventud y la Familia de la Asamblea Nacional, calificó como “desgarrador” lo que se observó durante una inspección que realizaron a las estaciones de recepción de migrantes en Darién.
“Si dentro de las fronteras panameñas están matando y violando personas, independientemente de su nacionalidad, está muy mal porque se manda un pésimo mensaje”, puntualizó.
La dirección regional de Salud en Chiriquí creó una comisión para supervisar y monitorear el movimiento de los migrantes que están en el albergue de Los Planes, en el distrito de Gualaca.
Darién, el tortuoso camino hacia el sueño americano
Mario Javier Pacheco, cónsul de Colombia en Panamá, definió lo que para él es la espesa y peligrosa franja de selva, entre ambos países, conocida como el tapón de Darién: “Darién siempre ha sido un enigma difícil, es un monstruo letal. El Darién es una selva que tiene fama de infranqueable, es un come hombre. Yo no entiendo cómo las personas no se documentan un poquito antes de adentrarse allí”.
No se equivoca el diplomático colombiano, pues sus planteamientos coinciden mucho con las historias que a diario llegan contando cientos de migrantes a las estaciones de recepción o albergues en Darién, una vez cruzan la inhóspita jungla.
Pacheco fue invitado por la Comisión de la Mujer, la Niñez, la Juventud y la Familia de la Asamblea Nacional, donde se creó una subcomisión para investigar la violación a los derechos humanos de estas personas, un drama que se viene reportando desde hace más de una década.
Las estadísticas del Servicio Nacional de Migración precisan que desde que se intensificó el movimiento migratorio irregular entre Colombia y Panamá —entre 2010 y agosto de 2021— han pasado por esta zona 188 mil 873 personas. Esto equivale a casi toda la población de Herrera y Los Santos juntas.
2016 había sido el año en el que más migrantes se adentraron a la jungla —unos 30 mil 55—; no obstante, 2021 ya lo superó. Hasta agosto de este año ya sumaban 70 mil 986 y eso representa casi el 40% de todos los migrantes que han pasado por Panamá en los últimos 12 años.
Solo el mes pasado cruzaron esta peligrosa zona 25 mil 273 personas con rumbo a Estados Unidos y Canadá. De momento, en los albergues de Darién hay 909 caminantes, de los cuales el 50% se encuentra en la comunidad de Bajo Chiquito, en la comarca Emberá.
Durante su presencia en la Asamblea, el cónsul de Colombia subrayó que hay un problema transcontinental en lo relativo a la migración irregular por Darién.
“Yo pienso que haciendo una comunión de esfuerzos entre Colombia y Panamá podemos minimizar el impacto de ese fenómeno. Hay un negociado muy grande detrás de todo esto y hay personas que viven de quitarle el dinero a esta gente y, al que no se lo pueden quitar, lo pueden matar, porque allí no hay ley. Allí se impone la ley del más fuerte”, acotó Pacheco.
Inspeccionan albergues
Este drama migratorio va más allá de los extensos y pesados días que los migrantes toman para cruzar el tapón de Darién. Allí también se están reportando muertes, robos y agresiones sexuales que muchas de las víctimas prefieren callar para no dilatar su paso hacia América del Norte.
Cuenta Walkiria Chandler, diputada suplente de Gabriel Silva y miembro de la Comisión de la Mujer, la Niñez, la Juventud y la Familia, que durante una inspección sorpresa a los albergues de migrantes en Darién, recibieron reportes de 170 casos de agresiones sexuales.
La información les fue suministrada por la organización internacional Médicos Sin Fronteras, la cual se encuentra brindando atención a los caminantes que llegan a las estaciones de Bajo Chiquito, en la comarca Emberá, así como Lajas Blancas y San Vicente, en Darién.
“De verdad que esto me partió el corazón. Es algo desgarrador y muy lamentable, porque esto nos compete a todos a nivel mundial. También hay que sensibilizarse un poco, porque hay algunas personas que piensan que al ser migrantes su suerte no importa, cuando no es así”, manifestó Chandler.
En palabras de la diputada suplente, el tema —por ejemplo— de los robos y agresiones sexuales debe ser investigado. “En esa área de Darién no hay ley”, agregó.
Detalló que visitaron los albergues de Lajas Blancas y San Vicente y que, como parte del trabajo de la subcomisión, realizarán una gira a la comunidad de Bajo Chiquito, donde hay un número elevado de migrantes.
“Si dentro de las fronteras panameñas están matando y violando personas, independientemente de su nacionalidad, está muy mal porque se manda un pésimo mensaje. Esta violencia también afecta al Darién y debemos cuidar a esta provincia que tradicionalmente ha sido olvidada”, concluyó.
José Vicente Pachar, director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, manifestó que es un tema complejo, ya que se trata de migrantes irregulares que están de paso por Panamá y que no utilizan los mecanismos legales por temor o porque deben seguir su camino. “Es por eso que vamos a organizarnos y conversar con las autoridades para ofrecer respuestas a este drama humano”, indicó.
Pachar informó que avanzan con la búsqueda de un terreno en Santa Fe, Darién, donde se puedan realizar entierros de solemnidad, para migrantes que mueren en su recorrido por la selva.
Realidad en Gualaca
Además de lo que ocurre en Darién, la provincia de Chiriquí también está siendo impactada por este flujo migratorio. Específicamente, en Los Planes de Gualaca hay una estación de recepción, donde son transportados los migrantes, antes de cruzar a Costa Rica.
Tras una semana de estar conformada una comisión interinstitucional para atender el caso de los migrantes en la zona, se ha avanzado en definir los lugares en donde los extranjeros pueden acudir a retirar remesas de dinero.
Gladys Novoa, directora regional de Salud en Chiriquí, indicó que de manera constante la comisión se reúne, supervisa y monitorea el movimiento de los migrantes en la provincia.
Este equipo está conformado por personal del Servicio Nacional de Migración, Policía Nacional, Ministerio de Salud y Servicio Nacional de Fronteras.
“Nos hemos reunido con las empresas de remesas de dinero a las que acuden los migrantes, para que habiliten espacios adecuados para atenderlos de forma ordenada y rápida”, expresó Novoa.
En el albergue de Gualaca hay 900 migrantes.
(Con información de Flor Bocharel)