Mientras algunos sectores debaten la conveniencia o no de convocar a una constituyente para reformar la Constitución, cientos de ciudadanos ya han hecho propuestas específicas de posibles cambios.
Y no son pocas. En la plataforma Ágora (agora.gob.pa), creada en noviembre de 2020 a raíz del llamado Pacto del Bicentenario Cerrando Brechas, convocado por el presidente de la República, Laurentino, Cortizo, hay al menos 472 iniciativas relacionadas con cambios constitucionales. Algunas, por supuesto, se repiten o se contraponen.
Este número pudiese variar debido a que las 186,182 mil propuestas en los distintos temas que reposan en Ágora están siendo organizadas para ver su viabilidad científico-técnica, proceso que debe concluir el próximo 15 de abril.
En materia de Constitución, como era de esperarse, los ciudadanos fijan su mirada en la composición de los tres órganos del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Plantean, por ejemplo, limitar los poderes de la Asamblea Nacional (AN), del presidente de la República y de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Sugieren, también, eliminar la reelección de los diputados.
Asimismo, buscan que se incluya en la Constitución el mecanismo de convocatoria para la constituyente originaria, “para una verdadera participación ciudadana, objetiva en la conversión nacional hacia un país de primer mundo”, dice una iniciativa.
Son ideas muy diversas. Por ejemplo, alguien propuso modificar el artículo 56 de la Constitución, que trata, entre otras cosas, sobre la protección del matrimonio, la maternidad y la familia, para incluir la protección “a los más vulnerables, incluyendo a los no nacidos”.
Este diálogo Cerrando Brechas fue impulsado por Cortizo tras el fracaso del intento de reforma constitucional de 2019 por vía de dos asambleas y debe concluir el 20 de noviembre de 2021, según el cronograma.
Hay que recordar que, en diciembre de 2019, Cortizo retiró de la Asamblea Nacional el proyecto de reformas preparado por el Consejo de la Concertación Nacional para el Desarrollo y avalado por su Gabinete. Lo hizo, luego de una serie de protestas ciudadanas debido a que los diputados incluyeron artículos que, entre otras cosas, reforzaban su poder y restaban facultades al Ejecutivo.
Cabe señalar que cuando Cortizo hizo la convocataria del diálogo, se centró en salud, educación y seguridad social. No obstante, ahora hay un cúmulo de iniciativas de todos los temas.
Las reglas del Tribunal Electoral
Mientras esto ocurre sin mucho ruido, en el país se activan otros movimientos que propugnan por reformas.
Precisamente, la semana pasada el Tribunal Electoral (TE) acogió la primera solicitud presentada para reformar la Constitución, vía una constituyente paralela.
El Movimiento Justicia Social, que lidera el abogado José Luis Galloway, impulsó esta solicitud. Aunque el TE ya avaló la petición, aún no empieza a correr el tiempo para la recolección de firmas.
El Decreto Electoral No. 2 del 4 de febrero de 2021 establece que después que el TE avale la solicitud, la agrupación y sus activistas deberán pasar por un proceso de capacitación sobre los métodos de recolección de firmas, que se basan en los kioscos de autoservicios del TE y a través de dispositivos móviles que utilizarán una aplicación con validación biométrica desarrollada por el TE.
Luego, deberá recolectar, en seis meses, el 20% del padrón electoral vigente al 31 de diciembre del año anterior. Esto representaría 551 mil 564 firmas, con base en el último padrón (el de las elecciones de mayo de 2019).
Panamá Decide, otro grupo ciudadano que se está organizando para recoger firmas, ha convocado a “todos los ciudadanos” que deseen mejores días para el país, a que participen. Ellos esperan empezar la recolección este mes. El grupo también ha abogado por la sumatoria de las firmas de todos los movimientos que impulsen la constituyente paralela.
Sobre este aspecto, Galloway dijo que no habría problemas, ya que “el común denominador es recolectar las firmas antes de los seis meses establecidos”.
El dilema: reformar o no
Pero ya hay voces que han dicho que una constituyente no ayudaría al país. Es el caso del abogado Mario Galindo, quien en una entrevista en TVN dijo que “espero que fracasen en la recaudación de las firmas”. Explicó que no ve que una constituyente, en estos momentos, resuelva ninguno de los problemas del país.
“No se puede esperar de una nueva Constitución que haga milagros, apenas si puede sentar normas generales que no surten ningún efecto en la práctica”, afirmó Galindo.
Sin embargo, dirigentes de Panamá Decide han dicho que el país no tendría nada que perder si hace el esfuerzo de convocar la constituyente.
“No hacer nada es peor “, dijo Mariela Ledezma, miembro de ese grupo.
Galloway, por su parte, considera que este es el momento de hacer el cambio constitucional que desde hace años requiere el país. Aseguró que apoya la constituyente paralela porque es algo que está normado en la Constitución y no suspende los poderes, mientras que la originaria, que impulsan algunos dirigentes obreros, rompe los parámetros tradicionales y no se va a poder “controlar”.
El abogado y consultor de políticas públicas David Montenegro también ha dicho que la constituyente es la única opción para adecentar el país.