En lo que va de la pandemia, ellos lograron detectar el 97% de los casos de la Covid-19 en el país, casi 9 mil de los registrados hasta ahora. Su tarea no es nada fácil, porque además del miedo al virus tuvieron que enfrentar el rechazo de la población, balaceras en barrios violentos e, incluso, motines en centros carcelarios.
Son los equipos de respuesta rápida creados por el Ministerio de Salud (Minsa) para encontrar los casos en los domicilios de las personas. Estos grupos comenzaron con unas 40 personas, pero a medida que el nuevo coronavirus tomaba fuerza en Panamá las autoridades sanitarias los ampliaron a más de 125 integrantes.
Cada equipo está integrado por un médico, una enfermera, un conductor, un agente de la Policía Nacional y hasta un odontólogo, quienes trabajan en la toma de muestras en las comunidades.
Ellos trabajan con la plataforma virtual Respuesta Operativa de Salud Automática (ROSA) y solo en la Región Metropolitana de Salud hacen hasta 200 hisopados por día a posibles portadores del virus.
Leonardo Labrador, jefe de Salud Pública de la Región Metropolitana de Salud y coordinador de estos equipos, subrayó que detectar los casos casa por casa es una “tarea compleja” debido a que implica un gran esfuerzo y riesgo diario.
Labrador narra que durante su labor se han tenido que enfrentar a situaciones algo incómodas, pues, en algunas comunidades sus residentes les han pedido que se alejen o retiren, porque temen ser contagiados.
También en Curundú les tocó presenciar una balacera e, incluso, quedaron atrapados en el Centro Femenino de Rehabilitación Cecilia Orillac de Chiari, durante un motín de las reclusas cuando tomaban las muestras.
“Mi equipo es un grupo comprometido y sacrificado. Hacemos lo que nos gusta y tenemos vocación”, manifestó el funcionario.
Según el jefe de Salud Pública, desde que comenzó la pandemia el pasado 9 de marzo, dos de los conglomerados de casos que les han llamado la atención y que lograron detectar a tiempo fueron los que surgieron en la Policía Nacional (125 casos) y en la comunidad de Koskuna, en Veracruz (96 casos).
Dijo que el próximo gran desafío para todos será detectar y controlar eventuales brotes en empresas, ahora que se reabrieron algunas actividades económicas.