Los tres hermanos y cinco de los seis hijos de Mauro Zúñiga solicitarán al Ministerio Público (MP) que investigue si la firma que consta en el poder que presentó el abogado Carlos Ameglio Moncada para desistir de la querella contra Ricardo Martinelli por espionaje político, es la de su familiar.
Luis Guillermo Zúñiga, hermano de Mauro Zúñiga y vocero de la familia, dijo ayer a La Prensa que, a su juicio, la que aparece en el poder no es la firma de su hermano y que muy probablemente se la “falsearon”. Por esta razón, en los próximos días presentarán una denuncia ante el MP para que, entre otras cosas, peritos grafotécnicos de la institución examinen la firma. Aseguró que “quieren que las cosas se investiguen, y que se aclaren, pues todos quieren saber la verdad”.
Luis Guillermo Zúñiga narró que les sorprendió la noticia de que su hermano había llegado a un “acuerdo económico” con el expresidente Martinelli, para apartarse del caso. “Él no sería capaz de doblegar su dignidad”, añadió luego de explicar que Mauro Zúñiga está muy enfermo. Incluso, añadió, respira con oxígeno.
Mientras, en una carta que se hizo pública ayer, Luis Guillermo Zúñiga expuso que no pretende censurar a Martinelli ni a sus abogados, pues un “acuerdo económico” es una posibilidad jurídica de solución de conflictos establecida en la ley, por lo que él no tiene el derecho de juzgar su moralidad, pero que solicita al procurador Javier Caraballo que investigue el asunto para determinar si Mauro José Zúñiga Araúz, al momento de suscribir el poder otorgado al abogado, estaba en la capacidad de comprometerse, o si adolece de algún tipo de incapacidad que disminuya o anule su discernimiento.
También solicita que se designe una comisión de médicos del Instituto de Medicina Legal para que visite a su hermano en su lecho de enfermo, y que investigue si Zúñiga Araúz recibió dinero producto del desistimiento y si esos fondos fueron depositados en su cuenta bancaria o la de otra persona.
“Mauro no ha recibido ningún real. Aquí hay alguien que se ha aprovechado de la condición de Mauro”, insistió. Y reiteró: “Esa no es la firma de mi hermano”.
El juicio
El pasado miércoles 21 de julio, primer día del nuevo juicio que se sigue a Martinelli por la interceptación de comunicaciones y seguimiento sin autorización judicial, el Tribunal de Juicio admitió el desistimiento de las querellas de Mauro Zúñiga, y de Rubén Polanco. También avaló el poder que presentó Juan Carlos Navarro para retirarse del caso.
El abogado Carlos Herrera Morán, quien representó a Zúñiga en este proceso durante seis años, explicó ayer que la última vez que se comunicó con su cliente fue en enero pasado y que a partir de ese momento, cada vez que lo llamaba, su esposa, cuyo nombre omitió, le decía que Zúñiga no podía pasar al teléfono porque estaba “muy enfermo”, porque “estaba desorientado” o no tenía “lucidez”. El jueves 15 de julio volvió a llamar y, como siempre, la esposa le contestó. Pero, a diferencia de las otras veces, en esa ocasión le dijo que “Mauro no estaba bien y que ella y los hijos se reunieron y tomaron la decisión de no seguir con el proceso”. También le sugirió que se comunicara con el abogado Carlos Ameglio Moncada.
“Quedé perplejo”, dijo Herrera Morán.
Al día siguiente, Herrera Morán acudió a la Oficina Judicial del Sistema Penal Acusatorio para darle seguimiento al caso, y fue allí donde se encontró con Ameglio Moncada, quien iba a presentar el poder para desistir de la querella. Los dos abogados tuvieron un altercado en los pasillos del recinto judicial. “Háblate con la cónyuge, ellos te van a pagar los honorarios [por los servicios jurídicos prestados]”, le dijo Moncada a Herrera Morán, según su versión del hecho.
La Prensa llamó varias veces al celular de Ameglio Moncada, pero no respondió. También llamó al celular de Mauro Zúñiga y tampoco hubo respuesta.
En junio de 2019, en medio del juicio a Martinelli por los pinchazos, Mauro Zúñiga relató al tribunal la manera como fue espiado durante los años 2012 a 2014. Dijo que sintió mucho “miedo” por su seguridad y la de su familia, debido al seguimiento del que fue objeto. Culpó directamente a Martinelli por espiarlo.