En medio del escándalo en la Lotería Nacional de Beneficencia por presuntas anomalías en la devolución y cobro de chances y billetes, surgen voces que piden reformar la ley de la entidad, que data de 1914.
El propio presidente de la junta directiva, Publio De Gracia, opinó que esta coyuntura brinda una “oportunidad de modernizar procesos para hacerlos digitales y que sean instrumentos que garanticen transparencia”.
Así también lo consideró Fernando Aramburú Porras, presidente de la Fundación Belisarios Porras, mientras que el analista político Richard Molares dijo que “la única forma de librar la lotería del control de partidos y donantes, y sacarla de la repartición del Estado como negocio en cada gobierno, es con una dirección técnica y profesional sometida a la fiscalización ciudadana, con auditorias independientes, rendición de cuentas periódica a la sociedad y transparencia absoluta”.
A juicio de la exprocuradora Ana Matilde Gómez, el sistema permite un “¿qué hay para mí?”. Por ello, Cristian Ábrego, de Conciencia Ciudadana, propuso que el Presidente no designe a la junta directiva y que lo haga un consejo representado por personas que no hayan corrido a cargos de elección.
Se alzan voces a favor de reformar ley de la Lotería
Que el presidente de la República no elija ni a los miembros de la junta directiva ni a la cúpula que administre la Lotería Nacional de Beneficencia (LNB) y que se publiquen los nombres de los tenedores de las libretas de chances y billetes son algunos de los cambios que plantean dirigentes de la sociedad civil organizada para la entidad, hoy envuelta en un escándalo por presuntas irregularidades en la devolución y cobro de chances y billetes.
El sistema, creado para ayudar a los panameños más vulnerables del país, parece haber colapsado con los últimos escándalos y la culpa –señalan los ciudadanos– se debe a la politización de la entidad que –advierten– necesita una reforma.
La exprocuradora de la Nación y exdiputada Ana Matilde Gómez destacó, por ejemplo, que el sistema “permite el ¿qué hay para mí? [y] es por eso que a los aliados políticos no les importa otro puesto”. A su juicio, las denuncias han dejado en evidencia “que hay un esquema de corrupción montado desde la cabeza política, cuando los gobiernos se dividen las instituciones hasta la entrega de las ayudas sociales...” .
Sin política partidaria
Por ello, propuso digitalizar toda la entidad y que se respete la entrega de libretas que, según la norma, es para las personas en vulnerabilidad. “El gran problema es que los billeteros no son los dueños de las libretas. El gobierno que en verdad quiera transparentar lo que está pasando en la Lotería debe comenzar por publicar el listado real de quienes son los dueños de las libretas...”, pidió.
Para el analista y docente universitario Richard Morales, la única forma de librar la administración de la LNB del control de partidos y donantes, que se da con cada gobierno, es “con una gestión autónoma, bajo una dirección técnica y profesional sometida a la fiscalización ciudadana, con auditorías independientes, rendición de cuentas periódica a la sociedad y transparencia absoluta de todos sus procesos”. Y esto solo se lograría con una reforma, opinó.
Los cambios para Cristian Ábrego, de Conciencia Ciudadana, deben enfocarse en la elección de la junta directiva y la dirección de la Lotería. “Todos son nombrados por una persona: el Presidente. [Este ] es un ejemplo más del exceso de presidencialismo que tiene este país. Los miembros de la junta directiva no pueden ser nombrados por personas que hayan corrido a puestos de elección popular, porque terminarán empleando para devolverle los favores políticos”, dijo.
El presidente de la junta directiva en representación del Ministerio de Economía y Finanzas, , Publio De Gracia, tampoco es ajeno a la necesidad de una reforma. En estos momentos, a su juicio, sería una “oportunidad de modernizar procesos para hacerlos digitales y que sean instrumentos que también garanticen transparencia, para que el juego de la Lotería siga manteniendo la confianza del jugador y que siga brindando la respuesta social que lleva la Lotería a muchas familias”.
La creación oficial de la LNB, antes Lotería de Panamá, ocurrió en 1914 bajo el mandato del entonces presidente Belisario Porras.
En ese contexto, Fernando Aramburú Porras, presidente de la Fundación Belisario Porras, aunque es consciente de la necesidad de una reforma, dejó claro que la LNB se creo con el objetivo de “apoyar a los más necesitados en los asilos , hospitales y escuelas”.
Señaló que la LNB debe “respetarse”, ya que es una de las entidades más queridas por los panameños.
Diligencia y norma
Ayer, antes de que la junta directiva de la Lotería se reuniera con Gloriela Del Río, directora de la entidad, la Sección de Atención Primaria de la Fiscalía Anticorrupción, junto a Criminalística del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses y Defensa Pública, realizaron una diligencia de inspección ocular en las direcciones de operaciones de la Lotería, en la sede y las agencias de Los Pueblos y San Miguelito.
Del Río fue cuestionada por la junta directiva, que luego remitirá un informe al presidente Laurentino Cortizo. La junta, según la Ley 25 de 1914, orgánica de la LNB, puede solicitar al mandatario la remoción de Del Río por un pronunciamiento unánime de sus miembros.
La LNB tiene varias normativas dispersas que la regulan. Entre ellas, la Ley 25 de 1914 (orgánica); Ley 9 de 1919, por la que se designó la junta directiva; Ley 109 del 8 de febrero de 1943; Ley 96 del 4 de diciembre de 1963; los Decretos de Gabinete No. 224 del 16 de julio de 1969 y No. 57 de 1970.
Sin embargo, de acuerdo con la Constitución Política, le corresponde al Ejecutivo presentar las reformas de la LNB.