Estados Unidos quiere que se abra una investigación internacional “robusta y clara” sobre los orígenes de la pandemia Covid-19 que estalló en diciembre de 2019 en China, dijo la nueva portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
En declaraciones a la prensa, Psaki expresó que era “imperativo llegar al fondo” de cómo apareció y se propagó el virus en todo el mundo.
Un equipo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) llegó el 14 de enero a Wuhan, China, para investigar los orígenes del nuevo coronavirus, cuyos primeros casos se detectaron a finales de 2019 en esta ciudad del centro de China.
La OMS ha dicho que es demasiado pronto para sacar conclusiones sobre si la Covid-19 se originó en China.
“Todas las hipótesis están sobre la mesa. Claramente es demasiado pronto para llegar a una conclusión sobre el lugar donde nació este virus, ya sea en China o fuera de China”, declaró el director encargado de emergencias sanitarias en la OMS, Michael Ryan.
“Hay distintas (…) observaciones científicas en diferentes partes del mundo”, añadió. “Es un gran puzzle y no se puede tener una visión de conjunto mirando una de las 10 mil piezas de un rompecabezas”.
China ha insinuado varias veces que el coronavirus surgió fuera de sus fronteras.
“ Todas las hipótesis están sobre la mesa. Claramente es demasiado pronto para llegar a una conclusión sobre el lugar donde nació este virus”.
Michael Ryan, encargado de de emergencias sanitarias de la OMS
Cada vez más mortal
Por lo pronto, el virus sigue causando estragos con más de 2 millones de muertos. Y el número de contagios en el mundo ha superado los 100 millones y, según dijo la OMS, las nuevas variantes del virus continúan propagándose. La británica está presente ya en 70 países y la sudafricana, en 31.
En todo el mundo, la curva de muertos se va aplanando en cifras cada vez más altas (de media, 14 mil decesos diarios desde el 22 de enero, contra los 10 mil de finales de noviembre).
El reloj del cataclismo
En tanto, el reloj del apocalipsis, que simboliza la inminencia de un cataclismo planetario, fue mantenido en la medianoche menos 100 segundos por el grupo de científicos que lo maneja, que subrayaron la ineficacia de los gobiernos en la gestión de la pandemia y su falta de preparación ante las amenazas nucleares y climáticas.
Este reloj simbólico fue creado en 1947 por la ONG Boletín de los Científicos Atómicos para advertir sobre un cataclismo nuclear. El año pasado, las manecillas habían avanzado 20 segundos e indicaron la hora más cercana a la medianoche en la historia del reloj.
“La mortal y aterradora pandemia de Covid-19 sirve como una llamada de atención histórica, un claro ejemplo de que los gobiernos nacionales y las organizaciones internacionales están mal preparados para hacer frente a las amenazas de las armas nucleares y el cambio climático que realmente podrían acabar con la civilización', dijo Rachel Bronson, directora de la organización.
Cada año, un grupo de expertos compuesto por 13 premios Nobel marca la nueva hora.
“¡Despiértense!”, pidió a los jefes de Estado de las grandes potencias, el exgobernador de California, y presidente de la ONG, Jerry Brown.
“Estados Unidos, Rusia y las potencias nucleares del mundo deben dejar de gritarse entre sí. Es hora de eliminar las armas nucleares, no de construir más. Lo mismo ocurre con el cambio climático: Estados Unidos, China y otros países importantes deben abordar seriamente las emisiones mortales de carbono”, argumentó.
Creado después de la Segunda Guerra Mundial, el reloj del apocalipsis originalmente apuntaba a siete minutos antes de la medianoche.
En 1991, al final de la Guerra Fría, retrocedió a 17 minutos antes de la medianoche. En 1953, así como en 2018 y 2019, estuvo en la medianoche menos dos minutos.