El expresidente boliviano Evo Morales se retractó ayer de una declaración que hizo el pasado fin de semana desde Buenos Aires, Argentina.
“Hace unos días se hicieron públicas unas palabras mías sobre la conformación de milicias. Me retracto de ellas. Mi convicción más profunda siempre ha sido la defensa de la vida y de la paz”, aseguró en una carta pública difundida desde su cuenta en la red Twitter.
El exjefe de Estado levantó protestas en Bolivia y Argentina, país en el cual está como refugiado político desde el 12 de diciembre de 2019, después de declarar el pasado fin de semana a una radio cocalera boliviana que “de acá a poco tiempo, si volviera [...], hay que organizar, como en Venezuela, milicias armadas del pueblo”.
En su nota de rectificación, Morales acotó que “no quiero que nada de lo que diga sea usado como un pretexto para perseguir y reprimir a mis hermanas y hermanos”.
La declaraciones de Morales provocaron protestas de la Unión Cívica Radical de Argentina, cuyo presidente, Alfredo Cornejo, cuestionó el estatus de refugiado del exmandatario en ese país.
Tras conocer esa retractación pública, la canciller boliviana, Karen Longaric, comentó: “En realidad eso ya es irrelevante, porque desde su fuero interno, él ha hecho conocer todas las intenciones que tiene con el país y con el pueblo boliviano”.
El gobierno transitorio de Bolivia sostiene que las declaraciones de Morales caen en los delitos de sedición y terrorismo y los sumó a una investigación en la fiscalía.
Un grupo de militares jubilados envió una carta al ministro de Defensa, Luis Fernando Peredo, en la que revelan que Morales, quien llegó al poder en 2006 y gobernó hasta dimitir el 10 de noviembre de 2019, ideó en 2014 la conformación de una “Guardia Nacional del Estado Plurinacional de Bolivia”.