La Caja de Seguro Social (CSS) informó que hay una lista con 38 medicamentos del cuadro básico que fueron declarados en “desabastecimiento crítico”, por lo cual estos fármacos se comprarán a través del mecanismo especial contemplado en el Decreto Ejecutivo 26 del 15 de marzo de 2022.
El decreto fue publicado esta semana en Gaceta Oficial y permite realizar compras más ágiles de medicamentos en la CSS y el Ministerio de Salud (Minsa).
Adjuntos
Gaceta Oficial 29496-B.pdfSegún la CSS, entre los medicamentos declarados en desabastecimiento crítico están los de oftalmología, hematología, otitis y otros para tratamiento de la depresión y las infecciones.
La Federación Nacional de Asociaciones de Pacientes con Enfermedades Críticas, Crónicas y Degenerativas planteó que el nuevo decreto es una “ruta” para adquirir medicinas y era algo que había que hacer con urgencia.
Esta agrupación, que tiene uno de los 7 puestos de la Comisión para la Evaluación del Desabastecimiento Crítico de Medicamentos, aseguró que los más afectados con la falta de medicamentos son los pacientes con enfermedades crónicas.
En palabras de Emma Pinzón, quien forma parte de la Federación, “entre el 40% y 50% de la población tiene diabetes o hipertensión, y usan los medicamentos que están en desabastecimiento”.
‘Llevamos 25 años hablando sobre la falta de medicinas’
Los pacientes con enfermedades crónicas son el rostro más visible y triste de la falta de medicinas que se reporta todos los años en entidades como la Caja de Seguro Social (CSS) o el Ministerio de Salud (Minsa).
El problema se acentúa en la CSS, ya que esa entidad atiende al 87% de la población total del país, la cual está por el orden de 4.2 millones de habitantes. Es decir, casi nueve de cada 10 panameños acude a la CSS.
Se trata de un problema grave, ya que generalmente quienes más sufren por la escasez de fármacos son las personas con enfermedades crónicas, como los diabéticos y los hipertensos.
En palabras del epidemiólogo Arturo Rebollón, las estimaciones oficiales del Minsa y la CSS precisan que en el país hay alrededor de 400 mil pacientes diabéticos y 1.5 millones con hipertensión, lo que representa más del 45% de la población total del país.
“Por eso es que el desabastecimiento no es un problema logístico, sino de salud pública. La gente necesita acceso a sus medicamentos”, consideró Rebollón.
El escenario
Esta semana, fue publicado en Gaceta Oficial el Decreto Ejecutivo 26 del 15 de marzo de 2022, que establece el “Reglamento para compras conjuntas o unilaterales de la CSS y el Minsa, cuando se declare el desabastecimiento crítico de fármacos y medicinas”.
La Federación Nacional de Asociaciones de Pacientes con Enfermedades Críticas, Crónicas y Degenerativas considera que es bueno que finalmente se haya creado y puesto en marcha una hoja de ruta, para la compra de fármacos.
Para acogerse a este reglamento, el medicamento debe ser declarado en desabastecimiento crítico por una comisión evaluadora, la cual está conformada por entidades como el Minsa, la CSS, el Colegio de Farmacéuticos, el Colegio Médico y el Ministerio de Economía y Finanzas. También están la Defensoría del Pueblo e integrantes de la Federación Nacional de Asociaciones de Pacientes con Enfermedades Críticas, Crónicas y Degenerativas.
“Se puede mejorar en el camino, pero había que comenzar con algo”, dijo Emma Pinzón, quien forma parte de dicha Federación.
Sobre la población afectada por la constante escasez de medicinas, Pinzón sostuvo que mayormente son aquellos que padecen hipertensión y diabetes. “Casi un 50% de la población tiene hipertensión y diabetes, y algunos tienen las dos [enfermedades]. Precisamente, son ellos los que usan los medicamentos que hacen falta”, puntualizó.
Por su parte, Faustina Díaz, presidenta de la Federación, subrayó que la promulgación del Decreto Ejecutivo 26 es un avance; no obstante, considera que se debe estar al día con la asignación de presupuesto, para llevar a cabo esas compras en la CSS.
“No solo hablamos de medicamentos, sino también de insumos. Incluso, en algunas farmacias tampoco se cuenta con insulina”, acotó.
En esa misma línea, Orlando Quintero, director de la Fundación Pro Bienestar y Dignidad de las Personas Afectadas por el VIH/Sida (Probidsida), manifestó que esta nueva fórmula para agilizar el proceso de compra debe implementarse lo más pronto posible.
Quintero, quien también forma parte de la Federación, expresó que los pacientes con VIH/Sida también son perjudicados. “Solo en pacientes con VIH estamos hablando de casi 20 mil personas que necesitan tratamiento. En el caso de nosotros, ahora mismo no hay fármacos como el ritonavir, pero también hay pacientes crónicos que necesitan la insulina y no hay. Llevamos 25 años hablando de falta de medicinas y esto no ha parado”, se lamentó el activista.
La respuesta
La CSS informó ayer que la lista de 42 medicamentos de difícil adquisición fue elaborada en junio de 2020; ahora ha sido actualizada y reducida a 38 medicamentos, cuyo desabastecimiento sigue siendo crítico.
Entre los que están en esa lista figuran fármacos para problemas respiratorios, sustitutos sanguíneos, dermatológicos, cardiovascular, oftalmológicos, gastrointestinales, antiretrovirales, vitaminas, antiepilépticos, antibacterianos y hematológicos.
María Teresa Donderis, coordinadora de la mesa de trabajo para la adquisición y abastecimiento de medicamentos de la CSS, confirmó que la lista fue depurada y reducida a 38 medicamentos que se pueden clasificar en la categoría de desabastecimiento crítico.
En cuanto a la reducción del tiempo en la adquisición de los fármacos con el nuevo decreto ejecutivo, la funcionaria planteó que el tiempo que corresponde a los procesos de adquisición que debe realizar la Caja de Seguro Social se reduce de aproximadamente 2 meses a 15 días.
Sin embargo, detalló que hay tiempos externos que la CSS no controla y puede ocurrir que el ofertante tenga que ordenar la fabricación del fármaco en el extranjero, lo que podría tardar meses.
Donderis destacó que el nuevo decreto reduce de manera importante varias de las etapas en las compras, como la publicación del acto en los periódicos (de 30 días a 3 días), la notificación en línea y la recepción de propuestas de los proveedores.
“Cada medicamento tendrá un tiempo variable para su adquisición, ya que dependerá de que existan propuestas de proveedores o laboratorios”, concluyó.
