La vacuna contra la Covid-19 de la farmacéutica Johnson & Johnson y su posible relación con coágulos sanguíneos sigue bajo observación de la comunidad científica.
Primero, la semana pasada la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) comunicó que iniciaba el examen de la vacuna de Johnson & Johnson por su posible vínculo con coágulos sanguíneos en quienes recibieron dicho tratamiento.
Y ayer, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) recomendaron a Estados Unidos que pause el uso de la vacuna, tras seis “raros casos” de coágulos reportados en ese país.
Los seis casos notificados se encuentran entre las más de 6.8 millones de personas que recibieron dosis de la vacuna, administradas en Estados Unidos. Según un comunicado conjunto de expertos de la CDC y la FDA, los casos ocurrieron entre mujeres de 18 y 48 años, y los síntomas se reportaron de 6 a 13 días después de aplicada la dosis a la persona.
Eduardo Ortega, quien forma parte del equipo que asesora al Gobierno en el tema de las vacunas, subrayó que es “bueno” el reporte de ambos organismos de regulación en Estados Unidos porque eso demuestra que la vigilancia es “positiva”.
“Ellos recomendaron pausar la vacuna para realizar una investigación y nosotros debemos esperar lo que dicen ellos [FDA y CDC]”, puntualizó.
No obstante, el científico reiteró que los beneficios superan a los riesgos al utilizar este tratamiento. Por ejemplo, estimó que es 20 mil veces más probable que a una persona le dé Covid-19 a que sufra un evento por recibir la dosis de esta vacuna. También precisó que es mil 500 veces más probable que una persona muera por el virus a que fallezca por un evento originado por el tratamiento de Johnson & Johnson.
En palabras del también director de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, el análisis que hagan la FDA y el CDC podría tomar una semana o poco más. “Creo que su evaluación a estos casos será rápida”, aportó.
El anuncio de los reguladores estadounidenses se da una semana después que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) comenzara un análisis de posibles vínculos entre la vacuna de Johnson & Johnson y coágulos sanguíneos.
La EMA precisó en un comunicado que su comité de seguridad inició la revisión como una “señal de seguridad”, para evaluar los informes de eventos “tromboembólicos” con personas vacunadas.
“Se han notificado cuatro casos graves de coágulos sanguíneos inusuales con un nivel bajo de plaquetas después de la vacunación con la vacuna Janssen contra la Covid-19”, detalló el ente regulador, en referencia a la filial europea del gigante farmacéutico de Estados Unidos.
Uno de los casos se produjo en un ensayo clínico y tres casos se produjeron durante el despliegue de la vacuna en Estados Unidos. Se informó que uno de ellos fue mortal.
De momento, la EMA aprobó el uso de la vacuna de Johnson & Johnson, pero su despliegue en los 27 países de la Unión Europea no comenzará hasta finales de este mes. En el caso de Panamá, el gobierno negocia con Johnson & Johnson un acuerdo para el suministro de 300 mil dosis, pero aún no se concretado.
Vacuna de AstraZeneca
Al respecto, Ortega indicó que ahora hay que confirmar si los casos de coágulos son similares o no a los observados en Europa con la vacuna de AstraZeneca, donde la proporción era de cuatro eventos por millón de vacunados.
En lo que respecta a Johnson & Johnson, la proporción es de casi un caso por cada millón de vacunados.
“El beneficio de la vacuna es muy superior al riesgo. En Panamá tenemos 83 mil 690 casos y mil 430 muertes por millón de personas. Es posible que haya que utilizarla en grupos específicos”, concluyó el científico.
La EMA también llevó a cabo un proceso de revisión de la vacuna de AstraZeneca por trombos sanguíneos que han sufrido personas vacunadas con el fármaco anticovid. En su informe final, el ente regulador indicó que los eventos deben ser considerados un efecto secundario “muy raro” del fármaco.
A raíz de esto, la Organización Mundial de la Salud recomendó a todos los países que continúen utilizando la vacuna de AstraZeneca mientras se investigan los eventos mencionados.
Según el especialista en salud pública Jorge Luis Prosperi, para promover la confianza de la población en las vacunas necesitamos una fuerte estrategia de comunicación e información basada en evidencia científica.