La Sociedad Panameña de Obstetricia y Ginecología informó ayer sobre la falta del medicamento misoprostol, el cual es utilizado para inducir la labor de parto o la expulsión del producto (feto) en los casos de aborto inevitable o por infección.
Jaime Sánchez, presidente de la organización médica, subrayó que los miembros de la Sociedad que trabajan en los hospitales públicos del país vienen denunciando la escasez de este fármaco.
Según Sánchez, en Panamá se viene utilizando este producto desde hace más 20 años, pero el principal problema que enfrentan es que inicialmente estaba indicado para problemas de grastroenterología y no de obstetricia, lo que obligaba a los hospitales a importarlo bajo la figura de “excepción al registro sanitario”.
“No usarlo complica y pone en riesgo la atención de estas pacientes”, dijo Sánchez, quien agregó que los otros productos fármacos que se utilizan en este momento cuestan hasta 30 veces más y son menos efectivos que el misoprostol.
En palabras de Sánchez, es el momento para que tanto la comunidad de médicos y autoridades del Ministerio de Salud (Minsa) se reúnan a tratar este tema, ya que si bien hace décadas atrás fue indicado para gastroenterología, hoy la evidencia científica demuestra su efectividad en obstetricia.
Usó como ejemplo la vacuna contra la Covid-19, la cual en principio no fue recomendada para embarazadas y ya van más de 8 mil gestantes vacunas en el país.
Domingo Moreno, ginecólogo y coordinador de la Comisión Médica Negociadora Nacional, expresó que el producto es bueno, económico y eficaz.
“Contribuye en reducir la labor de parto de 10 horas a 4. Además, en Estados Unidos y México se utiliza de forma rutinaria”, manifestó el especialista.
Por su parte, la Dirección de Farmacia y Drogas del Minsa comunicó que aunque existen estudios que indiquen que el misoprostol puede ser efectivo para la inducción del parto, la excepción al registro sanitario debe corresponder a la indicación aprobada en el país de origen del producto a importarse. Es decir, dicha excepción debe corresponder al uso en gastroenterología.
De hecho, en una nota, la Dirección de Farmacia y Drogas le comunicó este año al Departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Santo Tomás que el misoprostol “no está indicado para las complicaciones en el embarazo, y que debe ser el Servicio de Gastroenterología el que justifique su uso”.
En 2020, hubo 67 mil 770 nacimientos y 6 mil 840 defunciones fetales en el país.