La empresa a la que el Ministerio de la Presidencia le ha comprado la mayor cantidad de ventiladores destinados a hospitales del Estado para enfrentar la pandemia del nuevo coronavirus –y a la que habría que pagarle la mayor cuantía–, Primo Medical Group Corp., se dedicaba –hasta julio de 2019– a la venta de partes de autos.
Sus dignatarios, además, son los mismos que tenía hasta enero de 2019 otra compañía envuelta en el reciente escándalo del contrato de $168 millones de la Caja de Seguro Social (CSS).
Primo Medical Group –sociedad que desde su constitución, en 2015, hasta 2019, se llamaba Boga Group Corp.– se dedicó a la compra, venta y distribución al por mayor de partes de vehículos, revela su pacto social, publicado en el Registro Público. Desde julio de 2019, se registró como oferente de insumos médicos en el Ministerio de Salud. (Minsa).
Sin embargo, esta empresa nunca ha importado equipo médico de ningún tipo, según los registros de la Autoridad Nacional de Aduanas. Tampoco le ha vendido insumo alguno al Estado, según el portal gubernamental Panamá Compra.
Es por ello que La Prensa solicitó a Primo Medical Group documentación que probara el ingreso al país de los 32 ventiladores que esta empresa ha proveído al Ministerio de la Presidencia.
Sin embargo, Carlos Bogarín Rangel, director ejecutivo de la empresa, indicó que no podía suministrar tal documentación, y que las importaciones se hacen “mediante empresas especializadas en logística de insumos médicos y son para nuestros clientes fuera en la región”.
Originalmente, el Gobierno le compraría a esta empresa 53 ventiladores –de los que, como ya se dijo, entregó 32–, a un costo global de $2.3 millones. Primo Medical Group aún tendría pendiente la entrega de 21 ventiladores. Si la compra a esta empresa se completara, el costo promedio de cada ventilador sería de unos $43,400.
Sorpresa
En el Registro Público aparecen dos sociedades vigentes y con fichas distintas: Primo Medical Group Corp. y Primo Medical Group HK Panamá Corp. Ambas comparten los mismos directores y dignatarios. En la pequeña comunidad empresarial con más de una década en el mercado de suministro de insumos médicos y, en particular, de ventiladores, nadie ha escuchado de estas dos empresas.
Los dignatarios de la primera son Carlos Bogarín, Roberto Bogarín, y de la segunda, los mismos personajes, más Rommel Tomas Bogarín. El agente residente de Primo Medical Group Corp. es Daniel Alberto Poveda, en tanto que el de Primo Medical GroupHK Panamá Corp. es Raúl Leis Arce.
Los nombres de los dignatarios de estas sociedades aparecían, a su vez –hasta el pasado mes de enero– en la sociedad panameña PMG Logistic Corp., una de las dos integrantes del consorcio Salud en Control a la que, junto a la mexicana Intercontinental de Medicamentos, S.A. de C.V. (Intermed), la CSS le adjudicó en marzo pasado un controvertido contrato de $168 millones para el almacenamiento y distribución de medicamentos de la CSS.
Curiosamente, las siglas de Primo Medical Group (PMG) corresponden a las del nombre de la sociedad PMG Logistic Group.
El contrato de la CSS adjudicado a Intermed y PMG Logistic Group está actualmente suspendido, luego de que el presidente de la República, Laurentino Cortizo, así se lo pidiera al director general de la CSS, Enrique Lau Cortés, tras un escándalo.
Alessandro Cavallera, un directivo de la subsidiaria de Intermed en Panamá: Intermed Consulting Panamá, obsequió a la CSS overoles de seguridad, poco antes de la adjudicación de la polémica licitación.
“La empresa que ofreció los productos mencionados [los ventiladores] pertenece a un grupo empresarial que posee más de 40 años trabajando en el sector salud en América Latina. Efectivamente, Boga Group Corp. se dedicaba a otra línea de negocios, pero esta fue reorientada, por ello, se cambió el nombre de la sociedad a Primo Medical Group HK Panama Corp y actualmente pertenece a otra unidad de negocios del grupo Primo Medical”, respondió a La Prensa Carlos Bogarín Rangel.
Pero su página web (www.primo-med.com) no dice nada de venta de ventiladores o equipos semejantes. Posee un catálogo para la venta de guantes, jeringas, cintas, gasas, indumentaria, sondas, catéteres, agujas hipodérmicas, suturas, mascarillas y equipo para diálisis. Básicamente, insumos médicos.
En tanto, su certificado de oferente vigente del Minsa solo avala la comercialización de tres productos para cirugía.
Según el membrete de la hoja de papel que utilizó Bogarín Rangel para responder las preguntas de este medio, así como su aviso de operación, las oficinas de Primo Medical Group Corp. están ubicadas en Torre Metro Bank, Punta Pacífica, piso 9, oficina 9C.
Pero la dirección que la empresa aportó en su certificado de oferente es otra: Torre Ancón, Costa del Este, oficina 18R, lugar donde se ubica otro comercio, dedicado a la venta de accesorios deportivos, bajo el nombre de la sociedad (disuelta) Power Crunch Protein Corp., cuya secretaria es Isabel Esis Rangel.
En cambio, en el catálogo de proveedores de la CSS, la dirección de Punta Pacífica corresponde también a una sociedad denominada Keydex Panamá S.A., a la que está asociado uno de los hijos de Franklin Vergara. Este último ocupó la titularidad del Minsa durante la administración de Ricardo Martinelli (2009-2014).
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Las entregas
El Ministerio de la Presidencia pudo haber contactado a la representante en Panamá de la marca de ventiladores alemana Dräger –Dräger Panama Comercial–, que ya antes ha vendido equipos médicos a instituciones de salud pública panameñas.
Pero, en lugar de ello, convocó a un intermediario: Primo Medical Group, el cual cotizó, como ya se dijo, 54 ventiladores por un total de $2.3 millones.
La distribuidora de Dräger en Panamá explicó que es una subsidiaria del fabricante alemán, única autorizada para para la venta de los ventiladores de esta marca. Sin embargo, la empresa aclaró que existen intermediarios o los llamados “integradores”, que los contactan y pueden vender el producto.
Pero ellos, como representantes, ofrecen el respaldo del fabricantes con personal técnico idóneo. En cambio, cuando otras empresas venden por su cuenta, deben tercerizar sus servicios.
Aunque Dräger Panama Comercial no fue contactada por el Ministerio de la Presidencia para comprarle ventiladores, la empresa indicó que ellos no habrían podido importar estos equipos en 30 días, debido a la demanda internacional.
En cambio, Primo Medical Group indicó que se ofrecieron 54 de estos equipos, pero luego, “por causa ajenas a nuestra voluntad, renunciamos a uno, quedando en 53 equipos, y están pendiente de entrega otros 21, pero se encuentran en un limbo legal”.
Ese “limbo” al que se refiere pudiera deberse a que la mayoría de las compras de ventiladores fueron canceladas por el Gobierno tras el escándalo de una compra de equipos con supuestos sobreprecios.
Carlos Bogarín Rangel indicó que los equipos vendidos al Estado son nuevos, fabricados en 2015-2016, aunque no aportó pruebas de su importación e indicó que se siguen fabricando sin cambios.
Pero, asumiendo que lo que dice es verdad, lo que la empresa habría entregado al Estado son ventiladores sin uso, fabricados hace cuatro y cinco años, marca Dräger, modelos Evita Infinity V500, Carina y Savina 300.
Es decir, Primo Medical Group vendió equipos que pudieran tener problemas a la hora de obtener refacciones o de darle mantenimiento. Sin embargo, Bogarín Rangel insistió en que sus aparatos “cuentan con la última tecnología en ventilación mecánica para el soporte de vida y son –insistimos– equipos nuevos (no reconstruidos)”, que tienen dos años de garantía.
Los equipos que entregó Primo Medical Group fueron destinados a los hospitales Nicolás A. Solano (Panamá Oeste), Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid y San Miguel Arcángel, en el área metropolitana; y Anita Moreno (Los Santos), informó el Ejecutivo.
En el portal de Panamá Compra, los ventiladores adquiridos por el Estado de forma directa a Dräger Panamá Comercial tienen precios que oscilan entre $14 mil y $50 mil, con tres años de garantía en piezas. Y en este tipo de equipos, la garantía es fundamental, explicaron empresarios con experiencia en esta actividad.
La distribuidora local de Dräger indicó, a su turno, que los precios de sus ventiladores varían entre $20 mil y $60 mil, dependiendo de su configuración.
En el caso de la venta ofrecida por Primo Medical Group, este oferente cotizó los ventiladores de la misma marca alemana, cuyos precios varían entre $32 mil y casi $69 mil, pero la empresa evitó detallar qué modelo correspondían a esos precios, pese a la insistencia de este medio.
La Prensa consultó al Minsa y a la Presidencia sobre detalles de la compra a Primo Medical Group. Del Palacio de las Garzas informaron que “la Presidencia de la República no ha realizado compra de equipos médicos. Como ha sido definido y comunicado públicamente, el Ministerio de la Presidencia es una institución coordinadora y, ante la pandemia por coronavirus, recibe las peticiones que se originan en cada una de las instituciones a cargo de la atención de la pandemia”.
La Presidencia también informó que, “sobre la utilización y la especificidad de los equipos médicos que cumplan con todo el proceso de validación... el Minsa informará oportunamente, toda vez que sean iniciados los procesos de compra y lleguen a su perfeccionamiento legal”.
Lea en nuestra siguiente entrega: Opacidad en las compras de la pandemia