Las imágenes de guardias fronterizos a caballo que el pasado domingo hacían retroceder a migrantes haitianos cerca de Del Río, en Texas, siguen generando controversia. Mientras el gobierno estadounidense anunció una investigación por esos hechos puntuales, la ONU expresó profunda preocupación por las deportaciones masivas de migrantes y el jefe del Senado, Chuck Schumer, instó al presidente Joe Biden a poner fin de inmediato a dicha política.
Ayer, 48 horas después de que se viralizaron en redes sociales y medios de comunicación las imágenes del fotógrafo de la AFP Paul Ratje –que muestran a policías montados a caballo atrapando a migrantes haitianos–, el presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, el demócrata Bennie Thompson, dijo en un comunicado que dichas imágenes “son horribles y muy inquietantes”.
A su vez, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a la prensa que lo sucedido “es horrible [...]. No tengo todo el contexto, pero no imagino en qué contexto eso sería apropiado”.
Mientras, el jefe de la patrulla fronteriza, Raúl Ortiz, explicó que patrullas ecuestres fueron desplegadas el pasado domingo cerca del río Bravo, donde miles de migrantes, en su mayoría haitianos, acampaban con la esperanza de ser autorizados a entrar a Estados Unidos, y anunció que les pidió averiguar “si las personas estaban en peligro y que recopilaran información sobre los contrabandistas”.
“Controlar un caballo en un río es difícil”, admitió.
Por su parte, el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, dijo el lunes que “vamos a investigar los hechos para verificar la situación y así entenderla”.
Advirtió que los haitianos estaban recibiendo información falsa sobre cómo establecerse en Estados Unidos, y reiteró que el gobierno aumentará los vuelos de repatriación, pues las autoridades consideran seguro devolverlos a su país.
Los haitianos, explicó Mayorkas, han sido informados erróneamente que pueden quedarse en Estados Unidos como refugiados bajo el Estatuto de Protección Temporal (TPS) debido a la agitación política y el reciente terremoto que lo devastó.
“Hemos reiterado que nuestras fronteras no están abiertas y que la gente no debería emprender ese peligroso viaje. Si usted entra ilegalmente a Estados Unidos, será devuelto”, indicó.
En este contexto, el jefe del Senado estadounidense, Chuck Schumer, mandó el siguiente mensaje a la Casa Blanca: “insto al presidente Biden (...) a poner fin inmediatamente a estas expulsiones, y a terminar con esta política del Título 42 en nuestra frontera sur. No podemos continuar con estas políticas detestables y xenófobas de [Donald] Trump que ignoran nuestras leyes de refugiados”.
Sin embargo, la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos ha dicho que la “mayoría” de los inmigrantes indocumentados serán expulsados en virtud de la política gubernamental del Título 42, que restringe la inmigración debido a la pandemia de la Covid-19.
“Las imágenes de migrantes haitianos siendo golpeados con látigos y otras formas de violencia física son completamente inaceptables. Este comportamiento debe ser abordado y debemos rendir cuentas. Las imágenes revuelven el estómago”, sostuvo Schumer.
Preocupación global
Ayer, la Organización de Naciones Unidas (ONU) también se pronunció sobre la situación y expresó su “profunda preocupación” por las deportaciones masivas de inmigrantes haitianos, al tiempo que advirtió que personas con solicitudes de asilo serias pueden estar en riesgo.
La agencia de derechos humanos y refugiados de la ONU subrayó que todas las personas que piden asilo tienen derecho a que se consideren sus demandas.
“Estamos seriamente preocupados por el hecho de que parece que no ha habido ninguna evaluación individual en los casos (de Haití)”, señaló la portavoz del organismo internacional, Marta Hurtado.
Esto, prosiguió, indica que “quizás algunas de estas personas no han recibido la protección que necesitaban”.
La portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, Shabia Mantoo, precisó que solicitar asilo es un “derecho humano fundamental”. “Pedimos que se respete ese derecho”, aseveró.
Washington había suspendido de manera temporal la deportación de inmigrantes haitianos después de que un devastador terremoto sacudiera el mes pasado la nación caribeña.
Pero las expulsiones se reanudaron y bajo presión de que deben de ser rápidas, después de que por lo menos 15 mil hatianos entraron en los últimos días en Estados Unidos desde México y se encuentran varados desde hace varios días en el estado de Texas, bajo un puente que cruza el río Grande.
