Horas después de impactar ayer en las costas caribeñas de Nicaragua y Honduras el huracán Eta parecía dirigirse tierra adentro en ambas naciones, según pronósticos del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
De hecho, dicho organismo advirtió que los “efectos catastróficos” del fenómeno –categoría 4– podían provocar deslizamientos de tierra en otras regiones de Centroamérica.
Es probable que “el centro de Eta se mueva tierra adentro sobre el norte de Nicaragua hasta el miércoles en la mañana y luego se mueva a través de sectores del centro de Honduras el jueves en la mañana”, dijo el Centro ayer.
Hasta la hora de cierre de esta edición, las autoridades nicaragüenses reportaban inundaciones, cortes de carreteras y desborde de ríos en las empobrecidas ciudades y aldeas situadas en el Caribe Norte de ese país, donde el huracán impactó ayer, cerca de la frontera con Honduras.
Eta ingresó cerca de las costas de Bilwi, principal ciudad del Caribe Norte de Nicaragua, con vientos de 230 kilómetros por hora, afirmó el director de Meteorología del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), Marcio Baca.
Mientras, el ministro de Infraestructura, Oscar Mojica, confirmó “caída de bastantes árboles y una fuerte afectación de transitabilidad” en toda la región.
El caudaloso río Wawa, que une a Bilwi con el resto del país, se desbordó.
“Bilwi esta muy afectado. Hay barrios aledaños y puentes inundados, muchas casas sin techo y la situación sigue porque el huracán sigue su pasó hacia adentro del territorio con mucha lentitud”, detalló Kevin González, voluntario.
“Fue una noche de terror, porque las fuertes ráfagas de viento generaban un sonido como si fuera un tractor demoliendo todo a su paso”, contó Joel Quin, vecino de Bilwi. Giovany Nelson, 34 años, narró que permaneció junto a su familia “encerrado en un cuarto, escuchando como el viento desbarataba el techo”.
Por ahora, no se conoce de víctimas fatales en Nicaragua, dijeron las autoridades.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), por su parte, informó que “está proporcionando apoyo logístico y de telecomunicaciones, incluidos almacenes móviles, oficinas prefabricadas, sistemas de generación y radio y satélite para apoyar” la emergencia. “Una población de unos 520 mil habitantes se enfrenta a la peor parte del huracán”, dijo.
Nicaragua y Honduras decretaron alerta roja.
En Honduras, una niña murió en el derrumbe de una vivienda en San Pedro Sula, la segunda ciudad del país.
Además, unas 500 personas fueron evacuadas en ciudades del Caribe por las inundaciones, y trasladadas a albergues.
Las lluvias azotaban ayer los puertos La Ceiba y Tela, donde las lluvias provocaron crecidas de una quebrada y de los ríos Lean y La Masica.
También golpeaban el departamento de Gracias a Dios, habitado por indígenas misquitos.