Al banquillo de los acusados

Estas son las razones por las que el Ministerio Público pide enjuiciar a Importadora Ricamar

Estas son las razones por las que el Ministerio Público pide enjuiciar a Importadora Ricamar
Importadora Ricamar, S.A. es propietaria de los supermercados 99, cuyo principal accionista es el expresidente Ricardo Martinelli. La Fiscalía Especial Anticorrupción ha solicitado que sea enjuiciada por lavado de activos. LP


En 2009, las campañas electorales de Ricardo Martinelli y Balbina Herrera -cuyo partido, el PRD, estaba en el poder- se disputaban la preferencia del electorado por la Presidencia de la República. Fue, precisamente, a principios de ese año cuando Constructora Odebrecht decidió apostar $4 millones por la victoria del primero. Pero ese aporte solo era el principio de una mutua, delictiva y productiva relación, según la Fiscalía Especial Anticorrupción.

+info

Ministerio Público pide enjuiciar a Importadora Ricamar por el caso Odebrecht

Martinelli quiso mantener esa relación en secreto. Acudió a alguien cercano: su cuñado Aaron Mizrachi. Este declaró en fiscalía, en septiembre de 2020, que Martinelli lo contactó para que recibiera la donación a través de su empresa Caribbean Holding Services, Ltd. Mizrachi dijo que, por la confianza que se tenían, Martinelli le pidió que recibiera los fondos de Odebrecht para su campaña, y que no confiaba en nadie más para recibirla.

Esta declaración puede estar en contradicción con lo dicho en fiscalía por André Rabello, exsuperintendente de Odebrecht en Panamá. Él ha insistido en que el dinero que “donó” la empresa a la campaña de Martinelli en 2009 fue canalizada directamente a los hijos del entonces candidato.

Mizrachi justificó su participación en todo esto alegando que en esa época Odebrecht gozaba de “buena reputación”. Eso carece de sentido, pues Martinelli basaba su estrategia de campaña atacando la alegada corrupción del PRD, específicamente, una obra de Odebrecht: la cinta costera, a la que llamaba la “cinta coimera”. Mizrachi afirmó que la primera donación llegó el 13 de enero de 2009, y días después, el 22 de enero, se consolidó la alianza de Martinelli con Juan Carlos Varela, por lo que hizo notar que ambos conocían el origen de estas donaciones.

Fluye el dinero

El dinero lo remitía secretamente Odebrecht a las cuentas de Caribbean Holding a través de empresas controladas por el Sector de Operaciones Estructuradas (o su departamento de coimas). Mizrachi dijo que todo el dinero que le llegó lo depositó en cuentas de Importadora Ricamar, S.A. (razón social de los Súper 99), y en las de Martinelli o en las de Varela, con lo que el rastro de Odebrecht desaparecía.

Mizrachi cree que parte del dinero que aportó Odebrecht, Martinelli lo usó para reponer los cuantiosos fondos que invirtió -de su bolsillo- en su campaña electoral, y que parte del dinero que le dio a Varela lo habría usado para pagar una deuda privada que mantenía con un banco local.

Varela niega haber recibido dinero de Mizrachi. Dijo que los $150 mil mencionados por él se los dio, en realidad, Martinelli cuando concluyó la campaña electoral, y se trataba de un cheque de gerencia, fondos cuya procedencia desconocía, declaró en fiscalía y a medios.

Estas son las razones por las que el Ministerio Público pide enjuiciar a Importadora Ricamar
Aaron Mizrachi, cuñado de Ricardo Martinelli. Archivo

En todo caso, Mizrachi transfería y/o depositaba cheques de sus cuentas atendiendo indicaciones de Martinelli, quien era el beneficiario final de los fondos ilícitos recibidos, concluye la Fiscalía Especial Anticorrupción.

Esta Fiscalía intentó indagar a Martinelli, al que acusa de blanqueo de capitales, al igual que Importadora Ricamar, S.A., cuyo representante legal es Alejandro Garúz, aunque en una de las cuentas bancarias de Ricamar en Global Bank, sus beneficiarios finales son identificados como Ricardo Martinelli (más del 60%); su esposa Marta (10%); su hermano Mario (10%); sus hijos Carolina, Luis Enrique y Ricardo (4.4% cada uno); y su madre, Gloria Berrocal (2%).

Martinelli se negó a rendir declaración sobre este caso, a pesar de que, si bien $4 millones -según declaraciones de Rabello- fueron a dar a su campaña en 2009, dinero sucio de Odebrecht fluyó en cuentas bancarias de Martinelli y de Importadora Ricamar.

Sin respuesta

La Prensa contactó ayer a Luis Eduardo Camacho, vocero de Martinelli, para obtener algunas respuestas, pero sin éxito. “No tenemos que responder nada sobre información personal confidencial del expresidente. Además, le indico que se interpondrán todas las medidas legales para garantizar la protección de su información personal privada, de las fundaciones de interés privado, el secreto bancario; sus derechos y garantías legales. Espero que cites textualmente mi respuesta como vocero”, respondió por chat.

El dinero que recibía Caribbean Holding procedía de empresas controladas por el Sector de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, y así fue por años. Según Rabello, parte de esos fondos fueron canalizados a cuentas de los hermanos Ricardo y Luis Enrique Martinelli, y también a Riccardo Francolini (expresidente de la junta directiva de la Caja de Ahorros en el gobierno de Martinelli).

Como ya se dijo, en el caso de los fondos remitidos en 2009 a cuentas de Ricardo y Luis Enrique Martinelli Linares, Rabello dijo que eran destinados a la campaña electoral de Ricardo Martinelli. Y, de hecho, Rabello identificó a Francolini como un lobista que armaba negocios privados y como socio o administrador de los negocios de la familia Martinelli. Pero también como la persona que le daba los números de cuentas donde depositar a los hijos de Martinell.

El acuerdo

En 2017, el que fuera el líder empresarial de Odebrecht para América Latina, Luiz Antonio Mameri, declaró en Brasil que Rabello le contó que los hijos de Martinelli lo contactaron para ofrecerle -a cambio de $35 millones- actuar a favor de Odebrecht en licitaciones del Estado; agilizar trámites burocráticos y acelerar los desembolsos a medida que avanzaran sus obras. Mameri autorizó el pago, que se hizo progresivamente a través del Sector de Operaciones Estructuradas.

A su vez, Rabello contó a los fiscales locales que en 2009 llegó a reunirse con Martinelli antes de que ganara la Presidencia, en las oficinas de uno de sus supermercados. Allí le habló de su programa de gobierno, y Martinelli le preguntó sobre los problemas que entonces tenía con el gobierno. Rabello le respondió que a Odebrecht le debían $50 millones, y Martinelli prometió que después de las elecciones le pagaría.

Estas son las razones por las que el Ministerio Público pide enjuiciar a Importadora Ricamar
André Rabello, exsuperintendente de Oderecht en Panamá. Archivo

Antes de los comicios de mayo de 2009, $4 millones fueron depositados en cuentas bancarias de los hijos del entonces candidato presidencial, declaró Rabello. Pero los pagos apenas comenzaban. Continuaron, según lo pactado con los hijos del político, pero ya no para la campaña electoral.

Cuando Martinelli tomó posesión de la Presidencia, en julio de 2009, Odebrecht empezó a recibir los pagos pendientes de los contratos con el gobierno anterior. Para diciembre de ese año, la deuda de $50 millones estaba saldada, indicó Rabello.

Por ello, Rabello dijo estar claro en que los otros pagos que hizo Odebrecht en 2009 -pactados con los hijos de Martinelli- eran en compensación por garantizar la recepción de los saldos atrasados en sus obras, como la fase II de la autopista Madden-Colón, pendiente desde 2008, y otras formalidades y adendas.

Compensación

Las compensaciones esperadas ocurrieron en corto tiempo; se firmaron los contratos de saneamiento de la bahía y se solucionaron varios problemas, dijo Rabello. Así que el acercamiento tenía como fin -insistió- tener un trato preferencial, obtener ventajas y resolver problemas relacionados con los contratos, que se resolvieron una vez Martinelli ocupó el cargo de Presidente.

Así, el pago de las coimas se acordaba con porcentajes fijos respecto a los montos de los proyectos, adendas o pagos pendientes, siendo siempre negociados, bajo el argumento de que les correspondía una compensación y que en ocasiones estos pagos se usaron para hacer inversiones privadas, dijo Rabello.

Los pagos

En 2009, los Martinelli no parecían tener una estructura societaria destinada a recibir los millones de Odebrecht. De ahí que Caribbean Holding empezó a recibir el dinero, a solicitud de Martinelli, declaró Aaron Mizrachi. Pero no fueron unos miles de dólares lo recibido, fueron millones. Por ejemplo, en el Banco Aliado, Caribbean Holding recibió 5 transferencias de Nueva York en enero, febrero, marzo, junio y octubre de 2009 que sumaron $1.4 millones.

A la misma cuenta arribaron fondos de la sociedad panameña Constructora Internacional del Sur, S.A. Fueron 3 transferencias a Caribbean por casi $1.2 millones, con fecha de junio y agosto de 2009, es decir, después de las elecciones. También llegaron fondos de Klienfeld Services, Ltd. (6 transferencias en enero, febrero, marzo, septiembre y octubre de 2009, por $1.6 millones); de Intercorp Logistic, Ltd. (2 transferencias en abril de 2009, por casi $600 mil); y de Innovation Research Engeneering (2 transferencias en marzo y junio de 2009, que sumaron $365 mil). Todas estas empresas estaban bajo el control del Sector de Operaciones Estructuradas o Caja 2 de Odebrecht.

Dinero que entra y sale

Mientras el dinero sucio de Odebrecht fluía en las cuentas de Caribbean Holding, esta giraba cheques de gerencia y transfería el dinero. En enero y febrero de 2009, por ejemplo, Caribbean transfirió a cuentas de Martinelli unos $600 mil. También emitió un cheque de gerencia el 26 de junio de 2009, por un monto de $350 mil, que depositó en Global Bank, a nombre de Richeliu Investment Company, lnc., cuyo beneficiario final es el expresidente Martinelli.

Las transferencias de Caribbean incluyeron otros $2 millones a Importadora Ricamar: 9 operaciones realizadas en marzo, abril, junio, julio, septiembre y octubre de 2009. A estas acciones se sumó la compra de cheques de gerencia por parte de Caribbean, que luego depositaba en cuentas de Importadora Ricamar en bancos como el General (30 de marzo de 2009, $100 mil) o Scotia Bank ($200 mil el 10 de marzo de 2009), así como en el Citibank y Banco Aliado.

Importadora Ricamar, en respuesta al Ministerio Público, indicó que esos depósitos correspondían a “pagos” del partido Cambio Democrático (CD), pero según la Fiscalía, no existen documentos que así lo acrediten. Y recordó que, en el delito de lavado de activos, la carga de la prueba se invierte, es decir, el acusado debe probar la procedencia lícita de sus fondos y bienes.

En total, Importadora Ricamar admite haber recibido unos $2.6 millones en cheques de gerencia, gestionados por Caribbean Holding, suma que no incluye sus transferencias bancarias internacionales, que superan los $500 mil.

Acusación

La Fiscalía Especial Anticorrupción sostiene que el dinero que recibió Martinelli e Importadora Ricamar de Caribbean Holdings no fue destinado a la campaña presidencial de Martinelli en 2009, pues Rabello aseguró que esos fondos se canalizaron a los hijos de Martinelli.

El resto del dinero ilícito de Odebrecht que recibió Caribbean tuvo como uno de sus beneficiarios finales Importadora Ricamar, por lo que esta se usó para cometer el delito de blanqueo de capitales, sostiene la Fiscalía.

Es por ello que Importadora Ricamar y su principal accionista, Ricardo Martinelli, han sido acusados de lavado de dinero y se ha solicitado su llamamiento a juicio. Importadora Ricamar está representada por Alejandro Garúz Adames, cuñado de Luis Enrique Martinelli e hijo homónimo del exsecretario del Consejo de Seguridad Nacional, involucrado también en el caso de los pinchazos.

Daño

A juicio del excontralor Alvin Weeden, solo con la imputación a Importadora Ricamar por este delito, las consecuencias para una empresa de su envergadura son de cuidado para la economía.

“Eso indudablemente es un daño fuerte, y por ello es necesario que no se cometan este tipo de ilicitudes, tipificados como delitos penales”, ya que, incluso, su aviso de operación podría ser cancelado en caso de condena, explicó.

“Es muy irresponsable que un funcionario emplee sus empresas para actividades ilícitas, pues ponen en peligro la estabilidad laboral de su personal, proveedores y bancos”, concluyó.

Esta nota fue modificada a las 7:10 a.m. del miércoles 2 de junio de 2021. En su texto original, se indicó que Alejandro Garúz Adames es yerno de Ricardo Martinelli; la información correcta es que Alejandro Garúz Adames es cuñado de Luis Enrique Martinelli...

LAS MÁS LEÍDAS