Cada día surge un nuevo detalle que puede trastocar o no el proceso de inmunización contra la Covid-19 en el mundo y, por ende, en el país. Así sucedió con dos de las cuatro vacunas aprobadas por Panamá para uso de emergencia: la de Pfizer y la de Sinovac.
En el caso de la primera, el director general de Pfizer, Albert Bourla, subrayó en Estados Unidos que las personas que han recibido la vacuna contra la Covid-19 “probablemente” necesitarán una tercera dosis en un plazo de seis meses a un año, y luego, probablemente, una inyección cada año.
“Una hipótesis probable es que se necesite una tercera dosis, entre los seis y los 12 meses, y a partir de ahí habrá que volver a vacunar cada año, pero todo eso tiene que confirmarse”, sostuvo el directivo de la farmacéutica, quien agregó que el escenario puede cambiar dependiendo de la capacidad de los medicamentos para resistir a las nuevas variantes.
Para el especialista en salud pública y exrepresentante regional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jorge Luis Prosperi, las declaraciones de Bourla tienen sentido si se toma en cuenta que todas las vacunas que se están produciendo contra la Covid-19 son de “primera generación”, es decir, son tratamientos utilizados por primera vez y que podrían necesitar de un mayor refuerzo para lograr la eficacia esperada.
“Ahora bien, eso no quiere decir que la vacuna de Pfizer sea mala, todo lo contrario. La empresa está siendo honesta y lo mismo sucederá con otras vacunas, como la de la farmacéutica china Sinovac”, remarcó.
De acuerdo con el especialista, esto ha ocurrido anteriormente con otras vacunas como, por ejemplo, la que se utiliza para prevenir el virus de la influenza, la cual tiene que aplicarse todos los años a grupos vulnerables de la población, entre los que están mayores de 60 años, niños menores de cinco años y mujeres embarazadas.
Panamá negoció 5 millones de dosis con Pfizer, de las cuales ha aplicado a su población más de 550 mil. Se trata de la única vacuna que ha llegado al país, hasta el momento, de las cuatro aprobadas para uso de emergencia. Las otras tres son la de AstraZeneca, la de Sinovac y la Sputnik V.
“Para que la inmunidad dure por más tiempo y le pegue realmente a las variantes del coronavirus, se necesita una tercera dosis. Seguramente se necesitarán hasta vacunas de segunda y tercera generación que surjan en los próximos años”, resaltó Prosperi.
La alianza Pfizer/BioNTech ya había anunciado en febrero que estaba analizando los efectos de una tercera dosis de su vacuna en un estudio clínico. Incluso, a principios de este mes reveló que después de seis meses de aplicación de las dos dosis de su vacuna y tras haber practicado los primeros ensayos clínicos, la protección contra la Covid-19 mantiene su efectividad.
En aquel momento, Eduardo Ortega, asesor del Consorcio de Investigación de Vacunas Covid-19, subrayó que la inmunidad de la vacuna de Pfizer duraría más que la inmunidad que genera la infección natural, que está entre 6 y 8 meses.
CoronaVac
Por otra parte, la vacuna CoronaVac, producida por la farmacéutica china Sinovac, tomó fuerza ayer luego que el Ministerio de Salud de Chile emitiera un informe en el que precisó que previene en un 67% los contagios de Covid-19 y en un 80% las muertes.
La aprobación de este biológico, que se dio en China, estuvo basada en datos preliminares de los ensayos de fase tres, que aún no han sido publicados en revistas científicas. Tampoco tiene el aval de organismos reguladores, como la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
Igualmente, expertos de la Organización Mundial de la Salud afirmaron que las vacunas de Sinovac, que ya se usan en países como Colombia, Chile y Brasil, son seguras y eficaces contra la Covid-19, pero se necesitan más datos antes de recomendar su uso.
No obstante, el estudio del Ministerio de Salud de Chile monitoreó a 10.5 millones de personas inscritas en el sistema público de seguro de salud e incluyó a personas que habían recibido una, dos y ninguna dosis.
Panamá aprobó la semana pasada el uso de emergencia de esta vacuna y ahora se encuentra en proceso de negociación para su adquisición.
Sobre el tema de la eficacia de las vacunas contra la Covid-19 se refirió esta semana la científica jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan, quien dijo que lo realmente importante es que casi todas estas vacunas son muy protectoras.
“Aunque es posible que no prevengan por completo la infección, la inmunidad que desarrolla el cuerpo en respuesta a la vacunación es lo suficientemente buena como para proteger a las personas de enfermarse”, acotó.
Sin embargo, dejó claro que se necesita mayor protección. “Es importante recordar que incluso cuando uno se vacuna, tenemos que mantener todas las demás precauciones y tomar todas las demás medidas de salud pública que la OMS ha estado defendiendo, porque cada una de estas herramientas agrega una capa de protección”, dijo Swaminathan.
A juicio de la científica, lo que se ha demostrado hasta ahora es que, si una persona recibe un ciclo completo de vacunación, entonces hay suficiente inmunidad protectora en el cuerpo para protegerse contra enfermedades graves, incluso las variantes. Recordó que en los países donde circulan muchas variantes, las personas que han sido vacunadas no terminan en el hospital y tampoco mueren.