Israel anunció ayer que terminó la construcción de la valla que separa su territorio de la Franja de Gaza, un enclave palestino gobernado por el movimiento islamista Hamás, después de tres años de obras.
La valla, de 65 km y equipada con centenares de cámaras, radares y otros sensores, “constituye un ‘muro de hierro’ [...] entre la organización terrorista [Hamás] y los residentes del sur de Israel”, declaró el ministro de Defensa, Benny Gantz, durante una ceremonia.
El muro “dará a los ciudadanos israelíes una sensación de seguridad”, aseguró Gantz, citado en un comunicado de su oficina.
El muro tiene una parte subterránea para impedir que se puedan cavar túneles entre el enclave y el territorio israelí, y también una parte en el mar “conectada a un sistema de armamento controlado a distancia”, dice el texto.
Israel impone un estricto bloqueo a la Franja de Gaza desde que el movimiento armado Hamás alcanzara el poder, en 2007.
Israel también ha construido una barrera para separar sus tierras de Cisjordania, otro territorio palestino, ocupado desde 1967 por el ejército israelí. Además, levantó un muro de acero en su frontera con Egipto.