El gobierno de Iván Duque extraditará en las próximas semanas a Estados Unidos al capo del narcotráfico “Otoniel” (Dairo Antonio Úsuga), tras el visto bueno de la justicia.
El mandatario colombiano firmó la orden para que el poderoso líder del Clan del Golfo, recluido en una cárcel de Bogotá, comparezca ante una corte del Distrito Sur de Nueva York. El mandatario estimó que en un plazo de 10 días hábiles Otoniel será entregado a Estados Unidos.
El gobierno de Duque examinará un último recurso de apelación de la defensa de Otoniel, el barón de las drogas más poderoso de este siglo en Colombia.
Luego de meses de persecución por la selva, el capo de 50 años fue detenido en octubre de 2021 durante una megaoperación policial en el noroeste de Colombia, cerca de la frontera con Panamá.
En Panamá, mientras tanto, en al menos dos operativos antidrogas (Fisher y Damasco) las autoridades han establecido vínculos con el Clan de Golfo.
Las investigaciones de la Fiscalía de Drogas y de la Fiscalía Especializada contra la Delincuencia Organizada de Panamá han dejado claro que el Clan del Golfo contrata a las organizaciones locales para recibir y custodiar embarques de droga y dinero perteneciente a esta red criminal.
En el caso de la operación Fisher, por ejemplo, que con el apoyo la Agencia de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Justicia de Estados Unidos y de la Fiscalía de Colombia, se detuvieron a más de 50 personas, entre ellas al presunto cabecilla local, el colonense Jorge Luis General. También se les decomisó casi 10 millones de dólares en efectivo en caletos en Colón.
Otoniel fue guerrillero y después paramilitar antes de convertirse en jefe del Clan del Golfo, responsable del tráfico de cerca de un tercio de la cocaína colombiana que sale al exterior.
Pese a que Estados Unidos ha apoyado a Colombia en casi medio siglo de lucha contra las drogas, sigue siendo el mayor productor y vendedor mundial de cocaína. Varios cabecillas del narco han sido extraditados y condenados en Estados Unidos desde la década de 1990, sin que eso haya significado el fin de las mafias.