El Tribunal Superior de Irlanda del Norte rechazó ayer un recurso contra el brexit, el primer fallo judicial en el Reino Unido relativo a la protesta por la salida de la Unión Europea (UE).
El juez Paul Maguire consideró que las repercusiones para Irlanda del Norte son todavía inciertas, al estar pendiente un proceso de negociación que debe durar varios años.
“Teniendo en cuenta todos los aspectos mencionados, el tribunal rechaza los recursos”, declaró.
El 56% de los norirlandeses votó a favor de la permanencia en la Unión en el referéndum del pasado 23 de junio, cuando el 52% de los británicos optó por abandonar el bloque.
La decisión supone una pequeña victoria para la primera ministra Theresa May, gran defensora del brexit, que también se vio beneficiada esta semana por el anuncio de las buenas cifras de crecimiento del país y la decisión de Nissan de seguir invirtiendo en Reino Unido, en una fábrica en Sunderland.
“Los vientos de cambio están soplando, pero todavía no se sabe hacia dónde se dirigen, y ello genera incertidumbre”, subrayó Maguire.
Recordó sin embargo que una decisión de esta importancia es más bien “competencia de la Corte Suprema”, abriendo así una vía a la apelación.
Los demandantes anunciaron inmediatamente que apelarían, alegando que la decisión de un brexit tiene que someterse a la aprobación del parlamento regional de Irlanda del Norte, un territorio británico.

