LEGISLATIVO

La Comisión de Presupuesto por dentro

La Comisión de Presupuesto por dentro
De izquierda a derecha: Raúl Pineda, vicepresidente; Benicio Robinson, presidente, y Jaime Vargas, quien en la mayoría de las sesiones actúa como reemplazo del perredista Crispiano Adames, quien es el secretario de la Comisión de Presupuesto. Robert


Por estos días, los ojos de la ciudadanía están puestos en la poderosa Comisión de Presupuesto, instancia legislativa que define el futuro del presupuesto del Estado, los millonarios créditos extraordinarios para las instituciones, y los traslados de partidas. Es allí donde el ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, debe sustentar el crédito de $22.8 millones para la planilla 002 de la propia Asamblea.

Pero, ¿Qué sucede en esa comisión puertas adentro? Tráfico de favores, intereses y presiones. Los apetitos de los diputados que la conforman marcan su ritmo. El “que hay pa' ella”, la frase que recientemente pronunció el director de la Caja de Seguro Social, Enrique Lau, en una sesión en esa comisión, revivió el debate sobre la práctica de los diputados de negociar partidas para sus circuitos o intereses particulares.

Pagos para planilla Contratos 002

La próxima semana, la Comisión de Presupuesto, que dirige el perredista Benicio Robinson, debe reunirse para avalar el crédito extraordinario que el Gabinete a la Asamblea, en plena crisis sanitaria, por $22.8 millones, para el pago de planilla 002.

Esta noticia se conoció el pasado 2 de noviembre, Día de los Difuntos. Corresponde al ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, sustentar el crédito. El diputado independiente Gabriel Silva, que integra la Comisión de Presupuesto, ha preguntado varias veces en qué se usó lo que estaba presupuestado para esa planilla.

Las componendas

Los que más beneficios obtienen, como es de esperarse, son los directivos: presidente, vicepresidente y secretario de la comisión. De acuerdo a diputados y exdiputados consultados para redactar esta nota, por lo general ellos tienen más contratos en las planillas 002 y 172. Si a la mayoría se les da la oportunidad de recomendar obras en el presupuesto (carreteras, puentes, etc.), por $200 mil, por ejemplo, los directivos de esta comisión obtienen el doble. Todo depende de la capacidad de “negociación” de ese trío. Otra de las ventajas que tienen es el contacto con los ministros y directores de instituciones, quienes periódicamente les tocan la puerta para los traslados de partida o créditos extraordinarios. Es aquí donde los responsables de legislar pueden solicitar puestos para familiares, amigos o copartidarios. Además, pueden gestionar pagos de cuentas pendientes del Estado para alguna empresa, e incidir para que un determinado contratista se quede con alguna obra o servicio. Incluso, hasta presionan por sus propios negocios.

Es el caso de los diputados dueños de emisoras. “Hay de todo un poco. Todo depende de cómo se mire la situación”, dijo un expresidente de esa comisión, que solicitó el anonimato.

“No hay nada pecaminoso en que yo tenga una reunión con el ministro que va a sustentar [un traslado o presupuesto] para que él meta una partida para hacer una carretera o un centro de salud en mi circuito. Eso al final es parte de la función del diputado”, expresó. Aseguró que el problema se da cuando los diputados piden, en función de sus intereses particulares.

Otro conocedor de asuntos legislativos contó que la mayoría de las veces los funcionarios aceptan.

“Por ejemplo, cuando en el caso de los radares [adquiridos a Finmeccanica en el gobierno 2009-2014], se le dio el contrato a la agencia de corredores de aduanas de unos diputados. Ellos fueron los corredores de esa mercancía que era para el Estado. Se le pagó un porcentaje, pero el costo era más y en el gobierno de Juan Carlos Varela [2014-2019] estaban pidiendo que se les pagara esa cuenta. De hecho, en una elección de presidente de la Asamblea, los diputados presionaron con ese tema para poder apoyar”, contó.

La mayoría de las veces, los tratos se pactan detrás de la puerta de los salones o anexos que tienen todas las comisiones de trabajo. Es el famoso “cuartito” de la Comisión de Presupuesto.

Estos beneficios también se trasladan a otras comisiones importantes: Credenciales, Comercio, Economía y Finanzas, Gobierno y otras, dependiendo de la coyuntura, manifestó un exdiputado, que también dirigió, en su momento, la Comisión de Gobierno. Recuerda que en la administración de Mireya Moscoso (1999-2004), a él se le avalaron contratos adicionales de mil dólares, y en la de Ricardo Martinelli (2009-2014), los subieron a cerca de $5 mil.

“A otros se les dio más”, contó. Aseguró, que los diputados “se han vuelto insaciables”.

También dijo que cuando Varela estaba en el poder, en la Asamblea se hablaba de $20 mil o $30 mil mensuales para cada diputado, para contratos. “En la Comisión de Ambiente, que tenía menos beligerancia, en ese entonces, a todos los de esa comisión se les dio contratos adicionales”, señaló.

Sin cambios

Las quejas de cómo se manejan los asuntos en las comisiones legislativas, sobre todo en Presupuesto, son de vieja data.

En 2007, el exdiputado perredista Juan Carlos Arosemena, que para ese año presidió Presupuesto, aseguró que la pugna por ocupar esa instancia se da porque los miembros de esa comisión reciben una “extra económica”. “Puede ser una extra grande o una pequeña”, dependiendo de quién la presida, precisó.

En 2015, la entonces diputada Ana Matilde Gómez, en una nota titulada “Denuncian chantaje en pugna legislativa”, publicada por este diario, habló de esta situación. Dijo que en la distribución de las comisiones había grupos que estaban muy interesados en controlar y demostrar poder en comisiones en las que pueden chantajear al Ejecutivo cuando lleguen figuras para ser ratificadas, cuando hay que investigar a un magistrado o cuando se tengan que aprobar créditos extraordinarios o traslados de partidas.

Mientras que a mediados de julio pasado, en medio de la lucha por la conformación de las comisiones, el diputado perredista Leandro Ávila mandó un mensaje a sus copartidarios Benicio Robinson, Raúl Pineda y Crispiano Adames: “que le expliquen al país por qué quieren estar en la Comisión de Presupuesto”. Robinson, Pineda y Adames son el presidente, vicepresidente y secretario de esa comisión, respectivamente.

Por su lado, el exdiputado panameñista José Antonio Domínguez, que en reiteradas ocasiones criticó las componendas en la Asamblea, dijo que “con la frase: ‘que hay pa’ ella’, no queda duda de cómo sigue trabajando esa comisión”.

Cuestionó que el Gobierno le aprobara a la Asamblea $22.8 millones para pagar la planilla 002. “Con eso los diputados solo buscan resolver problemas políticos”, agregó. De paso, indicó que la culpa de que haya autoridades legislativas que solo piensan en sus intereses, la tiene el electorado.

“Sigan eligiendo a personas como estas”, puntualizó.

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