“La corrupción tiene muchas caras. Reconocerlas y combatirlas es un trabajo arduo que requiere de la participación de todos”. La frase forma parte del discurso que pronunció ayer Stewart Tuttle, encargado de Negocios, de la Embajada de Estados Unidos (EU) y rostro visible de ese país en Panamá, a propósito del Día Internacional contra la Corrupción.
Tuttle participó de un acto público donde se reflexionó sobre el flagelo, actividad en la que estaban, entre otros, Javier Caraballo, encargado de la Procuraduría General de la Nación; Rigoberto González, procurador de la Administración, y Elsa Fernández, directora de la Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (Antai).
El diplomático recordó que la corrupción daña “gravemente a nuestras comunidades'”. A la vez, añadió, facilitan la delincuencia, socavan los cimientos de la democracia, destruyen la confianza del pueblo en las instituciones públicas y desvían recursos, tanto públicos como privados, a fines no productivos. Igualmente, “obstaculizan el crecimiento económico al disuadir la inversión y el comercio del exterior”.
Ponderó “la Fuerza de Tarea contra el Lavado de Activos y la Corrupción”, organismo que comenzó a operar en mayo pasado y que, según dijo, es evidencia del compromiso de ambos países por combatir el lavado de activos, a la vez que sirve de modelo a toda la región. “Allí trabaja personal de los estamentos de seguridad de Panamá, del Ministerio Público y de agencias de Estados Unidos para investigar actos criminales, algunos ligados a corrupción. Nos alegra contribuir con más de 5 millones de dólares a este esfuerzo de Panamá para abordar la evasión fiscal global y el lavado de dinero, y aumentar la transparencia financiera”, aseguró.
Por su lado, Caraballo coincidió en que hay que “robustecer” esa iniciativa.
Añadió que pretende “dar un giro” a la lucha contra la corrupción y trata de que exista mejor comunicación con la Antai, la embajada de EU y otras entidades. “Con el apoyo de la embajada de Estados Unidos, a partir de hoy [ayer] vamos a iniciar una serie de actividades, primero con mesas de trabajo dentro de la institución [la Procuraduría de la Nación] y luego con mesas interinstitucionales para tener iniciativas en conjunto para enfrentar la corrupción”, aseguró.
En los últimos años, Panamá ha reprobado en los índices de transparencia y combate a la corrupción. Por ejemplo, el Reporte Sombra del Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 (paz, justicia e instituciones sólidas), divulgado en junio pasado, calificó con mala nota lo relativo a transparencia fiscal, el combate a la corrupción en el sector privado y la transparencia e integridad en la administración pública.