Más estudios se suman a la evidencia de que el tercer pinchazo contra la Covid-19 puede ofrecer protección contra la enfermedad causada por la variante de preocupación del coronavirus SARS-CoV-2, denominada Ómicron (B.1.1.529).
Durante esta semana se han publicado dos estudios al respecto. El primero de ellos fue el pasado 18 de enero en la revista científica Science, mediante el cual los investigadores de la casa farmacéutica Pfizer/BioNTech probaron pseudovirus -una versión del virus- de Wuhan (original), Beta, Delta u Ómicron, con sueros de 51 participantes que recibieron dos o tres dosis de la vacuna.
Los pseudovirus imitan el comportamiento de Ómicron, que tiene 34 mutaciones en su proteína spike, una novedad que, según los investigadores, no se encuentran en la cepa original del virus detectada por primera vez en Wuhan, China, en diciembre de 2019.
Los datos mostraron que con solo dos dosis, los sueros habían reducido los anticuerpos neutralizantes frente a Ómicron en más de 22 veces cuando se comparó con los del pseudovirus de Wuhan.
Sin embargo, un mes después de la tercera dosis de la vacuna, los anticuerpos neutralizantes de Ómicron aumentaron en más de 23 veces en comparación con las dos dosis, y llegaban a cifras similares a los anticuerpos neutralizantes de Wuhan después de la segunda dosis.
La información sugiere que “una tercera dosis aumenta la inmunidad basada en anticuerpos contra Ómicron, en línea con las observaciones anteriores de que una tercera vacunación amplía las respuestas inmunes humorales contra las variantes”, dicen los autores.
El segundo estudio fue publicado el pasado 19 de enero en la revista The Lancet, que reitera que una dosis de refuerzo de la vacuna contra la Covid-19 eleva los niveles de anticuerpos que neutralizan la variante Ómicron, según los resultados de laboratorio del Instituto Francis Crick y el Centro de Investigación Biomédica UCLH, del Instituto Nacional de Investigación Sanitaria de Estados Unidos.
Ambas investigaciones van en la misma dirección de un estudio publicado recientemente por un equipo de científicos del Instituto Ragon del Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos) en la revista Cell, que indica que los regímenes de dosificación tradicionales de las vacunas Covid-19 no producen anticuerpos capaces de reconocer y neutralizar la variante Ómicron.
Los planteamientos de los estudios científicos coinciden con lo ya señalado por el asesor en vacunas del Ministerio de Salud (Minsa) y secretario Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Eduardo Ortega Barría, y el investigador clínico Xavier Saéz-Llorens.
En Panamá, el 22 de diciembre de 2021 se comenzó a aplicar la dosis de refuerzo a partir de los 16 años de edad, una vez la persona tenga tres meses de la aplicación de la segunda dosis.
En ese momento, Ortega Barría explicó que la vacunación de dos dosis con la fórmula de la dupleta farmacéutica Pfizer/BioNTech ofrece una protección de un 33% contra la infección de Ómicron, pero de un 70% contra la hospitalización.
Mientras que Sáez Llorens explicó que la vacunación de personas con Covid-19 previo y la dosis de refuerzo en vacunados con doble pauta ha demostrado incrementar la cantidad de anticuerpos protectores.
La comunidad científica de varios países, entre ellas Panamá, sugirió adelantar la aplicación del refuerzo desde los tres meses después de la segunda dosis, particularmente para las personas de mayor riesgo o incluso de forma general, para reducir la propagación de Ómicron y, a la vez, tener protección robusta contra la Delta.
En Panamá, las autoridades del Minsa decidieron reconocer como esquema completo de vacunación las tres dosis de la vacuna contra la Covid-19, mediante la Resolución 13 del 6 de enero de 2022, ya publicada en Gaceta Oficial.
Hasta el pasado 19 de enero, se registraban 801 mil 250 dosis de refuerzo aplicadas en el país, según los reportes del Minsa.
