Alrededor de $248 millones es la deuda de los patronos con la cuota obrero-patronal, según datos preliminares de la Caja de Seguro Social (CSS).
La información la confirmó el presidente de la Comisión de Inversiones y Riesgos de la junta directiva de la CSS, Roberto Valencia, a propósito de la publicación el pasado viernes del listado de patronos con más de tres meses de morosidad. Valencia dijo que en enero se conocerá el dato con más precisión.
Rafael Chavarría, directivo de la CSS en representación de los trabajadores, dijo que la morosidad en cuotas obrero-patronales, al igual que la del Estado (que se puso al día el pasado jueves), afecta al asegurado y al beneficiario doblemente. Se menoscaban los recursos para el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) y los del programa de Enfermedad y Maternidad, cuyos fondos se destinan a jubilaciones y atención de salud.
20 años
Valencia, informó ayer que el sector privado le adeuda a la institución unos 248 millones de dólares en cuotas obrero-patronales.
Indicó que dentro de esta deuda existen empresas que se pueden acercar, incluso, hasta los 20 años sin ponerse al día, una situación que afecta a los trabajadores en general y a las finanzas de la CSS en particular.
Las autoridades de la CSS publicaron el pasado viernes un documento de 267 páginas con el nombre de los empleadores que tienen más de tres meses de morosidad con la institución.

La publicación se deriva de una obligación legal establecida en el artículo 15 de la ley orgánica de la CSS (Ley 51 de 27 de diciembre de 2005).
El pasado jueves 26 de diciembre, el Gobierno entregó 421.3 millones de dólares en bonos del Tesoro para cancelar deudas que se arrastraban desde el año 2011.
En ese sentido, Valencia indicó que el mayor porcentaje de estos recursos es por el pago de cuotas adeudadas obreros-patronales de entidades públicas, entre los que figuraban varios municipios.
El representante en la junta directiva de la CSS del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato), Rafael Echevarría, expresó que la falta de pago de las cuotas afecta a los trabajadores en dos direcciones: por un lado, se les limita el acceso a la jubilación, y por el otro, pierden el derecho a la salud, porque si el patrono no está al día, no pueden atenderse en las instalaciones de la CSS.
Echevarría culpó de esta situación a la forma cómo quedó la ley orgánica de CSS, porque no tiene mucho poder coercitivo. Opinó que debería haber sanciones ejemplares para los patronos que incumplan con esta obligación, como la pena de prisión o el embargo de sus propiedades.
Otro aspecto que destacó Chavarría es que administrativamente existen muchos impedimentos que no facilitan a los empleadores acogerse a una arreglo de pago para saldar la morosidad.
No obstante, en la lista que publica la CSS sobre empleadores morosos, existen cuatro categorías: los que no cumplieron con su convenio de pago dentro de la vía administrativa; los que pasaron a la instancia judicial (juzgado ejecutor); los que están en la instancia judicial porque incumplieron el arreglo de pago, y los que están recién sometidos a un proceso de cobro en la vía administrativa.
El exdirector de la CSS, Rolando Villalaz, al referirse a la alta morosidad, consideró que “no se quiere cobrar”, porque la institución sí cuenta con los suficientes estamentos para lograrlo.
Villalaz se refirió a la existencia de los juzgados ejecutores que responden directamente a la Dirección General de la institución, los cuales, junto a la Dirección Nacional de Ingresos de la CSS, pueden establecer los mecanismos legales para recuperar esa deuda.
Además, recordó que en la esfera penal, la retención de cuotas obrero patronales por parte de los empleadores constituye un delito.
