La pandemia disminuyó el acceso a la comida en las comarcas del país

La pandemia disminuyó el acceso a la comida en las comarcas del país
El 42% de los entrevistados declaró que no tuvieron alimentos suficientes. La pandemia ha golpeado más a las familias de nivel socioeconómico bajo. Elysée Fernandez


Sostenido impacto negativo en los ingresos familiares y continuo deterioro de la alimentación de los niños son dos de las revelaciones de la tercera encuesta de hogares (módulo economía familiar y alimentación) realizada por Unicef Panamá. El estudio detectó, entre otros aspectos, que si bien el plan Panamá Solidario ha tenido un papel protagónico como paliativo de la crisis, en junio pasado —mes en que se desarrolló la encuesta— solo 28% de los encuestados recibió bolsas de comida de este programa, en comparación con el 49% que afirmó haberlas recibido en junio de 2020.

En cambio, el vale digital lo ha recibido el 63%. Pero, esta realidad no se refleja en las comarcas, donde respondieron que las ayudas no cumplieron las expectativas. Entrevistados reportaron haber recibido las bolsas de comida durante siete meses, pero luego, contestaron, “las suspendieron”. En esas zonas también narraron que antes de la pandemia por la Covid-19 trabajaban de manera independiente en labores agrícolas o haciendo encargos, y por las restricciones producto de la crisis sanitaria no los volvieron a contratar. Su subsistencia depende de los programas sociales del Estado, por lo que ahora solo tienen una o dos comidas.

Los más recientes datos de la Presidencia con respecto al programa indican que habían entregado 9 millones 350 mil 511 bolsas, y habían invertido $195 millones. No precisaron en qué lugares fueron distribuidas.

Caída de la economía familiar impacta en la nutrición infantil

El deterioro de los ingresos familiares producto de la pandemia por la Covid-19 repercute directamente en la alimentación de los niños, niñas y adolescentes, sobre todo en los hogares más pobres del país. Este es uno de los principales hallazgos de la tercera encuesta (módulo economía familiar y alimentación) que realizó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) para conocer el impacto de la crisis sanitaria en los hogares de Panamá.

De acuerdo con el estudio —realizado en junio de este año—, no hay señales de recuperación económica para las familias si se compara con los datos que arrojó la misma encuesta en noviembre de 2020. De hecho, el 72% de las familias con niños y niñas que fueron entrevistadas declaró una pérdida de ingresos total o parcial.

Y en el caso de los hogares de las áreas más pobres, la situación es aún más compleja: el 81% perdió sus ingresos total o parcialmente.

Las personas con edades comprendidas entre los 40 y 50 años son las más afectadas, de acuerdo con la investigación de Unicef: 8 de cada 10 personas con estas edades dijeron haber perdido su entrada económica.

Mientras, uno de cada cuatro hogares no pagó alquiler, agua, luz, internet y teléfono.

La alimentación

El acceso a la comida ha sido uno de los grandes retos de buena parte de los panameños con niños y niñas, en medio de la crisis sanitaria: el 42% declaró que no tuvo alimentos suficientes. Las consecuencias de esto se sintieron con más fuerza en los niveles socioeconómicos más bajos. En este sector, 7 de cada 10 hogares reportaron que sus hijos pequeños no consumieron alimentos, y si lo hicieron fue comida de baja calidad.

Una investigación de la revista Lancelot, dada a conocer en octubre de 2020, concluyó que la pandemia plantea graves riesgos para el estado nutricional de los más pequeños, sobre todo en los países de bajos y medianos ingresos. En Panamá no existe estadística reciente de la desnutrición infantil pero, datos de la encuesta nacional de Salud de 2019 podrían dar pistas del tema: por ejemplo, el 18.8% de los menores de cinco años, en la comarca Guna Yala, tiene bajo peso.

El cierre de las escuelas también incide en la alimentación de muchos de los infantes, pues muchos dependían de la alimentación escolar. En febrero de este año, el Programa Mundial de Alimentos, otra agencia de Naciones Unidas, alertó de que los esfuerzos por mejorar la nutrición de los niños a través de un almuerzo escolar podrían sufrir “un duro revés” a causa de la pandemia, pues se revertiría hasta 10 años de trabajo.

El gobierno de Laurentino Cortizo tiene en marcha el programa Estudiar sin hambre, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), y de acuerdo con un comunicado de esta agencia, varios de los componentes de esta iniciativa han seguido funcionando en medio de la pandemia: las capacitaciones en educación alimentaria y nutricional para el personal docente; y acciones para que las escuelas cuenten con infraestructura, como comedores y cocinas.

En las comarcas

“La prolongación en el tiempo de los efectos de la pandemia sobre la nutrición de los niños y niñas requiere de una acción pronta por parte de las autoridades”, dijo Alejandra Trossero, representante de Unicef.

Otro dato importante de la encuesta de Unicef es, precisamente, la ayuda que las familias han recibido del Gobierno. El 63% dijo haber recibido apoyo del Gobierno a través del vale digital del programa Panamá Solidario. En junio del año pasado, este beneficio solo lo recibió un 26%. No ocurrió lo mismo con las bolsas de comidas, pues solo las obtuvo el 28%, en comparación con el 49% que las recibió en junio de 2020. En las comarcas la situación es más grave. Entrevistados por Unicef reportaron que recibieron la ayuda durante siete meses, y luego no la vieron más.

¿Qué hacer?

Unicef recomienda al gobierno mantener las ayudas sobre todo a los hogares más pobres, poner en marcha acciones para la detección y acción rápida de la malnutrición de los niños y niñas, asegurar un balance nutricional en las bolsas de alimentos, atender los reclamos de los hogares que “por error” no fueron incluídos en los programas de transferencias de la Red de Oportunidades, entre otras acciones.

Datos del estudio

Para la encuesta, Unicef hizo entrevistas vía telefónica en 1,004 hogares en todo el país, con excepción de las comarcas. Pero, se hicieron entrevistas a profundidad en las comarcas Ngâbe Buglé, Guna Yala y Emberá-Wounnan. El estudio se realizó en junio pasado. Este ejercicio también se hizo en junio y noviembre de 2020.



LAS MÁS LEÍDAS