El Servicio Nacional Aeronaval (Senan) y la Policía Nacional reforzaron el pie de fuerza en la costa abajo de Colón, luego de que fuese desarticulada una red criminal vinculada al Clan del Golfo y que operaba en esa zona.
La estrategia se produjo como refuerzo a la operación Fisher, maniobra en la que la Fiscalía de Drogas obtuvo información de que el Clan del Golfo pagaba al menos $250 por el transporte y custodia de cada kilo de droga.
La droga era escondida en caletos ubicados en distintas casas de la zona costera. Luego, era distribuida en cargamentos más pequeños para movilizarla en vehículos con doble fondo.
Otras veces, los cargamentos eran llevados directamente hasta la provincia de Bocas del Toro, donde también operaba la red. Para ello, la organización contaba con una flotilla de embarcaciones artesanales, que se hacían al mar simulando faenas de pesca.
Estas embarcaciones también daban información sobre la ubicación de las patrulleras del Senan.
Según la investigación, la red también contaba con la colaboración de oficiales de la Policía Nacional, quienes proporcionaban la ubicación de retenes y operativos.
Por este caso, un juez de garantías ordenó la detención provisional de 51 personas; a otros tres se les impuso medida cautelar de arresto domiciliario y a otro, de reporte periódico.