La junta directiva de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA) ha preferido “mantenerse al margen” del hospital modular de Albrook, a pesar de que un informe elaborado por 14 de sus agremiados advierte de graves irregularidades y sobrecostos.
La postura del gremio fue divulgada ayer por el presidente de de la SPIA, Marcos Murillo, quien desde mayo pasado se ha negado a ser entrevistado por este medio sobre el tema.
La directiva de la SPIA, además de Murillo, la integran otros seis profesionales, entre ellos, la ingeniera Katya Quiel, secretaria de la SPIA y, a la vez, asistente administrativa en la Presidencia de la República.
SPIA desecha informe sobre hospital modular
“No esperábamos esto”; “nos están tratando de silenciar”; “es un atentado a la libertad de expresión”, son algunas de las reacciones de miembros de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA), luego de que la junta directiva de este gremio anunciara solemnemente que “hemos decidido mantenernos al margen” del hospital de Albrook. Ello, a pesar de advertencias de presuntas irregularidades estructurales y de seguridad detectadas por algunos de sus agremiados.
La postura marginal adoptada por el gremio está contenida en un comunicado –firmado por el presidente de la SPIA, Marcos Murillo– que fue publicado en redes sociales horas antes de una reunión extraordinaria de ese gremio para analizar los hallazgos, entre los cuales se cuentan problemas graves en el sistema de aire acondicionado, en los paneles que soportan la estructura modular, en el sistema contra incendios, los cuales pondrían en riesgo la seguridad de pacientes y personal de salud.
La arquitecta Sandra Escorcia lamentó que la SPIA no reconozca el trabajo de 14 profesionales idóneos que analizaron la documentación entregada por la empresa SmartBrix Centroamérica, que construyó el hospital modular por $7 millones.
“La junta directiva [de la SPIA] está actuando a espaldas de sus agremiados. Nos están menospreciando haciendo ver que no fuimos concluyentes en ese informe”, afirmó Escorcia.
Contacto presidencial
La junta directiva de este gremio está integrada por siete profesionales, entre ellos, la ingeniera Katya Lorena Quiel (ver tabla).
Quiel es secretaria general de la junta directiva de la SPIA y es, simultáneamente, asistente administrativa en el Ministerio de la Presidencia, donde devenga un salario de $4,500 mensuales, desde el 2 de julio de 2019.
La Prensa ha intentado en varias ocasiones, desde mayo pasado, obtener la opinión del presidente de la SPIA, Marcos Murillo, sobre el hospital modular, pero ignoró todas y cada una de las solicitudes de entrevista que le ha formulado este medio.
Murillo no respondió preguntas, como: ¿La SPIA pedirá al Ministerio de Obras Públicas que le permita hacer una inspección técnica a la obra? ¿Qué opina de los supuestos hallazgos planteados en un informe elaborado por agremiados a la SPIA?
Reacciones de rechazo
La arquitecta Hildegard Vásquez lamentó que la posición de la SPIA pretenda desconocer el “peligro” que estarían afrontando pacientes y personal médico en el hospital modular.
Vásquez indicó que la junta directiva de la SPIA “no avisó a la subcomisión de la Comisión de Movilidad de de ese gremio que estaba realizando el informe”, cuando hizo una visita de cortesía al hospital.
“Aunque hicimos el análisis con los documentos que proporcionaron y no en campo, nosotros, como arquitectos, tenemos la capacidad de analizar lo que se planteó en un plano”, explicó la profesional.
En tanto, el también arquitecto Edelberto Díaz hizo un llamado a las autoridades para que le presten la debida atención al hospital modular, ya que es “absurdo” desestimar el informe de personas idóneas que están advirtiendo de graves irregularidades. “Nos quieren coartar la libertad de expresarnos”, se quejó Díaz.
“No quiero profundizar en el sobreprecio que también encontramos, pero sí en que hay que conformar un equipo multidisciplinario para hacer un estudio técnico” a la estructura hospitalaria, recomendó.