Los aportes que hizo el testigo protegido del caso de los pinchazos, testimonios que fueron desestimados por el Tribunal de Juicio que en agosto de 2019 declaró “no culpable” al expresidente Ricardo Martinelli por este proceso, cobran relevancia con la sentencia del Tribunal Superior de Apelaciones que anuló dicho juicio.
En su fallo, las magistradas Donaji Arosemena y Yiles Pittí argumentaron que el testimonio de Ismael Pittí (testigo protegido) y el de Júbilo Grael (otro agente encargado del espionaje) evidenciaron la existencia de las actividades ilegales que se desarrollaban en el edificio 150 del Consejo de Seguridad Nacional para interceptar comunicaciones de al menos 150 personas.
Las dos magistradas alegaron, además, que el tribunal de juicio “erró” al considerar al testigo protegido como “sospechoso” y por no valorar la información que aportó durante el juicio.
Las huellas del espionaje que desestimó el tribunal de juicio
Ismael Pittí, el agente de la Policía Nacional que sirvió como testigo protegido del Ministerio Público en el caso los pinchazos, lo reveló todo.
En medio del juicio que se le siguió al expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014) por la interceptación no autorizada de comunicaciones, detalló las operaciones encargadas desde la Presidencia de la República para espiar las comunicaciones de políticos, empresarios, sindicalistas, funcionarios, periodistas y hasta personas del círculo íntimo de Martinelli.
Mostró documentos, aportó nombres, describió métodos. Sin embargo, nada de eso fue tomado en cuenta por los jueces Roberto Tejeira, Arlene Caballero y Raúl Vergara, quienes integraron el Tribunal de Juicio que el 9 de agosto de 2019 declaró “no culpable” al exgobernante en este proceso.
Los tres jueces desestimaron lo dicho por el testigo protegido y lo tildaron de “sospechoso”. Pero el Tribunal Superior de Apelaciones del Primer Distrito Judicial, en su sentencia del pasado viernes, desechó esa teoría y le dio la razón a la fiscalía del caso. Consideró, entre otras cosas, que el tribunal de juicio no valoró el testimonio del testigo protegido, pese a los detalles pormenorizados que dio de la operación en el edificio 150 del Consejo de Seguridad Nacional (CSN), donde un grupo de agentes realizaba escuchas telefónicas y hacía seguimientos a una larga lista de personas.
Donaji Arosemena y Yiles Pittí, magistradas que votaron a favor de anular el juicio (ver notas relacionadas), consideraron que los testimonios de Ismael Pittí y Júbilo Grael (otro agente del CSN) evidenciaron la existencia de las actividades ilegales que se desarrollaban en el edificio 150.
De hecho, Ismael Pittí reconoció en el juicio (junio de 2019) que parte de los correos electrónicos que él y otros dos agentes del Consejo de Seguridad Nacional intervinieron fue por orden de Martinelli.
El día que reveló esos detalles, acudió al juicio con el rostro descubierto. Solo en esa jornada reconoció más de 50 correos que él mismo copió entre el 5 y 6 de agosto de 2014, de la dirección bradpty507@gmail.com.
Detalló que los descargó en un disco compacto para entregarlos como prueba a la fiscalía que adelantaba el caso. Las interceptaciones no autorizadas se hicieron, añadió, desde 2012 y hasta mayo de 2014.
Ese mismo día, también contó al tribunal que después que creó el correo lo dividió en carpetas y subcarpetas, en las que acomodó textos, audios, videos y fotos obtenidas a través de los sistemas MLM Protection, Hacking Team y Pegasus, concebidos para espiar comunicaciones.
Detalló parte del material intervenido: la agenda de Balbina Herrera, dirigente del Partido Revolucionario Democrático y quien en las elecciones de 2009 se enfrentó a Martinelli por la Presidencia de la República. Recordó haber espiado un correo que mandó Herrera a su copartidario Mitchell Doens para una cita política.
Reconoció también un correo intervenido al exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia Alejandro Moncada Luna, relacionado con un proceso judicial.
Y también narró que en una oportunidad recibió un sobre con $2 mil que su colega Ronny Rodríguez [prófugo] le entregó. Le dijo que eran de parte de Martinelli, en agradecimiento por un seguimiento a su amiga íntima Aurora Mudarás.
Ahora, todo eso que expuso el testigo protegido en su momento cobra relevancia a la luz del fallo de Tribunal Superior de Apelaciones.
Pero Martinelli afirma que el fallo fue amañado desde el palacio de Las Garzas. Acusa a un tal “Pillin” de estar detrás de la sentencia que, según dice, fue cambiada a último minuto. “Un ladrón, narcotraficante, lavador de dinero que trabaja en Presidencia y fue director de aduanas, del fis, aeropuerto y secretario de contraloria, fue quien amenazo, ofreció y presionó, el cambio del fallo a tres magistrados caso pinchazos. Todo se sabe. Así manipulan justicia”, escribió ayer en su cuenta de Twitter.
También dice que la sentencia obedece a una jugada política por la reciente inscripción de su partido Realizando Metas, plataforma que, según él, lo llevaría una vez más a la Presidencia de la República en los comicios de 2024.