El mundo se despertó ayer con la novedad de que la variante Delta es mucho más contagiosa de lo que se pensaba y que puede transmitirse en los vacunados contra la Covid-19 con la misma facilidad que en aquellos no vacunados.
Lo anterior se desprende de un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, del cual se hicieron eco medios internacionales como The Washington Post, y el cual agrega que la variante Delta es tan transmisible como la varicela y que cada persona infectada, en promedio, contagia a otras ocho o nueve personas.
Para tener una idea de lo que ocurre, el linaje original era transmisible como un resfriado común y cada persona infectada pasaba el virus a otras dos en promedio, pero según los nuevos hallazgos, ahora el nivel de transmisión es mayor.
¿Cómo se deben interpretar estos datos? El pediatra infectólogo y exdirector del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges), Javier Nieto, subrayó que con estos hallazgos queda demostrado que las vacunas contra la Covid-19 logran el cometido referente a la protección individual, al evitar muerte y hospitalización, pero si hay más contagios, habrá que hacer mucho más para alcanzar la inmunidad colectiva o de rebaño.
“Se requerirá vacunar al 80% y 90% de la población para alcanzar la inmunidad colectiva y eso implica llegar a la población menor de 12 años, la cual representa el 20% de la población total del país”, puntualizó.
En palabras del especialista, la población no debe alarmarse por este tipo de información, ya que las vacunas generalmente tienen como finalidad prevenir hospitalizaciones y muertes en aquellos que la reciben, más no los contagios. Usó como ejemplo las vacunas contra el virus de la influenza o el rotavirus, las cuales no evitan la infección, pero sí la forma grave de la enfermedad.
Sobre qué representa que la variante Delta sea tan transmisible como la varicela, Nieto señaló que simplemente hay que apostar por la vacunación y el uso constante de la mascarilla.
“La vacuna es la apuesta ante variantes como la Delta, además, la mascarilla llegó para quedarse. Ninguna variante de la Covid-19 es resistente a la mascarilla y hay que retomar ese mensaje mientras hayan variantes más infecciosas”, acotó.
El exdirector del Icges explicó que si bien una persona con la variante Delta puede transmitir el virus a ocho o nueve personas más, Panamá y el mundo ya han tenido experiencias con otros virus más contagiosos. Tal es el caso del virus que produce el sarampión, cuyo Rt o número de reproducción efectiva es de 15, lo que significa que una persona contagiada puede transmitirlo a 15 personas más, mientras que en el caso de la bacteria que produce la tosferina (Bordetella pertussis), su Rt está entre 15 y 18.
La conclusión del infectólogo es que hay que “acelerar” el proceso de vacunación en las poblaciones que se pueda inmunizar, ya que la vacuna de Astrazeneca/Universidad de Oxford brinda un 92% de protección contra el virus cuando la persona se aplica las dos dosis, en tanto, la de Pfizer/BioNTech cuenta con una eficiencia del 96%.
Otro de los especialistas que reaccionó a este tema fue el pediatra infectólogo Xavier Sáez-Llorens, quien en su cuenta de Twitter dijo que si la variante Delta se mantiene circulando activamente en el mundo, el umbral de inmunidad de rebaño para controlar la pandemia subirá a quizás entre 85% a 90% (similar a la varicela) y, en consecuencia, se requeriría vacunar a niños tan pronto se confirme su seguridad en estudios clínicos.
Sostuvo que el riesgo de transmitir el virus es muy superior en no vacunados, porque el porcentaje de infecciones postvacunación es muy bajo.
De momento, en el país se vacuna a toda la población mayor de 16 años de edad y la que está entre los 12 y 15 años con enfermedades crónicas o discapacidad certificada.
En el mundo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó para uso de emergencia la vacuna de Pfizer/BioNTech contra la Covid-19 en adolescentes a partir de los 12 años, y ahora el dúo farmacéutico se enfoca en niños de entre 5 y 11 años.
La empresa anunció que espera contar con los resultados de los ensayos clínicos en ese grupo de la población en septiembre. Una vez cuente con esa información, hará la solicitud ante la FDA para su uso de emergencia, como lo hizo con la vacuna para los mayores de 12 años.
Panamá ha contratado con Pfizer/BioNTech unos 7 millones de dosis y espera comenzar a vacunar a su población infantil a finales de 2021 o principios de 2022.
En el caso de AstraZeneca/Universidad de Oxford, el estudio en niños está pausado. Moderna está a la espera de aprobación de emergencia para la vacuna en adolescentes, así como los resultados de sus estudios para niños de 5 años o más.

