La batalla científica contra la desinformación sobre las vacunas anticovid es permanente, ya que son muchos los mensajes falsos que circulan a través de mensajería instantánea o diferentes redes sociales, conforme avanza la estrategia nacional de vacunación en el país.
Los bulos van desde que las vacunas contienen nanopartículas de óxido de grafeno hasta que pueden causar la propia Covid-19.
Ivonne Torres Atencio, directora del departamento Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá e investigadora asociada del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología, brinda respuestas científicas de por qué cada uno de estos planteamientos es falso y dice que el mejor antídoto frente a la desinformación es la información basada en evidencia.
“Las vacunas contienen nanopartículas de óxido de grafeno”.
No. Los componentes de las vacunas están claramente descritos en las fichas técnicas, que son públicas y que describen el contenido que es del material de ARN mensajero o adenovirus, más excipientes como lípidos y agentes tensoactivos que forman la nanopartícula, permitiendo la estabilidad del producto y la biodisponibilidad para ser administrada. Todos los excipientes han sido usados ampliamente en la industria farmacéutica.
“Las vacunas pueden enfermar de Covid-19”.
Las vacunas no enferman a nadie. Esto es lo que se conoce como inmunidad pasiva, en la que la vacuna presenta un componente del virus que permite al cuerpo humano generar una respuesta de protección eficiente a los días, y pauta completa de vacunación.
“Los anticuerpos específicos de larga duración producidos por la vacunación son particularmente hábiles para desactivar los anticuerpos naturales”.
Falso. Los anticuerpos generados y de larga duración forman la memoria inmunológica que es almacenada (no sabemos qué tiempo perduran), y son dirigidos contra proteínas del virus.
“La probabilidad de efectos secundarios fatales por la vacuna Covid-19 es aproximadamente 10 veces mayor que la tasa de muerte por la infección”.
Esto es falso. Los efectos secundarios serios se han descrito y hasta el momento los sistemas de farmacovigilancia han establecido que no son fatales y que están muy por debajo del 0.1%.
“Las muertes que están estrechamente relacionadas con las vacunas no se informan, porque a menudo se malinterpretan como muertes causadas por la Covid-19”.
Otra falsedad. La notificación de muertes ligadas a las vacunas es obligatoria y de investigación, y están claramente descritas en los informes de los sistemas de farmacovigilancia del mundo.
“Después de las dos dosis no puedo contagiarme ni contagiar a nadie”.
Luego del esquema completo (dosis y tiempo), es posible contagiarse, pero la carga viral será muchísimo menor. Hay estudios que indican que las personas con pauta completa no tienen mayor infectividad. Por eso, es mandatorio el uso de mascarillas fuera del círculo o burbuja familiar.
“El virus SARS-CoV- 2 afecta solo a las personas de edad y no a los más jóvenes”.
No. El virus afecta a todas las edades, y la intensidad y severidad depende de las condiciones de las personas afectadas, la carga viral, la variante, comorbilidades.
“Las vacunas contra la Covid-19 crean nuevas variantes del virus”.
Las vacunas no pueden crear nuevas variantes, ya que ellas evitan que se den los procesos de replicación viral, contrario a la infección que, al permitir que se replique el virus, este puede modificar sus copias y generar errores que lleven a la aparición de nuevas variantes. Solo puede ser detenido con la vacunación y la transmisión a otros individuos.
“No tengo que vacunarme porque ya he pasado la enfermedad”.
Falso. Aunque la enfermedad genera una respuesta inmune, es posible que los anticuerpos generados no sean tan eficientes, por lo que es necesario la inmunización contra la enfermedad Covid-19. La Sociedad Británica de Inmunología planea que el número de anticuerpos y respuesta de una persona que padeció la enfermedad va relacionada con la intensidad de esta, y no está completa y se requiere refuerzo. La infección natural ofrece una inmunidad temporal, pero no es robusta ni tampoco es tan duradera como se pensaba.
“Las vacunas causan infertilidad en hombres y mujeres”.
Las vacunas no tienen ninguna conexión con las gónadas, es decir, con nuestro sistema reproductor. Sin embargo, las consecuencia de la enfermedad Covid-19, por lo menos en los hombres, ya se están presentando problemas de disfunción eréctil.
“Las vacunas contienen metales pesados y magnéticos que atraen imanes”.
No hay nada de magnetismo por vacuna. El ser humano tiene en el organismo muchos electrolitos o sales, lo que hace que físicamente manejemos un magnetismo, pero no tiene nada que ver con la vacunación. Debemos tener en cuenta que el ser humano es una estructura que tiene un montón de elementos de minerales que hacen tener electronegatividad. Esto es ciencia pura y dura.