En una audiencia extraordinaria celebrada ayer en Brooklyn, Luis Enrique Martinelli Linares se declaró culpable de conspirar para lavar dinero en el sistema financiero estadounidense, como parte de un esquema de corrupción y pago de sobornos del contratista brasileño Odebrecht a funcionarios del gobierno de Panamá, entre los años 2009 a 2014.
El juez Raymond J. Dearie, de la Corte del Distrito Este de Nueva York, validó el acuerdo de culpabilidad pactado con la fiscalía y el acusado, de 39 años de edad, quien dijo entender que su decisión (voluntaria) no le permitirá apelar la condena, que será anunciada el 20 de mayo de 2022, a las 11:00 a.m.
Según la guía de sentencias aprobada por el Congreso de Estados Unidos, por el delito de conspirar para lavar dinero la condena máxima es de 20 años de prisión. Esa misma información está en el comunicado que el Departamento de Justicia estadounidense divulgó ayer, sobre esta audiencia. No obstante, el juez le dijo a Martinelli Linares que su condena no será superior a 151 meses de prisión (12 años y 7 meses). Dearie informó que si la condena sobrepasa esta cantidad, entonces sí sería apelable, pero es poco probable que exceda los 151 meses, tomando en cuenta que el acusado se ha declarado culpable, evitando así ir a juicio.
El fiscal Breon Peace informó que en cuanto Martinelli Linares cumpla su condena en prisión será deportado a Panamá. Anteriormente se habló de que podía recibir asilo, pero esto finalmente no fue planteado en la audiencia de ayer. En Panamá, es requerido en varios procesos, como el de los sobornos de Odebrecht y el caso conocido como Blue Apple. La audiencia preliminar del primero será el 8 de julio de 2022, mientas que el juicio de Blue Apple está programado para el 20 de junio del mismo año.
El ‘alto oficial’
Con el acuerdo de culpabilidad, Martinelli Linares aceptó que tanto él como su hermano Ricardo Alberto, de 42 años de edad, junto a “otros”, facilitaron el pago de sobornos de Odebrecht para beneficiar a un “alto oficial del gobierno de Panamá”, que además es familiar cercano de ambos.
Ni en la acusación escrita ni en la audiencia de ayer se mencionó con nombre propio quién es ese “alto oficial”, pero los delitos se cometieron entre agosto de 2009 y enero de 2014, coincidiendo con el mandato presidencial de Ricardo Martinelli Berrocal, el padre de los dos acusados.
Martinelli Linares reconoció que él y su hermano (que sigue detenido en Guatemala, a la espera de ser extraditado) sirvieron como intermediarios en la recepción y pago de aproximadamente $28 millones en sobornos entre Odebrecht y el antiguo oficial de alto rango del gobierno panameño.
Panamanian Intermediary Pleads Guilty in Connection with International Bribery and Money Laundering Schemehttps://t.co/jbHSJ6zqfK
— Criminal Division (@DOJCrimDiv) December 2, 2021
Con el acuerdo de culpabilidad, el acusado se comprometió a entregar $18.9 millones en bienes y dineros, algunos depositados en cuentas en Suiza. En algún momento, estos fondos transitaron por el sistema financiero estadounidense.
El acusado también reconoció que parte de los sobornos los utilizó para adquirir un yate y un condominio en Miami.
Admisión y renuncia
Martinelli Linares admitió ante el juez su comportamiento criminal y renunció a su derecho a un juicio imparcial con jurado y a una posible apelación de su condena.
En perfecto inglés y con un semblante tranquilo, el acusado dijo al juez que tal decisión había sido discutida ampliamente con sus abogados de la firma Hogan Lovells.
El juez Dearie conoce muy bien el esquema utilizado por Odebrecht. El 17 de abril de 2017, ordenó a Odebrecht pagar una multa de $2,390 millones a Brasil, $116 millones a Suiza y $93 millones a Estados Unidos, cuatro meses después de que la constructora se declarara culpable ante el tribunal que él preside, de haber distribuido más de $700 millones en sobornos a gobernantes, funcionarios y políticos de 12 países, a cambio de contratos de infraestructura pública. De esa cantidad, $59 millones fueron para pagar a funcionarios y políticos de Panamá.
Por lo pronto, Luis Enrique Martinelli deberá permanecer en el centro de detenciones de Brooklyn, donde ingresó el pasado 15 de noviembre, cuando llegó extraditado de Guatemala, donde él y su hermano fueron capturados el 6 de julio de 2020.
El juez le informó que para dictar la condena tomará en cuenta los informes de conducta del Buró de Prisiones y de la fiscalía.
En Guatemala permanece detenido Ricardo Alberto Martinelli Linares, a la espera de que se completen los trámites de su extradición.
En el indictment, presentado el 4 de febrero de 2021, a Ricardo Alberto se le acusó de tres cargos y a Luis Enrique, de cinco.
El acuerdo de culpabilidad reconoce la comisión de uno de esos delitos; los otros cuatro serán desestimados.
