Con una mayoría de cinco a cuatro, el magistrado Luis Ramón Fábrega fue electo como presidente de la Corte Suprema de Justicia por un período de dos años.
Fábrega reemplaza en el cargo a su colega Hernán De León, quien fungía como presidente encargado de ese tribunal desde finales de enero de 2018.
Fábrega, magistrado de la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo, aparte de su voto obtuvo el apoyo de José Ayú Prado, Ángela Russo y Cecilio Cedalise, quienes suelen votar en grupo. También tuvo el voto de su colega De León.
Mientras que María Eugenia López Arias, quien tomó posesión del puesto el pasado 5 de diciembre, además del suyo, obtuvo los votos de los magistrados Olmedo Arrocha, Carlos Vásquez y Maribel Cornejo. Los recién llegados no pudieron ganarle a los veteranos.
Sin embargo, López presidirá la Sala Penal, donde también están Ayú Prado y Cornejo.
Se impone la vieja guardia en la directiva de la Corte
Luego de una sesión que se extendió por tres horas, y después de que los magistrados Maribel Cornejo Batista y Carlos Vásquez Reyes tomaran posesión ante el presidente Laurentino Nito Cortizo, el pleno de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) escogió al magistrado Luis Ramón Fábrega como presidente de esa corporación de justicia.
Además de su voto, Fábrega contó con el respaldo de sus colegas José Ayú Prado, Cecilio Cedalise, Ángela Russo y Hernán De León.
Mientras que María Eugenia López Arias, la otra que intentó alcanzar el máximo cargo, tuvo el apoyo de Olmedo Arrocha, Maribel Cornejo y Carlos Vásquez.
Fuentes ligadas a la Corte Suprema de Justicia detallaron que durante la sesión se realizaron varias rondas de votación, ya que inicialmente se produjo un empate de cuatro a cuatro: Hernán De León, quien presidió la CSJ de manera interina hasta ayer, se abstuvo en al menos dos ocasiones, lo que trancó la decisión. Sin embargo, después de conversaciones llegaron a un consenso.
En las salas
Acompañan a Fábrega en la nueva junta directiva: María Eugenia López Arias, como presidenta de la Sala Penal; y Angela Russo, como presidenta de la Sala Civil, y vicepresidenta de la Corte. En tanto que Fábrega también presidirá la Sala Tercera Contencioso Administrativa, y Hernán De León, la Sala Cuarta de Negocios Generales.
Tras la elección, los magistrados acudieron a la Sala de Casación, en donde se presentó a los medios de comunicación la nueva junta directiva para los próximos dos años.
Al hacer uso de la palabra, Fábrega agradeció al resto de los magistrados por haber votado por él, y aseguró que la Corte tiene una gran cantidad de retos por delante. El principal, mejorar la administración de justicia, y cambiar la percepción que tiene la ciudadanía de ese órgano del Estado. Fábrega también manifestó que espera cumplir con las exigencias que la administración de justicia mantiene para los próximos años.
En diciembre de 2017, el ahora presidente de la Corte Suprema de Justicia fue sometido a una operación de corazón abierto de la que se recuperó favorablemente.
Fábrega reemplaza en el cargo a Hernán De León, quien fue designado como magistrado presidente encargado en enero de 2018, luego que a Ayú Prado se le venciera su período y renunciara al cargo.
En esa ocasión los nueve magistrados del pleno de la Corte Suprema de Justicia decidieron por unanimidad no escoger una nueva junta directiva. Optaron por esperar a que estuvieran en sus cargos los reemplazos de los exmagistrados Jerónimo Mejía y Oydén Ortega Durán, a quienes se les venció el período el 31 de diciembre de 2017. En aquella ocasión, la decisión del pleno se sustentó en el artículo 74 del Código Judicial, que establece que la directiva debe elegirse cada dos años en el mes de enero. Sin embargo, esa elección está condicionada a que los nuevos magistrados que inician su periodo tomen posesión.
Los retos
Entre los retos que enfrenta el nuevo presidente de la Corte, figuran el implementar la carrera judicial, considerada una de las grandes deudas del Órgano Judicial; construir nuevos despachos en algunos distritos judiciales en donde por el incremento de la población se requieren más jueces.
En los últimos años, la administración de justicia ha sido objeto de duras críticas tras una serie de fallos judiciales que llenan las expectativas de la ciudadanía, en especial, los relacionados con los casos en los que se investiga corrupción. Incluso se habla de venta de fallos. También se han cuestionado los constantes viajes a pesar de las quejas por falta de presupuesto año tras año. Una de las constantes peticiones del Órgano Judicial durante las vistas presupuestarias de la Asamblea Nacional es precisamente los recursos que se le otorgan para desarrollar nuevos proyectos, ya que una parte importante de esos fondos están destinados al pago de los servidores judiciales.