Ayer, cuando describía el ambiente navideño en Nicaragua, se podría decir que a través del teléfono la voz de María Antonia temblaba. “Estamos con sentimientos contradictorios”, afirmó.
Pese a que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo adornó las rotondas con nacimientos, luces y árboles de Navidad, para muchos nicaragüenses, como María Antonia, esto no es más que una ilusión, un espejismo que busca ocultar el sentimiento de tristeza y de indefensión de un pueblo que este año ha visto morir a más de 300 compatriotas a manos de la dictadura que los gobierna.
“En Nochebuena, el que puede tendrá en su mesa gallina rellena, el plato tradicional, mientras que algunos tomarán licor y al día siguiente su respectiva sopa para la goma, pero el luto está allí, latente, no se mueve”, comentó.
Desde el pasado 18 de abril, cuando las protestas de la población en contra de una reforma al sistema de seguridad social despertaron al tirano que habitaba en el exguerrillero y hoy presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, la represión ha sido la estrella que guía al pueblo nicaragüense.
“Hay una gran tristeza en la mayoría de la población por todo lo que hemos pasado, muchas familias tienen muertos, heridos, encarcelados o exiliados”, sostuvo la escritora Gioconda Belli.
Tan solo el viernes el Grupo Interdisciplinario de Expertos internacionales , de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, dio a conocer un informe en el que acusó al régimen de Ortega de cometer “crímenes de lesa humanidad” en la represión de las protestas.
Gioconda Belli
Escritora y activista.
Ataques a la prensa
Ahora, en una nueva etapa de represión, el orteguismo confisca, encarcela y fabrica delitos en contra de los periodistas críticos al régimen. En total son 325 muertos confirmados, más de 3 mil heridos, decenas de desaparecidos, más de 600 presos políticos y más de 60 mil exiliados que huyen de la persecución política.
Hace unos días, policías arremetieron contra el canal independiente 100% Noticias, crítico con Ortega, y tomaron presos a su director, Miguel Mora, y a la periodista Lucía Pineda.
Ambos enfrentan cargos de “terrorismo”, como muchos de los detenidos por participar en protestas antigubernamentales en los últimos ocho meses.
Bajo la misma acusación un juez emitió una orden de captura en contra del exreportero de ese canal de noticias Jackson Orozco; del periodista y conductor del programa de debates Café con Voz, Luis Galeano; y del comentarista Jaime Arellano.
La medida, calificada por observadores independientes como “aberrante”, muestra la escalada represiva en contra del periodismo independiente de Nicaragua.
“...La mejor Navidad sería ver libres a los presos políticos”, manifestó el domingo, durante su homilía, el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez.
“Esta es una Navidad amenazada, pareciera que en este país solo van a tener cabida los que piensen como el Gobierno, y que todos los demás estamos anulados, en peligro y amenazados por pensar como pensamos”, indicó la escritora Gioconda Belli.
(Con información de los medios nicaragüenses ‘Confidencial’ y ‘Metro’, AFP).