El expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014) fue absuelto anoche de los delitos de interceptación de las comunicaciones y seguimiento, persecución y vigilancia sin autorización judicial por un tribunal de juicio integrado por las juezas Iveth Francois Vega, Jennifer Saavedra Naranjo y Marysol América Osorio.
La decisión se conoció a las 7:35 p.m., y dos años después de que otro tribunal de juicio tomara la misma decisión, el 8 de agosto de 2019. Aquel juicio fue anulado por un tribunal de apelaciones, alegando que no se valoraron adecuadamente las pruebas. Esta vez, el tribunal concluyó que el Ministerio Público no probó que Martinelli ordenó las escuchas.
De esta forma se puso fin al caso de los pinchazos, que se inició el 8 de junio de 2015, cuando la Corte Suprema de Justicia admitió denuncias por espionaje político contra Martinelli, que en enero de ese año había asumido su cargo de diputado del Parlamento Centroamericano en Guatemala y luego se radicó en Estados Unidos, lo que obligó a las autoridades a iniciar un proceso de extradición.
Una vez extraditado de ese país en junio de 2018, la Corte continuó con el proceso, pero en diciembre de ese año declinó la competencia en un tribunal de juicio, alegando que el expresidente renunció a su condición de diputado del Parlacen.
Una vez se conoció la nueva decisión, los seguidores de Martinelli, que esperaban el desarrollo de la audiencia con murgas y consignas en las inmediaciones de Plaza Ágora, estallaron en alegría. Policías, incluyendo agentes antimotines, vigilaban los alrededores.
Un exaltado Martinelli declaró a la prensa que finalmente se le hizo justicia después de siete años. De inmediato, se trasladó con parte de su equipo legal al Canal 21, de su propiedad, donde reiteró que buscará la Presidencia en 2024.
El exdiputado José Luis Varela, una de los víctimas de los pinchazos, dijo que el Estado ni respetó ni hizo respetar el derecho a la intimidad.
Los alegatos finales y la repetición de una historia
“Estamos ante un expresidente que abusó del poder y un autócrata electo que abusó de los derechos de los ciudadanos”.
Este fue el testimonio del empresario Aurelio Barría, una de las siete víctimas que en la noche de este lunes 8 de noviembre participaron en la etapa de alegatos finales del juicio por las escuchas ilegales seguido al exmandatario Ricardo Martinelli (2009-2014).
Las juezas Iveth Francois Vega, Jennifer Saavedra Naranjo y Marysol América Osorio dieron un poco más de una hora a las víctimas y al acusado el pasado lunes antes de dar por concluida la audiencia, que duró 66 días en la sede del Primer Distrito Judicial, en Plaza Ágora.
Ese día, la participación de las víctimas empezó a las 8:30 p.m. y concluyó a las 9:55 p.m. Además de Barría, hicieron uso de la palabra José Stoute, Zulay Rodríguez, Guido Rodríguez, José Luis Varela, Mitchell Doens y Balbina Herrera.
Todos relataron cómo sus comunicaciones fueron intervenidas, haciendo reiteradas referencias a la violación de su intimidad y privacidad. Señalaron al acusado de ser el cerebro de los delitos de interceptación de telecomunicaciones, seguimiento, persecución y vigilancia sin autorización judicial, a través de agentes del Consejo de Seguridad Nacional (CSN).
Una posición que reforzó el planteamiento del Ministerio Público, expuesto por el fiscal Alexis Medina; y del abogado de la querella, Carlos Herrera Delegado, quien pidió ocho años de cárcel para Martinelli.
En contraste, el abogado de la defensa, Alfredo Vallarino, insistió en que el caso de los pinchazos fue armado por el director del CSN en el gobierno de Juan Carlos Varela (2014-2019), Rolando López.
Guido Rodríguez dijo el lunes que Martinelli abusó de su poder al tratar a las víctimas como criminales. “No tengo la menor duda de que mi correo estaba hackeado”, insistió.
Zulay Rodríguez, en cambio, se enfocó en el testigo protegido, Ismael Pittí, el agente del CSN que en 2014 puso en conocimiento de la Fiscalía Auxiliar que en el CSN se hacían las escuchas.
Rodríguez insistió en la necesidad de que este sea procesado, pero nunca se refirió a si los agentes Ronny Rodríguez, William Pittí e Ismael Pittí recibían o no órdenes de Martinelli.
Ismael Pittí ha dicho que diariamente Ronny Rodríguez acudía a la Presidencia para entregar un informe –dentro de un sobre de papel manila– con el reporte de las actividades encomendadas por Martinelli.
Por los mismos hechos, los exdirectores del CSN en el gobierno de Martinelli Alejandro Garuz y Gustavo Pérez fueron condenados a 50 meses de prisión, cada uno, en enero de 2019.
El último en hablar fue el acusado. “No me gustan los bochinches. ¡Yo me dediqué a trabajar!”, dijo, tras señalar que se había encomendado a San Miguel Arcángel como su patrono y protector.
Tal y como lo declaró en el juicio anulado de agosto de 2019, reiteró que la víctima es él, porque ha estado al menos dos años detenido.
“Soy inocente, lo fui ayer y lo seré siempre” declaró. Con su testimonio, las juezas se dieron unas 24 horas para deliberar.
De esta forma, se puso fin al caso de los pinchazos, que se inició hace cuatro años, el 8 de junio de 2015, cuando la Corte Suprema de Justicia admitió una serie de denuncias por espionaje político contra Martinelli, que en enero de ese año había asumido su cargo de diputado del Parlamento Centroamericano en Guatemala y posteriormente se radicó en Estados Unidos, lo que obligó a las autoridades a iniciar un proceso de extradición.
Una vez extraditado de ese país, en junio de 2018, la Corte continuó con el proceso, pero en diciembre de ese año el máximo tribunal de justicia panameño declinó competencia en un tribunal de juicio del sistema penal acusatorio, alegando que el expresidente había renunciado a su condición de diputado del Parlacen cuando llegó al país.
Y, en efecto, un año después, el 9 de agosto de 2019, un tribunal de juicio integrado por los jueces Roberto Tejeira, Arlene Caballero y Raúl Vergara declararía no culpable a Martinelli, decisión que sería anulada por un tribunal de apelaciones el 20 de noviembre de 2020.
El nuevo juicio se inició el pasado 21 de junio y concluyó el 8 de noviembre, con el mismo resultado: absuelto. Ahora, a la luz del artículo 179 del Código Procesal Penal, la sentencia no podrá ser recurrida por ningún recurso.
La decisión se conoció a las 7:35 p.m., pero la lectura de la sentencia se dará el próximo 24 de noviembre.
Y de inmediato empezó la celebración de los seguidores de Martinelli. Murgas, gritos y bocinazos.
Tanto Aurelio Barría como José Luis Varela lamentaron la decisión alegando que existían suficientes pruebas de los pinchazos.
Harry Díaz, el magistrado fiscal del caso pinchazos cuando estuvo en manos de la Corte, expresó que este resultado “es una muestra más de que Panamá es un estado fallido”. Hay que recordar que el Ministerio Público trabajó su estrategia en base a la vista fiscal elaborada por Díaz.
“De la justicia divina no escapa nadie, tarde que temprano todos tenemos rendir cuentas ante Dios y ahí no hay comparsas ni murga que lo salven”, dijo el exmagistrado Díaz.