“El personal de MECO no debe, por ningún motivo, cometer un acto ilegal o indebido, ni inducir o instruir a un tercero a cometerlo”, reza la entrada de la sección 3.4 del Código de Ética de la constructora Meco. Parece que, una vez más, la empresa costarricense dejó claro que no sigue su propio mandamiento ético.
Entre 2011 y 2012, Meco participó del grupo de contratistas del Estado panameño que financió un generoso esquema de sobornos, denominado como Blue Apple. Según publicó La Nación de Costa Rica, el 13 de abril de 2018, el monto de los sobornos pagados por Meco “...llegó a $9,4 millones.”. Como si esto fuera poco, la empresa fue beneficiada con más de una veintena de contratos, logrados tanto en el gobierno del expresidente Ricardo Martinelli como en el de Juan Carlos Varela para que fueran desarrollados individualmente, o en consorcio, por un monto de aproximadamente mil 300 millones de dólares. De acuerdo con información del ministro de Obras Públicas, Rafael Sabonge, en ‘Mesa de Periodistas’, de TVN Radio, Meco solo ha recibido un contrato nuevo en el gobierno actual.
Entre los proyectos de construcción más emblemáticos que recibió Meco en Panamá están: El tramo de ampliación de la carretera Panamericana Viguí-San Félix, por un monto de 226 millones 123 mil 733.86 dólares, el proyecto de la ampliación puente de Las Américas-Arraiján por 335 millones 564 mil 373 dólares, y la rehabilitación de la carretera Transístmica, tramo Plaza Ágora-estación de San Isidro, por la suma de 87 millones 578 mil 456.02 dólares.
La corrección fraterna de un parásito
El 1 de diciembre de 2017, Carlos Cerdas, presidente de la constructora Meco, suscribió un acuerdo de colaboración eficaz, con el Ministerio Público panameño que lo eximía a él y a la compañía de cualquier responsabilidad penal por su participación, en el presunto pago de sobornos en el caso Blue Apple. A cambio, Cerdas colaboró con el proceso, que todavía sigue atosigado en el Juzgado Tercero de Liquidación de causas penales.
La Cochinilla es un parásito que ataca a vegetales como el pepino y el tomate. Este fue el nombre que escogió el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para denominar un complejo operativo de investigación sobre la corrupción en la contratación de infraestructuras en Costa Rica. Según se divulgó por la OIJ, entre el 2019 y el 2021, las empresas constructoras pagaron sobornos, entregaron bienes como automóviles o, incluso, facilitaron favores sexuales para obtener contratos, que en el caso de la empresa constructora H. Solís alcanzaron el monto de 491.4 millones de dólares, y para la constructora Meco la suma fue de 104.56 millones de dólares, según registra el portal crhoy.com. Entre ambas empresas y los funcionarios que participaron hay 33 imputados, incluyendo a Carlos Cerdas.
La conexión panameña
Entre los delitos que la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción de Costa Rica afirma que se cometieron por los investigados en la Operación Cochinilla están: cohecho propio (soborno), tráfico de influencias, estafa, falsedad ideológica y uso de documento falso. Además, la fiscalía explicó que podrían surgir otros delitos del análisis más detallado de las evidencias obtenidas.
El Estado panameño debe poner sumo interés a estas investigaciones, ya que la relación con nuestro país puede tener serias consecuencias en muchos aspectos. Por ejemplo, uno de los proyectos de MECO que está bajo la lupa del Ministerio Público de Costa Rica es el puente binacional sobre el río Sixaola, que une a Panamá y a Costa Rica, inaugurado el pasado 4 de marzo de este año, por los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países: Rodolfo Solano, de Costa Rica y Erika Mouynes, de Panamá.
La proximidad geográfica y la presencia significativa de la empresa Meco en Panamá deben ser causa de líneas de investigación locales, tales como las siguientes:
-Si se pagaron sobornos en Costa Rica a servidores públicos de ese país, ¿se usaron fondos públicos panameños para tales propósitos? Existe la posibilidad de que se repita el modus operandi de Odebrecht que usaba, algunas veces los sobrecostos de proyectos públicos en un país para pagar sobornos en otros.
-En el caso de que se haya usado el sistema financiero panameño para el pago de sobornos, ¿participaron banqueros, abogados, auditores y otros profesionales panameños, en tales operaciones delictivas?. En caso afirmativo, aquí se habría cometido el delito de blanqueo de capitales.
- Si Meco pagó sobornos en Costa Rica, en fechas posteriores a su acuerdo de colaboración eficaz por el caso Blue Apple, ¿puede indicar esto que la empresa siguió pagando sobornos en Panamá?
- Considerando la posibilidad de que el caso judicial contra Meco y su presidente, Carlos Cerdas, avance en Costa Rica, ¿enfrenta Panamá un alto riesgo de incumplimiento en las obras que actualmente desarrolla la empresa en nuestro país?
Estas líneas de investigación le corresponden a las autoridades panameñas, tanto al Ministerio Público, como a la Contraloría General de la República, y al Ministerio de Obras Públicas. Quizás la pregunta más importante que nos debemos hacer los panameños es: ¿acaso la impunidad que le otorgó el acuerdo de colaboración eficaz firmado el 1 de diciembre de 2017, por el caso Blue Apple, incentivó a la empresa Meco a continuar practicando presuntos actos de corrupción?. La respuesta de este cuestionamiento debería servir para decidir si es hora de cambiar el sistema de los acuerdos de colaboración eficaz para que no sirvan como un disfraz de la impunidad.