El diálogo convocado para buscar una solución a la debacle del subsistema de beneficio definido de pensiones concentraría gran parte de su discusión en el modelo de las cuentas individuales de ahorro.
Actuarios, economistas y grupos de técnicos que analizan este tema plantean la necesidad de que se detenga la hemorragia financiera del sistema de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), tomando como punto de partida lo que se ha hecho en otras latitudes.
El consultor Jorge Nicolau precisó que en 33 países han incluido cuentas de ahorros individuales obligatorias. Esto da como resultado que en América Latina 106 millones de personas tengan ahorros por $638 mil millones en sus cuentas.
El actuario Dino Mon dijo que considerando todas las corridas que han efectuado, la solución menos dolorosa será una migración de todos los cotizantes a un sistema de ahorro individual, haciendo cambios paramétricos que incluyen modificaciones en los aportes de la cuota obrero-patronal, variantes en la cantidad de cotizaciones y más aportes por parte del Estado.
Los aportes que han hecho en el pasado los trabajadores serían compensados con aportes del Estado en el proceso de reconversión de un programa a otro.
El economista Domingo Latorraca reconoce como un punto positivo el hecho de que el país haya tomando la decisión de buscar una solución después de una década de dilaciones en la que no se reconoció el agotamiento de las reservas y los déficit en el flujo de caja del IVM.
Pero será vital concentrar la discusión en los posibles escenarios técnicos, sin conveniencias políticas. Los ingresos del programa son tan escasos para pagar las pensiones, que en 2026 el Estado tendrá que hacer aportes por más de $1,000 millones, dando inicio a un ciclo de enormes déficits en crecimiento.

