Los pies de los migrantes centroamericanos continúan amasando las tierras mexicanas, por donde pasan casi a diario en busca del cada vez más inseguro sueño americano, llevando en sus mochilas más esperanzas que mudas de ropa.
Ayer, una caravana de mil 200 personas, hondureños en su mayoría, ingresó a México, en momentos en que Estados Unidos amenaza con sancionar al país azteca si no le aprieta las tuercas a la migración centroamericana.
El presidente estadounidense, Donald Trump, amaga y se queja de que México deja pasar a los migrantes como Juan por su casa, mientras que ellos amplían medidas para detenerlos. Ayer, sin que ninguna autoridad lo impidiera, los migrantes pasaron el puente internacional Rodolfo Robles, que separa a México de Guatemala.
Solo en mayo pasado, Estados Unidos detuvo a más de 144 mil migrantes en su frontera con México, 32% más que en abril. Del total, 57 mil 718 eran niños. El número total de migrantes detenidos en el último mes fue casi el triple de hace un año.
A parte de las detenciones, esta semana el Gobierno recortó los servicios de educación, recreación y asistencia legal para los migrantes menores de edad no acompañados que están retenidos en albergues federales. Las clases de inglés y fútbol están entre las actividades afectadas.
En lo que va del año, 56 mil 278 menores no acompañados han sido retenidos en la frontera, aunque las autoridades no explican si estos fueron puestos bajo custodia.
“Una vez más, Donald Trump está manejando mal sus prioridades y el enfoque de su administración sigue siendo atacar a la juventud migrante, cancelándole las clases de inglés, las actividades físicas y la ayuda legal”, tuiteó el congresista demócrata Adriano Espaillat.
Acuerdo malogrado
Antes de la amenaza arancelaria de Trump, México había acordado con Estados Unidos detener un número específico de migrantes indocumentados, un objetivo que ahora se encuentra en tela de juicio debido al aumento de los cruces ilegales, según dos personas con conocimiento del asunto.
Ambos países establecieron el objetivo a principios de este año, que según estas personas era de hasta 800 detenidos por día.
Pero, en vista de que la cantidad de migrantes que cruzan continúa aumentando, lo que desató la furia de Trump, la Casa Blanca presentará una nueva solicitud para fortalecer su política de inmigración fronteriza.
(Con información de La Prensa de Honduras, AFP, Bloomberg)

