Más de 225 mil inmigrantes y refugiados han llegado este año a Europa por el Mediterráneo, de los que más de la mitad, unos 124 mil, desembarcaron en Grecia, principalmente en las islas de Lesvos, Kos, Quios, Samos y Leros.
La aceleración de los desembarcos en Grecia ha sido sorprendente, con un aumento del 750% entre el 1 de enero y el pasado 31 de julio, con respecto al mismo período del año pasado, precisó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Solo en julio se registraron 50 mil llegadas a Grecia, lo que significó 20 mil más que el mes anterior.
El organismo humanitario de la ONU calificó de “caóticas” las condiciones de recepción de los que llegan a diario a las costas griegas y de los cuales la gran mayoría son sirios (63%, en lo que va del año). Su procedencia, de un país sumido desde hace cuatro años en una guerra civil, no deja duda de que se trata de refugiados, con derecho a una protección internacional. Afganistán e Irak —que también sufren de conflictos armado— son los otros dos países de los que proceden el mayor numero de refugiados que llega a Grecia.
Al tiempo que comunicó estas nuevas estadísticas, el ACNUR reveló que Grecia no ofrece ni las más mínimas condiciones de recepción requeridas para estas víctimas de conflictos y persecución. “Hay un caos total en las islas griegas, no hay lugares de cobijo. Pedimos al Gobierno de Grecia que asuma el liderazgo y coordinación de la repuesta a esta emergencia”, dijo en una rueda de prensa el director para Europa del ACNUR, Vincent Cohetel. “Somos conscientes de las limitaciones del Gobierno griego, pero le pedimos que asigne lugares para los refugiados”, declaró.
Mientras, algunos de los inmigrantes que sobrevivieron al naufragio de un barco pesquero dijeron a las autoridades italianas que unas 200 personas posiblemente fallecieron porque los traficantes los tenían encerrados, informó la policía ayer.
Un día después de que 370 sobrevivientes llegaran a Sicilia a bordo de un buque militar irlandés, la policía informó que sus testimonios ayudaron a confirmar cálculos preliminares hechos por los socorristas de que había unas 600 personas a bordo de la embarcación pesquera de 20 metros de eslora.
La policía ahora calcula que 650 inmigrantes iban a bordo cuando el barco zozobró el miércoles en las costas de Libia.