El ministro de Ambiente, Milciades Concepción, aseguró que si el estudio de impacto ambiental (EIA) sobre el relleno de 50 hectáreas en Amador, en el corregimiento de Ancón, no cumple con las normas aplicables, será rechazado.
En momentos en que urbanistas y ecologistas cuestionan este megaproyecto, Concepción dijo que el estudio entró recientemente a evaluación y que se analizará “profundamente”, según lo exija la normativa ambiental.
Sobre por qué se admite un estudio de un relleno marino para uso privado y sobre el cual hay poca información, el ministro manifestó que en la revisión inicial se analizan esos aspectos. “Si no cumple, se rechaza”, reiteró el ministro.
Isaías Ramos, biólogo del Centro de Incidencia Ambiental, dijo que pareciera que a las instituciones estatales no les interesa cumplir las leyes, ya que el proyecto plantea rellenos es un área de dominio público, para un eventual uso y usufructo privado, y la Corte Suprema de Justicia falló en 2021 que eso era inconstitucional.
Al urbanista Manuel Trute le sorprende que se haya presentado un estudio ambiental para un relleno de esta magnitud, sin presentar primero un plan maestro urbano claro y transparente sobre el desarrollo que se piensa hacer ahí.
Relleno en Amador, entre dudas y críticas
La postura del Ministerio de Obras Púbicas (MOP) y del Ministerio de Salud (Minsa) de no presentar objeción al estudio de impacto ambiental, categoría III, de un relleno de 50 hectáreas en Amador, en el corregimiento de Ancón, fue cuestionada por urbanistas y ecologistas.
Actualmente, el estudio ambiental para este proyecto está en fase de evaluación y, como parte del proceso, el Ministerio de Ambiente (Miambiente) solicitó opinión a varias entidades, entre ellas el MOP y el Minsa. De momento, sólo opinaron estas dos y ninguna se opuso a la propuesta en Amador.
Para Isaías Ramos, biólogo del Centro de Incidencia Ambiental (Ciam), las unidades ambientales sectoriales, en este caso del MOP y del Minsa, incumplen en su responsabilidad de emitir comentarios y darle seguimiento en los temas ambientales de su competencia.
“Aspectos relacionados al ordenamiento territorial urbano, seguridad ante riesgos y emergencias climáticas de las zonas del país y el derecho humano a un ambiente sano, se dejan de lado por posturas burocráticas y el firme empeño de los funcionarios en no emitir criterios certeros sobre los temas problemáticos para la defensa de los intereses del país”, puntualizó Ramos.
En palabras de Ramos, todo indica que a las instituciones estatales no les interesa el cumplimiento de las leyes, ya que el proyecto plantea rellenos en el lecho marino, con objeto de la utilización y usufructo privado de lotes, lo cual va contra lo establecido por la Corte Suprema de Justicia en un fallo de junio de 2021, que estableció que esos bienes son de dominio público.
Recelo por plan maestro
El estudio de impacto ambiental del proyecto denominado Desarrollo Marítimo Amador, que fue presentado por el promotor L.G.S. Panama Tourism Development, S.A., sostiene que el relleno sentará las bases para la ejecución de un plan maestro que incluirá las siguientes actividades: marina, estacionamientos, hospedaje, restaurantes, deportes extremos y acuáticos, así como playas, oficinas y centros comerciales.
Pero, ¿qué es un plan maestro y cuándo se debe presentar? El urbanista y exdirector de Planificación Urbana del Municipio de Panamá, Manuel Trute, detalló que, en términos generales, un plan maestro es un instrumento —en urbanismo— que indica o define dónde y cómo va cada elemento en un desarrollo. Por ejemplo, especificó que el plan maestro dice, en determinado espacio de terreno, dónde irá una urbanización o centro comercial.
Lo que llama la atención del urbanista, en el caso del relleno de Amador, es que se haya presentado primero el estudio ambiental.
“Si están diciendo que el relleno sentará las bases para un plan maestro, se debería presentar primero dicho plan y luego el estudio ambiental. Cuando tú haces una urbanización, centro comercial o aeropuerto, tú haces un diseño y luego los sometes a un estudio ambiental”, puntualizó.
Usó como ejemplo la creación de Punta Pacífica, en San Francisco, donde primero se generó un plan maestro, el cual determinaba dónde iba cada detalle, para luego someterlo al escrutinio de las entidades.
Recordó que este tipo de “vacíos” o “dudas” luego termina en demandas por parte de la ciudadanía, por que no se suministra toda la información y el proyecto es muy distinto a lo aprobado en el estudio ambiental. “La ley permite modificaciones a los estudios ambientales, pero esos cambios deben ser sometidos con transparencia en consulta pública”, acotó.
De acuerdo con la normas vigentes, el estudio del relleno de Amador requerirá de un foro público, aunque de momento no se ha definido la fecha.
El ministro de Ambiente, Milciades Concepción, dijo que el estudio entró recientemente a evaluación y que se analizará “profundamente”, según lo exijan las normas aplicables.
Sobre por qué se admite un estudio de este tipo si la Corte ya ha señalado que los rellenos marinos no pueden ser de uso privado, Concepción aseguró que en la revisión inicial se analizan esos aspectos, así que si el estudio ambiental no cumple los requisitos en la primera etapa, será descartado.
“Si no cumple se rechaza”, aseguró el ministro desde Palau, en Oceanía, donde participó del Our Ocean Conference, evento global sobre océanos saludables.
Una de las principales inquietudes de ecologistas es el impacto que generará este relleno a la zona costera y marina de la bahía de Panamá.

