Gran cantidad de chilenos con mascarillas salieron a votar ayer si cambian la Constitución redactada en la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), plebiscito que surgió en respuesta a las protestas de 2019.
Largas filas podían observarse en los distintos centros de votación, donde el proceso transcurría sin mayores incidentes, con los resguardos sanitarios para evitar contagios de Covid-19.
Este inédito proceso electoral fue decidido tras un amplio acuerdo político, alcanzado en noviembre del año pasado, casi un mes después del inicio, el 18 de octubre de 2019, de las protestas sociales tras el alza en la tarifa del Metro.
Dos horas después del inicio de la votación (a las 8:00 a.m.), el Servicio Electoral informó el 99% de las mesas estaba instalado.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, votó temprano y pidió a sus compatriotas acudir a las urnas, “rechazar la violencia y abrazar el camino de la unidad”.
Los sondeos daban un amplio respaldo a la opción “Apruebo”, con entre 60% y 75% de las preferencias.
Además de elegir entre “Apruebo” o “Rechazo”, los electores también definirán el órgano que redactaría la nueva Constitución: una Convención Mixta de 172 miembros, distribuida a partes iguales entre ciudadanos electos y parlamentarios en ejercicio; o una Convención Constitucional de 155 miembros, todos elegidos popularmente.