Ante el escándalo que envuelve al exdirector del Programa de Ayuda Nacional (PAN) Rafael Guardia Jaén –investigado por la supuesta comisión de delitos contra la administración pública y corrupción– surgen varias interrogantes, como ¿quiénes eran los responsables de fiscalizar los millonarios fondos de este programa?
El Decreto Ejecutivo 690 de julio de 2010 –que creó el PAN– señala que esta dependencia del Ministerio de la Presidencia es regida por un Consejo Directivo, cuyos miembros son cuatro ministros de Estado, un representante de la Asamblea Nacional y el director del PAN, como secretario.
Estos ministros son los de la Presidencia, quien preside; Obras Públicas (MOP); Desarrollo Social (Mides) y Educación (Meduca).
De acuerdo con el artículo 3 del decreto, entre sus funciones está “fiscalizar y evaluar la ejecución de los planes y proyectos del PAN; aprobar el presupuesto anual y los proyectos cuya cuantía sean mayores de 300 mil dólares”.
Para estas revisiones, el consejo debe reunirse “por lo menos” una vez al mes, y de manera extraordinaria, las veces que sea convocado por su presidente.
Entonces, ¿cuántas reuniones se realizaron?, ¿qué controles se aplicaron para evitar el desvío de dinero? No hay respuestas a estas interrogantes, ya que el exministro de la Presidencia Roberto Henríquez, quien presidía el consejo, no contestó las llamadas ni mensajes electrónicos enviados por este diario.
Tampoco se pudo localizar a los exministros Jaime Ford, de Obras Públicas, y Guillermo Ferrufino, de Desarrollo Social, que también formaron parte del consejo. La única que habló fue la exministra de Educación Lucy Molinar.
La Prensa. ¿Cuál fue su participación en el Consejo Directivo del PAN?
Lucy Molinar. Si participé dos veces fue mucho, porque tenía responsabilidades más importantes que esas.
LP. ¿Aunque se trataba de fondos millonarios?
LM. Yo me ocupé del Ministerio de Educación.
LP. ¿Pero en el decreto aparece que el ministro de Educación forma parte del consejo?
LM. Primero, no había reuniones y segundo, el ministro de Educación forma parte de una docena de consejos directivos, y es imposible que un ministro tenga control en todas las instituciones en las que está. Yo puedo responder por lo que se hizo en el Ministerio de Educación, porque establecimos controles para que fuera transparente.
LP. ¿A usted le llegaban las invitaciones para participar de las reuniones o cómo se manejaban?
LM. No sé, porque nunca participé. Yo no era parte de eso.
De acuerdo con reportes del PAN, hasta febrero pasado, en plena contienda electoral, ejecutó 116.8 millones de dólares del presupuesto.
Si hubo más de dos reuniones del Consejo Directivo del PAN, no es cosa que se sepa. Lo que sí existe es evidencia de que sus dos exdirectores actuaron libremente, firmando contratos que no sobrepasaban su límite de firma –300 mil dólares– lo que generó, en no pocas ocasiones, división de materia.
Las órdenes de compra se hacían frecuentemente hasta por 299 mil dólares, como es el caso, por ejemplo, de la mayoría de las compras de bolsas de alimento.
Incluso, compras multimillonarias, como las que hicieron el año pasado en el Ministerio de Seguridad y en el Servicio de Protección Institucional (SPI).
Centenares de millones de dólares salieron del PAN sin ningún control, y sin ningún tipo de objeción por parte de la Contraloría General de la República, que refrendó los actos, a pesar de la evidente división de materia.
La consecuencia del descontrol es que ahora exfuncionarios están denunciando el supuesto pago de coimas que salían de los sobrecostos de los productos, obras y servicios que contrató el PAN, situación que el expresidente Ricardo Martinelli dijo desconocer, pese a que su secretario privado, Adolfo Chichi De Obarrio, es señalado por testigos como participante de las supuestas ilegalidades.
