El Ministerio de Salud (Minsa) gestionó en noviembre pasado la compra de un millón de tabletas de ivermectina de 6 miligramos, por 310 mil dólares: cada compra fue de 500 mil tabletas, por la suma de 155 mil dólares, detallan documentos publicados en el portal PanamaCompra.
De enero a noviembre de 2021 se han comprado en el país al menos de 1 millón 127 mil 600 tabletas de ivermectina. El año pasado fueron unas 450 mil tabletas.
La ivermectina es una droga usada en humanos y animales. La Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó este fármaco en humanos para infecciones en la cabeza causadas por algunos gusanos, parásitos y piojos, así como en afecciones de la piel, como la rosácea, pero en el país también se está dando a pacientes con Covid-19, pese a que la evidencia científica no respalda su uso fuera de ensayos clínicos.
Ivermectina e hidroxicloroquina, las panaceas del Minsa contra la Covid-19
Los fármacos ivermectina e hidroxicloroquina continúan formando parte del protocolo para el tratamiento contra la enfermedad Covid-19 que ofrece el Ministerio de Salud (Minsa), a pesar de que la evidencia científica no respalda su utilización.
El Minsa plantea que el uso de estos fármacos (ivermectina e hidroxicloroquina) está basado en la experiencia nacional y en lo que recomienda el equipo científico, que ha tenido resultado favorable, por lo que son distribuidos en el kit Protégete Panamá.
Bajo ese argumento, de enero a noviembre de 2021 se han comprado en el país al menos de 1 millón 127 mil 600 tabletas de ivermectina de 6 miligramos, por un costo aproximado de 437 mil 600 dólares.
Así consta en el sitio web PanamaCompra de la Dirección General de Contrataciones Públicas, en el que se muestran más de 20 compras realizadas por policlínicas, hospitales, entre otros entes del Minsa y de la Caja de Seguro Social (CSS).
Las dos últimas compras son del Minsa de 1 millón de tabletas de ivermectina de 6 miligramos, por 310 mil dólares: cada compra fue de 500 mil tabletas por la suma de 155 mil dólares, detallan los documentos publicados en el portal PanamaCompra (ver facsímiles).
La ivermectina es una droga usada en humanos y animales. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó este fármaco en humanos para infecciones en la cabeza causadas por algunos gusanos, parásitos y piojos, así como en afecciones de la piel, como la rosácea, pero también se le da a pacientes con la Covid-19.
La utilización de la ivermectina en pacientes con la Covid-19 persiste en el país, aunque desde el 31 de marzo de 2021 la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó su uso si no es parte de ensayos clínicos.
El polémico tratamiento
De la hidroxicloroquina no hay compras recientes, pero entre marzo de 2020 y agosto de 2021, el Minsa y la CSS han adquirido al menos 2 millones 947 mil 500 tabletas, por un monto estimado de 747 mil dólares, según información recopilada en PanamaCompra. La mayor cantidad, 2.9 millones de tabletas, fue adquirida en 2020, mientras que hasta agosto de 2021 las compras suman 47 mil 500 tabletas.
Este fármaco también se usa para prevenir y tratar los ataques agudos de malaria; para tratar el lupus eritematoso discoide (una afección inflamatoria crónica de la piel) o el lupus eritematoso sistémico (una afección inflamatoria crónica del cuerpo); y para la artritis reumatoide en pacientes cuyos síntomas no mejoran con otros tratamientos.
Entre los meses de abril y junio de 2020, la FDA y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus sigla en inglés) advirtieron sobre los eventos adversos cardíacos graves asociados al uso de la cloroquina y la hidroxicloroquina y otros efectos secundarios, recomendando vigilar de cerca los pacientes con Covid-19 a los que se les administraba esta droga. Además, el 17 de diciembre de 2020 la OMS recomendó no utilizar el medicamento en los pacientes con Covid-19.
Sin embargo, un año después, la distribución y uso del medicamento ha continuado por parte de las autoridades panameñas, planteó el Centro de Investigación e Información de Medicamentos Tóxicos (CIIMET) de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Panamá en un comunicado de prensa.
El CIIMET recomienda a las personas que están recibiendo hidroxicloroquina como tratamiento contra la enfermedad Covid-19, que ante la sospecha de reacción adversa lo notifiquen en el sitio web de la Secretaría Ejecutiva del Consejo de Ministros de Centroamérica y República Dominicana.
Evidencia fraudulenta
Los estudios sobre los dos fármacos aludidos varían, pero hay aproximadamente 14 sobre la ivermectina y 24 sobre la hidroxicloroquina que muestran que ninguno de los dos brinda beneficio para los pacientes con la enfermedad Covid-19.
La hidroxicloroquina se popularizó en el mundo por un estudio manipulado hecho en Francia, y la ivermectina, en América Latina, por un estudio (preprint sin revisión de pares científicos) fraudulento, hecho con datos inventados por el mismo grupo que publicó también datos inventados de la hidroxicloroquina en la revista Lancet y en The New England Journal of Medicine. Ambas revistas se retractaron de los estudios.
En tanto, la ivermectina se popularizó en el mundo por un estudio fraudulento hecho en Egipto y publicado en noviembre de 2020 como preprint, y que después fue retirado.
De esa forma explicó el investigador distinguido del Sistema Nacional de Investigación de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Paulino Vigil De Gracia, la razón por la que el uso de estos dos fármacos se popularizó.
Expresó que no hay forma de justificar el uso de la ivermectina, la hidroxicloroquina, ni vitaminas en prevención o tratamiento de la Covid-19.
Vigil De Gracia sostiene que las autoridades de salud manejan la evidencia científica a su conveniencia, que por un lado actúan como excelentes científicos y reconocen el beneficio de las vacunas, y por el otro lado, como “chamanes” entregando medicinas no recomendadas.
El investigador indicó que al principio de la epidemia era aceptable su uso, por no saber nada y existir estudios observacionales que sugerían algunas drogas, pero en este momento ya se puede pensar que su uso es terquedad, orgullo, interés político (popular, decir que hacen algo) o comercial.
Datos científicos muestran que la hidroxicloroquina se asocia (tendencia) a más muertes, a demorar más la enfermedad y si la personas es hospitalizada a una estancia más prolongada, y se han reportado trastornos hepáticos en esos pacientes. En cuanto a la ivermectina, tiene menos efectos secundarios, pero se ha asociado a trastornos mentales o neurológicos y hepáticos o gastrointestinales.
Este medio solicitó una versión al Minsa sobre el tema y las nuevas compras, pero al cierre de la edición no hubo una respuesta. No obstante, la viceministra de Salud, Ivette Berrío, aseguró en julio pasado que el uso de estos fármacos está basado en la experiencia en todo el país, y en lo que recomienda el equipo de epidemiología y de científicos, que según ella ha tenido una experiencia favorable con los medicamentos en el kit Protégete Panamá.
A casi dos años de la pandemia, el Comité Nacional de Bioética de la Investigación –ente autónomo, aunque adscrito institucionalmente al Minsa– no ha aprobado estudios sobre el uso de la ivermectina y la hidroxicloroquina para el tratamiento de la Covid-19. Solo se presentaron a evaluación ética dos estudios de la hidroxicloroquina, que no fueron aprobados porque los propios investigadores los retiraron o no continuaron con el proceso, confirmó Argentina Ying, presidenta del comité.