Agazapada, escondida quizás entre los fardos o entre la escasa vegetación, la muerte esperó a que el migrante recorriera unas 2 mil millas, hasta el desierto de Sonora, para, guadaña al hombro, segarle el aliento.
“La pelona”, como también le llaman los hondureños, ha cobrado la vida de siete personas desde que la primera caravana de migrantes salió de Honduras el pasado 13 de octubre.
Estas muertes, según la Cancillería catracha, han sido “por diversas causas”.
Cuando emerge el llanto y el dolor, la desesperanza llega a distintos pueblos hondureños, como la aldea El Caimito, del puerto de San Lorenzo en el Pacífico, 70 kilómetros al sur de Tegucigalpa, donde Wilfredo Cruz aguarda taciturno la repatriación de los restos de Óscar, el hijo de 17 años cuyo sueño americano quedó tirado en mitad del camino.
“Nos han prometido que en dos semanas lo traen para enterrarlo aquí”, asegura Wilfredo, frente a su endeble construcción, con piso de más arena que cemento, conformada por una pieza, donde cuelgan tres hamacas en las que duerme junto con tres nietas, a falta de camas.
Recorrido
El grupo en donde iba Óscar, de unas mil 500 personas, partió del sur de Honduras el 17 de octubre, cuatro días después de una caravana inicial que salió desde San Pedro Sula, al norte.
Actualmente, unos 5 mil migrantes, en su mayoría hondureños, esperan hacinados en un albergue en la fronteriza ciudad mexicana de Tijuana, mientras miles de militares, desplegados por el Gobierno de Estados Unidos en la frontera con México, les cierra el paso. Los hondureños huyen de la pobreza y la violencia, lo que ha provocado la irritación del presidente Donald Trump.
Acuerdo
En medio de un creciente flujo de migrantes en el mundo, los países de las Naciones Unidas, con la notable excepción de Estados Unidos, adoptaron en julio, tras largas negociaciones, un Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, que será sometida a aprobación durante una cumbre el 10 y 11 de diciembre próximo en Marrakech, Marruecos. No vinculante, el documento de unas 25 páginas y primero de su tipo, remarca un cuadro de principios -defensa de los derechos humanos, de los niños, reconocimiento a la soberanía nacional- y una veintena de propuestas para ayudar a los países a hacer frente a la migración.
(Con información del diario La Tribuna de Honduras y AFP).