Muertes en sala, una tendencia durante siete días

Muertes en sala, una tendencia  durante siete días


¿Dónde muere la mayoría de los pacientes que batalla contra la Covid-19: en sala, cuidados intensivos (UCI), en sus casas o los cuartos de urgencia? Esta es una de las preguntas que se hacen muchas personas que siguen de cerca el comportamiento del nuevo coronavirus.

Si bien las autoridades de salud no han presentado un informe detallado que responda con claridad la pregunta, durante siete días de junio precisaron en sus informes diarios el sitio específico donde se registraron los decesos.

En esos siete días hubo 59 muertes por la Covid-19, de las cuales 38 ocurrieron en salas de hospitalización, 15 en cuidados intensivos, 3 en cuartos de urgencias y 3 en viviendas.

Reynaldo Chandler, neumólogo y parte del equipo asesor del Ministerio de Salud, dijo que pese a que a las salas llegan pacientes en estado leve (estables) y moderado (alteración de sus signos vitales), muchos presentan factores de riesgo, como la edad (más de 65) o enfermedades crónicas.

Otro factor es que en promedio, los pacientes ingresan entre el quinto y sexto día de haber contraído el virus, con la enfermedad avanzada, lo que no permite una movilización inmediata a UCI. “Cuando llegan al hospital, llegan tan mal que a pesar de que los médicos intervienen, no logran reanimar al paciente. Fallecen entre las primeras 48 y 72 horas tras llegar al hospital”, concluyó.

Julio Osorio, médico intensivista y secretario de la Comisión Médica Negociadora Nacional, detalló que a UCI solo ingresan pacientes graves con criterios específicos, como por ejemplo aquellos que tienen pronóstico de sobrevivir y que urgen de intubación. “La norma es que todos los años en los hospitales mueren más personas en salas que en UCI, y con la Covid pasa lo mismo”, acotó.

Diagnóstico a tiempo, clave contra el virus

Lo dijo ayer el director de la Región Metropolitana de Salud, Israel Cedeño: el coronavirus tiene una alta letalidad, sobre todo en personas con factores de riesgo. Hay personas a las que se diagnostica como positivas un lunes, sin ningún tipo de síntoma, pero en un lapso muy corto, de entre 24 horas y 48 horas después, pasan a ser pacientes graves.

Cedeño usó este ejemplo para informar cómo se comporta el virus en lo que respecta a las muertes y dijo que precisamente por ese comportamiento hacen jornadas en las comunidades para detectar la enfermedad cuanto antes.

De hecho, los especialistas coinciden en que anticiparse varios días a la etapa grave de la enfermedad puede ser determinante para salvar la vida de los contagiados.

Las cifras del Ministerio de Salud (Minsa) dan una idea más clara. De las 470 muertes reportadas en el país hasta el pasado miércoles, el 12.5% (59, en total) ocurrió en un periodo de 7 días, del 10 al 17 de junio –sin incluir el 14–. Y, de esos 59 fallecimientos, 38 ocurrieron en salas de hospitalización, 15 en unidades de cuidados intensivos, 3 en cuartos de urgencias e igual número en residencias particulares.

Hablan los médicos

Reynaldo Chandler, neumólogo y miembro del equipo asesor del Minsa, explicó por qué mueren más pacientes en las salas de hospitalización que en cuidados intensivos. Por ejemplo, subrayó que a las salas llegan pacientes con la Covid-19 en estados leves y moderados, pero muchas veces hasta cinco y seis días después de haber sido contagiados y con la enfermedad muy avanzada. Incluso, ingresan con insuficiencia respiratoria aguda.

“Se tiene la idea de que la mayor parte de los pacientes con la Covid-19 muere en UCI, pero la realidad es que en sala fallece la mayoría. Son estadísticas que se están analizando”, dijo Chandler.

También explicó que, por norma hospitalaria, los pacientes que tienen bajos pronósticos de sobrevivir son atendidos en salas y no en UCI. “Esto siempre ha sido así en los hospitales”, indicó.

Además, precisó que en las salas hay muchos más pacientes y, por tanto, el promedio de fallecimientos también es mayor. De hecho, en sala está la mayoría de las camas de hospitalización: 4,989, versus 458 en UCI.

Según el especialista, la variable “tiempo” es importante para garantizar la vida del paciente, porque cuando llegan al hospital con el virus en su fase más agresiva, a pesar de que los médicos intervienen, no logran reanimar al paciente.

Precisamente, coincidió con Cedeño en que fallecen entre las primeras 48 y 72 horas tras llegar al hospital.

Por eso, consideró “valioso” que la persona se haga la prueba a tiempo.

Otras estadísticas

Un informe epidemiológico del Minsa detalla que se anunció el primer caso en Panamá, el 9 de marzo, hasta el 7 de junio, se registraron 393 defunciones a causa de la Covid-19.

El 72.3% de esas defunciones corresponde a personas mayores de 60 años, siendo la tasa de mortalidad más alta en el grupo de 80 años.

En cuanto al género, el 67.9% (267 de 393) eran hombres y el 32% (126 de 393), mujeres. La relación entre sexos de manera general es dos hombres fallecidos por cada mujer.

Mientras, el 77% de las defunciones ocurrió en los hospitales de más alta complejidad, como por ejemplo el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid de la Caja de Seguro Social (CSS) y el Hospital Santo Tomás.

El 4.3% de las defunciones ha ocurrido en viviendas.

Julio Osorio, médico intensivista y secretario de la Comisión Médica Negociadora Nacional, detalló que a cuidados intensivos solo ingresan pacientes con criterios muy específicos, como aquellos que están graves pero que tienen pronóstico de sobrevivir, así como los que necesitan ventilación mecánica para respirar.

Osorio, quien es jefe de la unidad de cuidados intensivos del Hospital Rafael Hernández en Chiriquí, detalló que en cualquier hospital del país siempre habrá más muertes en salas, porque alberga más pacientes. “Si vemos que la persona no tiene probabilidades, se queda en sala”, concluyó.

Se le solicitó al Minsa la cifra completa de defunciones en salas de hospitalización y en cuidados intensivos, pero no hubo respuesta.


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