La historia completa de Panamá gira en torno a su posición geográfica. Durante la época colonial, el avistamiento del mar del Sur significó el comienzo del papel definitivo del istmo, reforzado siglos después con el ferrocarril transístmico y, posteriormente, con la ruta acuática.
Una historia que cuenta con detalle el Museo del Canal Interoceánico de Panamá, en el Casco Antiguo, y que, ante la falta de museos en la ciudad, se ha convertido en una especie de bastión de la historia nacional.
Recorrido histórico
Pesa la humedad por las calles adoquinadas de la antigua ciudad. Es la 1:00 p.m. y la lluvia, recia y breve, ha dejado el aire denso y sofocante. En la plaza de la Independencia, un hombre aprovecha el calor para vender raspaos, mientras que los bares despachan cervezas.
En uno de los extremos de la plaza, aparece un edificio solemne, blanco con gris, con ventanales monumentales y arcos majestuosos. Es el edificio del Museo del Canal Interoceánico de Panamá, cuya vida, a su vez, es histórica. Comenzó como un hotel construido por un alemán, que luego fue comprado por el ingeniero francés Ferdinand De Lesseps para que albergara la Compañía Universal del Canal Interoceánico de Panamá.
El edificio fue incluido en el proyecto vendido a Estados Unidos, y en 1915 pasó a manos del Estado panameño para ser convertido en la sede de Correos y Telégrafos, hasta que en 1996 se convirtió en museo.
Uno de los faros utilizados por los franceses es el símbolo de bienvenida del museo. Las exposiciones, sin embargo, comienzan con la historia de la formación del istmo, la distribución precolombina y cómo, casi que inmediatamente tras su colonización, Panamá sirvió como terminal portuaria en el Pacífico y Atlántico.
Cuenta, entonces, la historia de los piratas, la construcción del ferrocarril, el sueño de los escoceses por construir un canal, el fracaso de los franceses en su intento por construir un canal y cómo la separación de Panamá de Colombia fue el paso inicial para la definitiva realización de la ruta interoceánica.
Ferdinand De Lesseps
Ingeniero francés.
Otro nivel
La segunda parte del museo cuenta con extensos bloques de texto y pocas dinámicas audiovisuales, cómo se emuló la vida estadounidense en este istmo tropical, las dificultades en la construcción del Canal, su administración, las reivindicaciones sociales, los tratados Torrijos-Carter, la modernización de la obra y su ampliación.
Ese piso finaliza con la bandera panameña que llevaron estudiantes del Instituto Nacional hasta la Zona del Canal, el 9 de enero de 1964, para exigir que se izara a la par de la de Estados Unidos y que finalizó con 21 muertos y varios heridos, y que sería el punto álgido para que el Canal fuera entregado, décadas después, a manos panameñas.
Las exhibiciones acaban con dos proyectos temporales: uno sobre la fortificación española en el Caribe y otro sobre retratos de un fotógrafo escocés en Panamá.
El museo también posee un área académica, dedicada a la investigación y preservación de documentos importantes sobre el Canal de Panamá.
La mayoría de los visitantes en el museo parecían extranjeros, aunque hubo una delegación estudiantil nutrida que recorrió el imponente edificio. Todos en busca de conocer y comprender la historia de Panamá, contada casi de forma exclusiva en este museo, pues no es que haya muchos más en la ciudad.
La ciudad de los rascacielos, aparentemente, no deja espacio para la historia.