Durante los 16 meses que lleva la pandemia, el Comité Nacional de Bioética de la Investigación –ente autónomo, aunque adscrito institucionalmente al Ministerio de Salud– no ha aprobado estudios sobre el uso de la hidroxicloroquina para el tratamiento de la enfermedad Covid-19.
Los estudios que se presentaron fueron retirados por los investigadores o no se concluyeron los trámites para su aprobación ética.
Hidroxicloroquina, un debate sin concluir aún en Panamá
En Panamá persiste el debate sobre el uso de la hidroxicloroquina como alternativa para la prevención y tratamiento de la enfermedad Covid-19, a pesar de las “múltiples evidencias de su inefectividad” y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, entre otros entes reguladores.
La viceministra de Salud, Ivette Berrío, asegura que el uso del fármaco [hidroxicloroquina] está basado en la experiencia en todo el país, y en lo que recomienda el equipo de epidemiología y de científicos, que según ella ha tenido una experiencia favorable con los medicamentos del kit Protégete Panamá.
Los datos que demuestran la efectividad de este fármaco contra la enfermedad Covid-19 en el país aún no han sido dados a conocer por las autoridades del Ministerio de Salud (Minsa), y en el sitio web del Comité Nacional de Bioética de la Investigación (CNBI) –un ente autónomo, aunque adscrito institucionalmente al propio Minsa– tampoco hay un estudio aprobado sobre su uso.
La presidenta del CNBI, Argentina Ying, explicó que no hay un estudio aprobado sobre el uso de la hidroxicloroquina o de la ivermectina. Solo se presentaron a evaluación ética dos estudios de hidroxicloroquina, que no fueron aprobados porque los propios investigadores los retiraron o no continuaron con el proceso, añadió.
La científica indicó que si no hay evidencia, no se debe utilizar ningún medicamento para tratar la enfermedad específica, ya que todos los fármacos que se utilizan hoy en día deben haber pasado por el rigor de la investigación, que conlleva ensayos clínicos en sus fases.
Además, manifestó que si en otras latitudes ya se hicieron estos estudios y se demostró que no cumple con la eficacia, hacer este ensayo localmente no tendría validez social.
En este escenario, en la pagina cnbi.senacyt.gob.pa aparece el estudio “Terapia con hidroxicloroquina y azitromicina en pacientes con neumonía por SARS-CoV-2 de marzo a mayo 2020”, que sería realizado por médicos panameños con fondos propios, pero no se concretó el trámite.
Tampoco se logró participar en el estudio clínico internacional Solidaridad, impulsado desde marzo de 2020 por la OMS para conocer la efectividad de los fármacos remdesivir, hidroxicloroquina, ritonavir/lopinavir e interferón contra la enfermedad Covid-19 .
Constancia de su uso
Durante los meses de pandemia, el Minsa y la Caja de Seguro Social (CSS) han adquirido al menos 2 millones 947 mil 500 dosis de hidroxicloroquina, por un monto aproximado de 747 mil dólares, según datos del portal de Panamá Compra.
La mayor cantidad, 2.9 millones de dosis, fue adquirida el año pasado, mientras que este año las compras ascienden a 47 mil 500 dosis.
En una publicación de noviembre pasado en la revista Nature, científicos panameños dejaron constancia del uso de la hidroxicloroquina e ivermectina en pacientes con la Covid-19, a pesar de la carencia de datos de eficacia de ambos fármacos, así como de la cantidad de dosis adquiridas de los dos medicamentos en el país.
La publicación fue realizada por Ivonne Torres Atencio, directora del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá; Amador Goodrigde, científico del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat-AIP); y Silvio Vega, médico del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid de la CSS.
Torres Atencio indicó que los resultados de numerosos estudios clínicos que evalúan la eficacia de la hidroxicloroquina contra la Covid-19, siguiendo un adecuado diseño clínico, fueron contundentes en determinar que no prevenía ni mostraba mayor beneficio en personas con PCR positiva para Covid-19; y que ya desde finales del año pasado se conocen las guías de tratamiento para pacientes ambulatorios y hospitalizados con Covid-19.
Recordó que la OMS no recomienda utilizar hidroxicloroquina para prevenir la Covid-19. Esta recomendación se basa en seis ensayos que abarcaron a más de 6 mil participantes sin Covid-19 a los que se administró este fármaco, en los que se observó que dicha administración tenía un efecto escaso o nulo como prevención de esta enfermedad y de la hospitalización o la defunción a causa de ella, especificó.
La científica subrayó que tomar hidroxicloroquina para prevenir la Covid-19 puede aumentar el riesgo de diarrea, náuseas, dolor abdominal, somnolencia y dolor de cabeza.
Además, dijo que la OMS no recomienda utilizar hidroxicloroquina para tratar la Covid-19. Esta recomendación se basa en 30 ensayos que incluyeron a más de 10 mil personas que habían contraído esta enfermedad, ya que el medicamento no redujo la mortalidad ni la necesidad y la duración de la ventilación mecánica.
“Si se toma este fármaco para tratar la Covid-19, puede aumentar el riesgo de sufrir alteraciones del ritmo cardíaco, trastornos sanguíneos y linfáticos, lesiones renales, problemas hepáticos y caídas”, expresó Torres Atencio.
Sostuvo que ni siquiera se pudo participar en el estudio Solidaridad, ya que si bien los científicos estaban dispuestos y se trataron de cumplir con los pasos, el estado, por otro lado, proveía del medicamento a todo paciente positivo en el proceso de trazabilidad, y esto fue un gran impedimento, sin contar de todos aquellos ciudadanos que se automedicaron, justo en el peor momento de la primera ola.
En tanto, Karen Courville, presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión, señaló que el uso generalizado de estos medicamentos, y que ha sido a gran escala, no significa que su indicación sea correcta para el caso de prevención y tratamiento para la Covid-19.
Los pacientes que han estado utilizando este medicamento pueden haberse sentido protegidos, y con eso disminuir sus medidas de protección, añadió.
Para Courville, población necesita que las autoridades suministren información basada en evidencia, y ya existe suficiente evidencia de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), y de la Organización Mundial de la Salud, que son organismos internacionales, sobre los medicamentos que no han demostrado beneficio en el tratamiento para la Covid-19, como la ivermectina y la hidroxicloroquina.
Evidencia científica
Néstor Sosa, exdirector del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud y jefe de la División de Enfermedades Infecciosas del Departamento de Medicina Interna del Hospital de la Universidad de Nuevo México, Estados Unidos, indicó que después de un año de pandemia en ese país se ha desechado categóricamente el uso de la hidroxicloroquina por toda la evidencia científica que tiene en su contra, sea utilizada sola o en combinación con azitromicina.
Sosa indicó que otro medicamento que tiene evidencia en contra para la Covid-19 es el lopinavir/ritonavir, utilizado para tratar el virus de inmunodeficiencia humana (ver tabla).
En Panamá, el Minsa autorizó a los médicos de diferentes instalaciones de salud la utilización de la hidroxicloroquina en el tratamiento de pacientes con la enfermedad Covid-19 desde julio de 2020.
https://www.who.int/publications/i/item/WHO-2019-nCoV-prophylaxes-2021-1
https://www.covid19treatmentguidelines.nih.gov/therapies/antiviral-therapy/
https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMoa2021801
https://www.nature.com/articles/d41586-020-03289-y