El Ministerio de Salud (Minsa) identificó como un problema de salud pública lo que está ocurriendo con el sobrepeso y obesidad entre la población panameña.
El subdirector de Promoción de la Salud del Minsa, Jorge Rodríguez, explicó que se trata de un grupo de la población que va en aumento por situaciones como una inadecuada alimentación y hábitos de vida sedentaria.
Rodríguez explicó que dos de cada tres panameños tienen problemas de sobrepeso y obesidad. No obstante, especificó que en la población infantil — de 4 a 12 años— uno de cada 10 niños tiene problemas de obesidad y uno de cada 5 presenta sobrepeso.
Rodríguez subrayó que Panamá está entre los países de América con la tasa más alta de obesidad, superado por Estados Unidos y México.
De hecho, sostuvo que son “importantes” las campañas de cambio de estilos de vida para bajar o, por lo menos, controlar las tasas de estas condiciones en el país.
Para las autoridades de esa entidad, preocupan más las cifras en la población infantil, porque son las edades en las cuales se marca el comportamiento adulto del individuo a futuro.
Además, precisó que estas condiciones dan origen a enfermedades no transmisibles graves como la presión alta (hipertensión), la cual afecta al 30% de los panameños adultos, así como la diabetes, que está presente en el 16% de la población.
Mientras, la directora de nutrición del Ministerio de Educación (Meduca), Flavia Fontes, manifestó que en Panamá no existen estudios puntuales que puedan indicar cómo se encuentra el país en relación con otros del área.
Fontes recordó que el Meduca lleva a cabo un proceso para regular la venta de comidas dentro de los centros escolares, a fin de contribuir con la salud de infantes.
El sobrepeso y la obesidad afectan a la mayoría de los países de América Latina, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En 2014, esta organización internacional reveló que anualmente mueren 2. 8 millones de personas, como consecuencia de estos problemas de salud.
De acuerdo con Marcos Moreno, miembro del Movimiento de Pacientes Crónicos y Trasplantados, para cambiar los hábitos alimenticios de la población y promover estilos de vida saludables se debe invertir en campañas dirigidas a la población más joven.
Moreno consideró que tratar de cambiar el “comportamiento cultural” de la población adulta no tendrá el resultado deseado. También abogó por la regulación de los alimentos que pueden ingerir los niños en los comedores escolares.