Las investigaciones realizadas por la Fiscalía de Drogas y la Policía Nacional como parte de la operación Fisher han dejado al descubierto que las rutas para el transporte de drogas por la costa abajo de Colón, que abarca poblaciones costeras como Viento Frío, Santa Isabel y Cuango, son disputadas por el Clan del Golfo y por una red criminal presuntamente liderada por Eduardo Macea, alias Marshall.
De hecho, informes de inteligencia dan cuenta que el grupo de Macea estaría detrás de un atentado perpetrado este año contra Jorge Luis General, presunto líder de la banda local ligada al Clan del Golfo.
En la audiencia de garantías a la que son sometidos 56 miembros de este último grupo –uno más se acogió a un acuerdo de pena por 68 meses de prisión–, la fiscalía le atribuyó a la red, presuntamente comandada por General, el tráfico de drogas que se da por las poblaciones costeras de Colón, actividad que ha propiciado la operación de un amplio entramado de sociedades anónimas para blanquear el dinero resultante.
En este escenario, abogados de algunos de los imputados han dicho tener temor por la vida de sus clientes debido a los nexos que la fiscalía les atribuye con el Clan del Golfo. Según ellos, el solo hecho de ser llevados a una cárcel representa un riesgo para su integridad física.
A Marshall, que según las autoridades lidera la pandilla Calor Calor, se le atribuyen conexiones con narcocarteles colombianos, a quienes presuntamente les presta servicios de traslado y vigilancia de cargamentos que llegan por la costa abajo de Colón y luego son sacados del país en contenedores previamente cargados en puertos de Colón.
Marshall está detenido desde el 12 de marzo de 2019 en la cárcel de máxima seguridad de Punta Coco, en isla del Rey, procesado por la presunta comisión de delitos relacionados con drogas y pandillerismo.