Los tratamientos y terapias que se vienen suministrando a pacientes con la Covid-19 no muestran evidencia alguna de su efectividad contra el virus.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) revisó 55 posibles intervenciones para el manejo de pacientes con el virus, y no halló mayores beneficios en las personas que los recibían.
Por ejemplo, en el ensayo clínico Solidaridad de la Organización Mundial de la Salud, el fármaco remdesivir no tuvo un efecto relevante, desde el punto de vista clínico, sobre la mortalidad. Otros estudios y ensayos clínicos en los que se evaluaron medicinas y terapias como hidroxicloroquina, plasma convaleciente y tocilizumab, entre otros, tampoco arrojaron efectividad en su uso.
Para el neumólogo Reynaldo Chandler, la evidencia científica debe prevalecer en la lucha contra la Covid-19. “El Ministerio de Salud está en el camino correcto al separar de forma anticipada las vacunas que muestran que son efectivas”, acotó.
Tratamientos contra la Covid-19, sin resultados
La conclusión fue categórica: hasta el momento, la mayoría de la investigación en el campo de la Covid-19 tiene muy baja calidad metodológica, lo que dificulta su uso y aplicación.
Este planteamiento forma parte del informe de situación de país elaborado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el que se refiere a los ensayos clínicos aleatorios realizados en el mundo sobre tratamientos para contrarrestar al agresivo SARS-CoV-2.
El documento establece que después de más de ocho meses de pandemia, no hay muestras o evidencia de la efectividad de estos tratamientos. Incluso va más allá y hace el siguiente llamado: “Sigue siendo apremiante la necesidad de elaborar ensayos clínicos aleatorizados de alta calidad que incluyan pacientes con Covid-19, a fin de poder desarrollar estrategias de manejo confiables. Eso es fundamental en la toma de decisiones basadas en evidencia”.
Los ensayos clínicos
¿A qué tratamientos se refiere la OPS? El organismo internacional evaluó 55 posibles intervenciones para el manejo de pacientes con Covid-19, aunque destaca que se están investigando más de 200 opciones terapéuticas o sus combinaciones en más de mil 700 ensayos clínicos.
No obstante, se encontró, por ejemplo, que el conjunto de evidencia sobre los esteroides incluye 10 estudios clínicos y controlados (ECA), y muestra que la administración de dosis bajas a moderadas “probablemente” reducen la mortalidad en pacientes con infección grave por la Covid-19.
En el ensayo Solidaridad de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el fármaco Remdesivir no tuvo un efecto relevante, desde el punto de vista clínico, sobre la mortalidad global, la necesidad de ventilación mecánica invasiva o el tiempo de estadía hospitalaria.
Según la OPS, al combinar dichos resultados con otros tres estudios clínicos, Remdesivir podría reducir la mortalidad, los requerimientos de ventilación mecánica invasiva y mejorar el tiempo hasta la resolución de los síntomas. Sin embargo, la certeza en la evidencia “es baja” y “es necesaria” más información de estudios con un diseño adecuado para confirmar su efectividad.
La hidroxicloroquina
En cuando al conjunto de evidencia sobre el uso de hidroxicloroquina, interferón beta 1-a y lopinavir-ritonavir, incluidos los resultados preliminares de los ensayos denominados Recovery y Solidaridad, no hay muestra de beneficios en la reducción de la mortalidad o en el plazo para la mejoría clínica.
Incluso, los especialista de la OPS indican que la evidencia sobre hidroxicloroquina sugiere que su utilización probablemente genere un incremento en la mortalidad. Ante este caso, sostienen que se requiere más información de estudios con un diseño adecuado para confirmar o descartar estas conclusiones.
Otro de los tratamientos que cobró fuerza durante la pandemia fue el uso del plasma. En ese contexto, la evaluación arrojó que los resultados de siete ensayos clínicos en los que se usó el plasma convaleciente en pacientes con Covid-19 mostraron una tendencia “no significativa” desde el punto de vista estadístico hacia una reducción en la mortalidad y la necesidad de ventilación mecánica invasiva.
También en ese caso, la certeza en la evidencia es muy baja para los científicos.
Lo mismo ocurrió en relación con el uso del tocilizumab, en el que los resultados de tres estudios sugieren ausencia de beneficios en la mortalidad con una tendencia hacia la reducción en los requerimientos de ventilación mecánica e incremento en la velocidad de resolución de los síntomas. Mientras que en relación con la ivermectina, la colchicina y la famotidina, hay evidencia de muy baja certeza, por lo que sus efectos son inciertos.
En el caso de Panamá, algunos de los medicamentos que se suministran a los pacientes con la Covid-19 y que contiene el kit “Protégete Panamá” son la vitamina C, vitamina D, probiótico, ivermectina, zinc, azitromicina y la hidroxicloroquina.
En tanto, a los pacientes en estado más grave, se tiende a recetar remdesivir, favipiravir, tocilizumab y el plasma convaleciente. Algunos de estos son mencionados en el informe de la OPS.
Las vacunas
Ante esta realidad, el neumólogo Reynaldo Chandler -quien en pandemia ha asesorado al Ministerio de Salud- planteó que los ensayos clínicos aleatorios son claves en determinar la eficacia de determinado medicamento. “Estos no son estudios observacionales; son estudios experimentales”, acotó el especialista.
Chandler dijo entender a la población que busca un medicamento para afrontar el virus, pero resaltó que la evidencia científica debe prevalecer en este caso. “Aún nos mantenemos dependientes de la producción de una vacuna y el Ministerio de Salud está en el camino correcto en comprar las dosis con anticipación “, apuntó el neumólogo.
Precisamente, el ministro de Salud, Luis Sucre, informó ayer que el país evalúa diversas estrategias para recibir a tiempo las dosis de vacunas. Para ello, detalló que harán pedidos a las empresas Pfizer y AstraZeneca, ya que ninguna tendrá sola la capacidad para entregar las dosis que están solicitando: 4 millones de vacunas.
En ese contexto, detalló que aunque ya se ha aprobado presupuesto para la obtención de estas dos vacunas, dentro del contrato se estableció que si alguna de las empresas no cumple, el país queda en libertad de adquirirlas con otros proveedores y tienen que devolver el dinero que se les pagó.
Actualmente, el Programa Ampliado de Inmunización del Minsa trabaja en los proyectos que se necesitan para mantener estas vacunas en la temperatura correcta.
A su vez, esta semana el Consejo de Gabinete autorizó al Ministerio de Salud para proceder con la compra de un millón 92 mil dosis de la vacuna para prevenir la Covid-19 a la farmacéutica británica AstraZeneca UK Limited, en asociación con Oxford University, por un monto de $4.3 millones.
Además, el pasado 18 de noviembre se publicó en Gaceta Oficial una resolución en la que se autoriza un acuerdo de entendimiento con la empresa Pfizer por $48 millones, para adquirir 4 millones de vacunas contra la Covid-19.
Mientras eso sucede, en el país se reporta un repunte de casos. De hecho, el informe de la OPS da cuenta de un aumento del 37% este mes comparado con el anterior.
Francisco Sánchez Cárdenas, miembro del Consejo Consultivo de Salud, manifestó que este aumento de casos es parte del escenario que se espera para noviembre y diciembre.
“Entiendo que pueda darse una alarma por el incremento, pero es normal porque estaba dentro de nuestras proyecciones. Ahora, lo importante es mantener el número adecuado de camas, realizar la trazabilidad de los casos y que la población cumpla con el uso de la mascarilla y otras medidas de bioseguridad”, acotó el especialista.