El régimen de Daniel Ortega, que según reportes de la oposición mantiene al menos 166 presos políticos en el país centroamericano, no solo ignoró el llamado de organizaciones locales e internacionales que a finales de noviembre pasado hicieron una campaña para liberar a estos activistas, sino que además impidió visitas de sus parientes en Navidad.
El diario El Confidencial (confidencial.com.ni) reportó que Ana Lucía Álvarez, hermana y sobrina de las presas políticas, Tamara Dávila y Ana Margarita Vijil, señaló que en el complejo policial Evaristo Vásquez, conocido como “nuevo Chipote”, nunca respondieron a la inquietud de los familiares de los reos sobre la visita en ocasión de las festividades de Navidad y Año Nuevo.
Por su parte, Carolina Jirón, madre de la presa política Samanta Jirón, manifestó que en la cárcel de Mujeres La Esperanza nunca les confirmaron la visita de Navidad, pero advirtió que habrían prometido avisarles por teléfono y no lo hicieron. Familiares de los detenidos y organizaciones nacionales e internacionales, lanzaron a finales de noviembre la cuarta campaña de “Navidad sin presos políticos”. Pero la demanda de libertad fue ignorada por el régimen de Ortega, que excluyó a los presos políticos de un millar de convictos que fueron liberados en la víspera de la Nochebuena.
La mayoría de los detenidos fueron arrestados a raíz de las manifestaciones antigubernamentales de 2018. Diez de ellos ya estaban presos antes de ese año, y un grupo superior a 40 fue capturado en el contexto de las elecciones del pasado 7 de noviembre en las que Ortega fue reelegido, incluyendo a siete que habían anunciado sus aspiraciones presidenciales.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cendh) lamentó en su cuenta de Twitter que estos 166 presos políticos pasaran la Navidad “entre cuatro paredes” y sin visitas familiares.