Ministros, directores, entre otros funcionarios, integran la delegación panameña que participará en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se llevará a cabo en Escocia, desde el 31 de octubre hasta el 12 de noviembre.
El grupo estará encabezado por el presidente de la República, Laurentino Cortizo; el ministro de Ambiente, Milciades Concepción; y la ministra de Relaciones Exteriores, Erika Mouynes. También viajarán el ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama; el secretario de Energía, Jorge Rivera Staff; el defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc; y la embajadora de Panamá en Reino Unido, Natalia Royo.
Según el Ministerio de Ambiente, en el evento presentarán la estrategia de desarrollo a largo plazo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero de Panamá y se anunciará la nueva Ley Marco de Cambio Climático que prohibirá a partir de 2023 el otorgamiento de licencias para plantas que utilicen carbón y bunker en la generación de electricidad.
El documento también establece que a partir de 2025 empresas en los sectores más contaminantes reducirán y reportarán su huella de carbono de manera obligatoria en el país, y a partir de 2030 se prohibirá la importación y comercialización de refrigerantes que contengan hidrofluorocarbonos.
Sobre las expectativas del país en la cumbre, la entidad ambiental indicó que esperan que se puedan obtener los compromisos para alcanzar el límite de calentamiento de 1.5 grados centígrados y resulte un mandato para reducir las emisiones en un 45%, al final de esta década.
Para la ecologista y parte de la Alianza para la Conservación y el Desarrollo, Susana Serracín, enviar una nutrida delegación de burócratas a la Cumbre del Clima, con fondos del Estado no es más que para hacer “turismo diplomático ambiental”, pues una cosa son los bonitos discursos que pronuncian y otra la realidad que se viene denunciando en el país. “Si no hay coherencia entre los discursos y los hechos, no hay cumbre que valga”, puntualizó.
Isaías Ramos, biólogo del Centro de Incidencia Ambiental, subrayó que en 2020 Panamá se comprometió en la restauración forestal de 50 mil hectáreas para 2050. “Ahora vemos que el gobierno está renegociando un contrato de explotación de minerales metálicos que destruiría más de 13 mil hectáreas, y avanza los preparativos para nuevas concesiones adicionales”, concluyó.