En la plaza de San Pedro, en el Vaticano, ante decenas de miles de peregrinos, ataviado con un alba blanco que a la altura de la cintura sujetaba un cíngulo, el papa Francisco sostenía ayer entre sus manos el mensaje Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo), en el cual no dejó escapar la difícil situación que se vive en Venezuela y Nicaragua, aunque sin mencionar a los dictadores que las gobiernan.
Con voz pausada, pero enérgica, el papa llamó a estos pueblos a retomar el camino de la fraternidad y a terminar, de una vez por todas, con las divisiones.
“Que este tiempo de bendición le permita a Venezuela encontrar de nuevo la concordia y que todos los miembros de la sociedad [venezolana] trabajen fraternalmente por el desarrollo del país, ayudando a los sectores más débiles de la población”, dijo.
Ayer, miles de venezolanos que han migrado a otras naciones debido a la crisis política, económica y social que vive su país no pudieron celebrar la Navidad como lo hacían en su patria: con una pierna de cerdo ahumada, pan con jamón y hallacas.
“No tuvimos nada de eso, pero no hay que perder las fuerzas”, dijo Carolina Durand, quien emigró hacia Perú.
Nicaragua
En cuanto a Nicaragua, donde los muertos por la dictadura de Daniel Ortega suman hasta el momento 325, el pontífice pidió que sus habitantes “se redescubran hermanos para que no prevalezcan las divisiones y las discordias, sino que todos se esfuercen por favorecer la reconciliación y por construir juntos el futuro del país”.
La semana pasada, la dictadura quedó expuesta a nivel internacional con el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que comprueba sus crímenes de lesa humanidad, cometidos entre el 18 de abril y el 30 de mayo del año en curso.
Por esto, Ortega tendrá que enfrentar las consecuencias ante los organismos internacionales, aseguraron los exembajadores nicaragüenses José Luis Velázquez y Alejandro Bendaña.
“El informe del GIEI pasa a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Lo que debería proceder a continuación es que la CIDH, como fiscal que es del sistema de defensa de los derechos humanos en todo el continente, estableciera una demanda contra el Gobierno de Nicaragua en la Corte Interamericana de Justicia, que eso es perfectamente factible”, detalló Velázquez.
Ante el demoledor informe del GIEI, la reacción de la dictadura fue expulsar a la misión un día antes de que se presentara el documento en Managua, razón por la cual el documentose presentó al día siguiente en Washington, Estados Unidos.
Bendaña, por su parte, adujo que Ortega ha demostrado que “la única lógica que sabe aplicar es la de la represión, es la de ocultar la verdad, quitándonos ahora el derecho a ser escuchados por organismos de derechos humanos nacionales e internacionales y a ser informados”, pues recordó el asalto, ocupación militar y represión contra los medios de comunicación independientes.
Clima político
En lo que parecía ser una referencia al clima político alterado en varios países, Francisco reiteró “la fraternidad entre personas con ideas diferentes, pero capaces de respetarse y escucharse mutuamente”.
Aludió a la polarización sobre la migración, diciendo que Dios quería “amor, aceptación, respeto por esta pobre humanidad nuestra, que todos compartimos en una gran variedad de razas, idiomas y culturas”.
“Nuestras diferencias, entonces, no son un detrimento o un peligro; son una fuente de riqueza”, manifestó.
El pontífice llamó a retomar el diálogo entre israelíes y palestinos para “emprender un viaje de paz que pueda poner fin a un conflicto que durante más de 70 años ha herido la tierra elegida por el Señor para mostrar su rostro de amor”.
Instó a la comunidad internacional a trabajar por una solución política en Siria, donde ayer el Gobierno de Turquía informó que está coordinando con Estados Unidos la retirada de las fuerzas norteamericanas de aquel país, pero que está “decidida” a lanzar una ofensiva contra milicias kurdas en el noreste sirio.
Francisco también se refirió a la situación en Yemen, señalando que esperaba que una tregua negociada en la guerra civil de esa nación pudiera brindar alivio a una población agotada por la violencia y el hambre.
(Con información de Confidencial de Nicaragua, El Nacional de Venezuela, AP y Reuters).